sábado, 25 de febrero de 2012

Si quisiera enamorarte…

·         Si quisiera enamorarte te diría que me encanta ver tu rostro

y como se ilumina cuando me miras

·         Si quisiera enamorarte te diría que me gusta cuando dices

que te encanta abrazarme

·         Si quisiera enamorarte te diría que me fascina escuchar tú voz

y tú manera de expresarte

·         Si quisiera enamorarte te diría que me encantan tú positivismo y tú alegría,

también me gusta mucho tú visión de la vida

·         Si quisiera enamorarte te diría que me fascina tú sonrisa,

que te pienso antes de acostarme y cuando me levanto todos los días

·         Si quisiera enamorarte te diría que como tú, yo también

quisiera verte nuevamente

·         Si quisiera enamorarte te diría que hoy no salgo a la calle

para no enamorar a más nadie

·         Si quisiera enamorarte te diría tantas cosas que hay en mi mente,

pero no te digo nada, ya que yo no busco enamorarte, confundirte

o enredarte, tampoco quiero complicarte la vida.


Hoy me desperté pensando en el amor y fue esto lo que vino a mi mente.
¡No debo salir a la calle para no enamorar a más gente!
Sin embargo, tenía muchas ganas de salir, sentir la brisa y el sol en mi piel.
No fue el destino, ni coincidencia, ni casualidad que cuando me vieras te enamorarás.
Me dijiste que era bella, que yo era importante para ti, me llamaste princesa y
que si por ti fuera alegrarías todas mis mañanas.

Yo no quise decir nada, sólo sonreí y es ahora que lo pienso, no sé si fue la
falta de palabras o tú cara de felicidad al ver mi sonrisa, lo que hicieron que
te enamoraras de mi.
No tenías que mencionar que te habías enamorado, ya yo lo sabía al ver tú
rostro y tú mirada que expresan más de mil palabras.

Yo estoy como el dicho “Hoy no salgo a la calle para no enamorar a más gente”
Sin embargo salí y te vi, no pude resistirme, quise saludarte, como quien saluda
a un viejo amigo. Tú te escapaste un rato del trabajo para invitarme un café.
¡Porque yo era importante para ti!.  Eso fue lo que dijiste.
Nos sentamos a conversar y me contaste todo sobre ti, todos tus cuentos.

El tiempo pareciera detenerse cuando estoy contigo, no sé si tú así lo sientes.
Es que nos pasamos horas conversando, pero son sólo minutos, son momentos,
yo nunca no veo el reloj cuando estoy contigo.
Sólo sé que cuando estoy contigo el tiempo se detiene.
Tú me dices que podrías pasarte el día entero conversando conmigo,
yo sé que es cierto, parece que tienes tanto que decirme.
Yo no me canso de escucharte, pero no te lo digo para no enamorarte.
Yo te cuento mis cuentos, mis historias, las que más meten miedo, las que más
asustan, para ahuyentarte, para alejarte, para que no te enamores de mí.
Y tú me preguntas que ¿qué planes tengo para más tarde? ¿Qué que hago esta noche?
¿Qué si no quiero verte más tarde?

¿De verás? quisiera preguntarte ¿Es que no me escuchaste?
¿Acaso no te asusto?, ¿no tienes miedo?
¿Mis historias no te dan ganas de querer salir corriendo?

¡Hoy salí a la calle y me tropecé con un amigo, un valiente,
que se enamoro de mí al verme!

Me dices que te gusta como te abrazo cuando me estoy despendiendo,
yo me quedo callada y no digo nada para no enamorarte.
Te cuesta tanto dejarme ir y yo lo siento, lo veo en tu mirada y en el
lenguaje de tú cuerpo que expresa todo lo que dices y lo que no dices también.

Si quisiera enamorarte te diría que tienes una mirada muy expresiva,
que me encanta perderme en ella y verme reflejada en tus ojos.
Que de tus ojos salen miles de chispas cuando me miras.
Si quisiera enamorarte te diría que a medio metro de distancia puedo sentir
como tú corazón late más fuerte, acelerado y sé que ya es tarde, demasiado tarde,
que el daño está hecho y tú estas enamorado hasta los huesos.

Yo te digo que no quiero enamorarte, que no busco más que tu amistad.
¡Que hoy no salí a la calle para enamorar a nadie! Que solo quería aire fresco.
Saludar a un amigo y ya es hora de despedirme.
Tú me dices que ya es tarde que más enamorado imposible y que amigos somos
desde hace rato, que si acaso no me di cuenta. Me preguntas con cara de mal herido.
¡Quisiera abrazarte, pero no lo hago para no enamorarte!

¿Quien escribe este cuento tú o yo?, me pregunto.
Que tú no escribes me respondes, que tú no bailas muy bien me dices, que
te gustan las artes y que pintas desde que eras un niño y lo haces muy bien.
Que todos en tú casa pintan y todavía tienes mucho que aprender.

Ahora soy yo la que piensa qué si sigo escuchándote, la enamorada voy
a ser yo, y es que no te lo digo, mejor me callo para no enamorarte, pero me
fascinan los cuadros, los pintores y las artes.
Y me encanta escuchar con el cariño que hablas de tu familia.

Mejor no continuar esta historia.
Todo en esta vida se regresa como un boomerang  e inevitablemente
voy a terminar nuevamente en el infierno.

Ese es un buen cuento y yo decido contártelo para que te desanimes y
no me pienses más, o pienses menos en que te estas enamorando.

Cartas desde el infierno se llama el cuento y todavía no está terminado,
pero decido contártelo de todas maneras.
Tú me dices que contigo no tengo de que preocuparme, que no tienes novia,
que no tienes hijos, que nadie va a reclamarme por robarme tú corazón esta tarde.
Que cuando salí hoy a la calle, apenas me viste te enamoraste.
Que hace dos mese que terminaste la relación con tú novia, por ser como
de telenovela, puro cuento, pura ficción, irreal y puro drama.
Sé lo que se siente te dije yo, a mi tampoco me gusta el drama, lo negativo,
lo complicado, o lo imposible.

Me cansan los hombres que no saben lo que quieren o los que quieren algo
que no pueden tener y cuando se dan cuenta que si pueden, pierden el interés
o les entra el pánico, se quedan congelados en el tiempo y el espacio, en el silencio.
¡Hace algún tiempo bese a un príncipe y este se convirtió en sapo!
¡Vaya pesadilla! ¡Vaya desilusión!

¿Dije eso en voz alta o sólo lo escribí?

Tú me dijiste que sabías muy bien lo que querías y que tenías un plan acorto plazo
y otro a largo plazo. Me contaste tus planes y yo pensé que era un plan perfecto para ti.
Me sorprendió tanto, me alegro que me abrieras tú corazón, en tan poco tiempo,
no sucede a diario que alguien me cuente sus planes con tanto sentimiento.
Yo no quise contarte mis planes, que son demasiados y tú no estas en ninguno de ellos.
Para no enamorarte, me quede callada, sabía que si no lo hacia estarías perdido.
¡Más enamorado imposible!

Recuerdo pidiéndote  que no te enamoraras de mi, que eso no era lo que yo buscaba,
sólo quería que fuésemos amigos, que por eso era yo tan sincera contigo para
que no te engañaras y no quedaran dudas en tú mente de mis intenciones contigo.
Quise ser tan clara como el agua que corre por un rio a toda velocidad y sin poder parar.
Yo soy buena con las palabras y si quisiera enamorarte me resultaría muy fácil.
Las palabras para mí son como un grifo de agua que abres en las mañanas para
lavarte la cara con agua fría para despertarte. ¡Es que soy fresca y atrevida!

Mis palabras pueden ser también ardientes como la lava de un volcán y quemarte
por dentro, encenderte hasta llegar a enloquecerte de pasión, si eso quisiera yo.
Pero yo hoy no salí a la calle para enamorarte y por eso cuido mucho mis palabras,
no soy misteriosa, ni puedo decir que mi vida sea complicada.  
Soy como soy y soy yo misma cuando estoy contigo.
Soy tu amiga, espero serlo siempre.

Media hora más tarde….

¡Que ahora estas más enamorado que antes! - Me dices
Que todo lo que yo digo, sólo hace que te enamores más.
Eres bella, bellísima, muy bella. - Continúas diciendo

¿Que dices? ¿Que te pasa? ¿Estas bien? - Te preguntó.

Estoy bien princesa bella, todo esta bien, sólo enamorado.
¡Más enamorado que nunca!  - Me respondes.

Hoy salí a la calle para sentir el sol y la brisa en mi piel,
para caminar un rato y sin quererlo me tropecé con un amigo,
un valiente que se enamoró de mí al verme.

¿Será que mañana no salgo para no enamorar a más gente?

Si quisiera enamorarte, te diría, te diría, te diría…
Mejor me callo, mejor no sigo para no enamorarte.

¿Fin? 

“Le he robado el alma al aire para dártela en este suspiro
Soy como la tierra amor, tú eres el sol que no se deja ver
no puede ser, cómo va a ser.
Le he robado robado el alma al aire para poder llevarte aquí conmigo
Soy como la tierra amor, tú eres el sol que no se deja ver
no puede ser, cómo va a ser” El alma al aire de Alejandro Sanz


 Lecherías, 20 de Febrero del 2012

No hay comentarios.: