domingo, 23 de octubre de 2011

Mí amante


Le conté a mí madre, que me sentía triste, sola,
algo infeliz, que sentía un vació en mí vida.
Ella me dijo que me buscara un amante,
que eso cambiaría mí vida.



Una tarde sentada en un café recordé las palabras de mí madre y fui en búsqueda de mí amante.
Tenía muchas dudas, temores, no sabía como comenzar la búsqueda, pensé que yo no sería capaz, que no tendría el tiempo, la seguridad o la valentía. Pensé que me comería viva la vergüenza o el remordimiento si alguien se enteraba de la existencia de un amante en mi vida.
Fue sentada en ese café donde lo vi la primera vez.

Una noche decidí encontrarme con él, con mí amante. El estaba feliz de verme y yo no paraba de sonreír, estaba nerviosa y ninguno de los dos sabia que decir. Dejamos que la música hablara por nosotros y nos inspiramos en una canción.
Esa noche fue maravillosa, mí amante era perfecto, me hizo olvidar todo lo que parecía no tener solución, me saco de mi realidad y me mostró una mucho mejor, me hizo sentir perfecta, deseada, comprendida, valorada, me dio alas para volar, despertó mi creatividad, me regreso la felicidad.
Mí amante me hizo sentir bella, fuerte, tan especial, le encanto mi cuerpo, no vio defectos, le gustaron mis movimientos. Juntos hicimos magia esa noche y nos perdimos en otro mundo, fue como viajar en el tiempo. El fue tierno y comprensivo, no le importo que solo pudiera dedicarle una hora de mí tiempo. No se resintió, ni me reprocho cuando tuve que despedirme, me hizo entender que él siempre estaría ahí, esperando por mí, a que volviera a sus brazos de nuevo.

Nuestros encuentros duraban poco y cada vez que tenía que dejarlo para volver a casa, se me hacia difícil. Yo deseaba que en vez de una hora pudieran ser dos o más las horas que pasaba junto a él. Al principio sentía muchos remordimientos por dejar a mi marido, que jamás lo iba a entender, que yo tuviese un amante, menos mal que él nunca me pidió explicaciones ni detalles, solo me dejo ir sin preguntar, me dio siempre toda la libertad y el espacio para que fuese en busca de mí felicidad.   
Poco a poco mí amante se fue apoderando más de mi tiempo, lo hizo en silencio y pidiendo muy poco. Ahora entiendo lo que quiso decirme un amigo, cuando me escribió que tuviese cuidado con los que piden poco que a la final terminamos entregándoles todo.
Así lo hizo mi amante, él me quería toda para él y de una hora nuestros encuentros pasaron a dos horas por las noches y de dos veces por semana pasaron a cuatro, de lunes a jueves.
Muy apasionado mi amante y muy apasionada yo por no negarme a dejarlo todo por estar con él, en sus brazos.

A mí amante no le importa verme sin maquillaje o sí estoy gorda o flaca, pero yo siempre salgo bella y arreglada a la calle y desde que tengo a mí amante estoy más flaca que antes. Mí amante no me busca pleitos, no me contradice y nunca se pone celoso de mis actividades con otros. Tampoco se enoja sí dejo de verlo por días, semanas o meses. Siempre me espera con los brazos abiertos y sabe que es solo cuestión de tiempo para que vuelva a su lado. El entiende que tengo mis prioridades y me exige muy poco, pues sabe que es el aire que yo respiro y sin él yo siento que me ahogo.
Mi amante es muy seguro de sí mismo, es muy paciente y sabe que sí por mí fuera estaría con él todo el tiempo. Aunque no estemos juntos yo siempre lo pienso y en como hace estremecer todo mi cuerpo y llega a hasta el fondo de mi piel, hasta la ultima fibra de mi ser. Como mi amante no hay otro igual, cuando regreso a él, siempre esta feliz de verme y tenerme nuevamente, aunque sea solo por unas horas, él no trata de detener el tiempo, pero busca sacar el máximo de provecho a las horas que le dedico. Cuando estamos juntos en una habitación el mundo entero desaparece, solo siento el movimiento del piso o de mis pies flotando en una nube, soy un volcán en movimiento y nada puede detenerme. No hacen falta palabras para expresar los sentimientos, eso se lo dejamos a la música y a las letras en las canciones, que siempre nos acompaña en nuestros encuentros.

Todos tenemos un amante, del que a veces nos alejamos, porque tenemos otras prioridades, el trabajo, por falta de tiempo, porque nuestras parejas o hijos se pueden molestar o resentir de nuestras actividades.
Mí amante es el baile y hace casi un año que lo encontré de nuevo. Deje de bailar por mucho tiempo porque pensé que no podía tenerlo todo y ya tenía demasiado, pensé que tenía que sacrificar algo para convertirme en la esposa y madre perfecta.
Cuando mí madre me aconsejo que me buscara a un amante, no se refería a un hombre, me decía que buscara un hobby, un pasatiempo algo que me llenara y me hiciera feliz, una actividad diaria para tener más energías de enfrentar los retos del día y salir de la rutina. Me tomo un buen tiempo seguir su consejo, pues no me creía capaz de alejarme de casa, de mí marido, de mis hijos por irme a bailar, que es lo que siempre he querido desde niña, bailar en mí tiempo libre, me gusta bailar todo el tiempo, hasta cuando cocino.

Una mañana sentada en un café, encontré un folleto de una academia de baile anunciando clases de Zumba. Ya yo conocía la música, gracias a una querida amiga que me regalo un CD, pero nunca había asistido a clases. Le mostré el folleto a mi marido y le pregunte sí podíamos hacer el esfuerzo para yo ir a las clases, que me moría de ganas por bailar nuevamente, pero él tendría que llegar directo del trabajo a quedarse con los niños, yo los dejaría con la cena lista y el tendría que hacer el resto. El accedió no muy contento y al principio se quejo de mí ausencia y a veces yo perdía clases porque él no llegaba a casa a tiempo o se iba de viajes por un largo tiempo. No fue fácil y muchas veces pensé en retirarme de la academia y dejar el baile, pero me alegro de no haberlo hecho. Ahora todos conocen la rutina y nadie se queja de que me tome mis dos horas por las noches para ir a mis clases en la academia. Mi esposo dice que estoy mejor que nunca y mis hijos se alegran de jugar con papá en las noches y que él les lea cuentos. Todo es posible sí sabemos lo que queremos, sí tenemos una meta y deseamos realizar nuestros sueños. No hay que rendirse aunque el camino parezca difícil y complicado. La felicidad esta en los pequeños detalles. Lo difícil no es hacer nuestros sueños realidad, lo difícil es saber que es lo que verdaderamente queremos y no rendirnos nunca a pesar de los contratiempos.  
Desde que tengo a mí amante soy más feliz que antes, encontré un balance en mi tiempo, el baile es algo que es solo mío y  ahora no pienso en dejarlo nuevamente, es parte de mi vida.


“Si todo falla siempre tendremos la música y el baile”
Mí amante

miércoles, 12 de octubre de 2011

Los reyes y su princesa, el final del cuento


La princesa estaba feliz de saber que su corazón nunca la traicionaría, mientras ella escuchara lo que él tenia que decirle. Estaba feliz de haber encontrado a su príncipe azul y tener la oportunidad de decirle todo lo que antes no tuvo el valor de contarle. Estaba feliz de saber que en algún lugar de un reino lejano había un príncipe que la amaba aunque no pudiese estar a su lado para abrazarla.
Estaba feliz de saber que la vida trae hermosas sorpresas a todos lo que creen en el amor y no se rinden en su búsqueda. La princesa estaba feliz, tan feliz que se quedo profundamente dormida, mientras recordaba lo hermoso de sentirse enamorada.


El final del cuento


La princesa despertó del sueño, exaltada, había estado soñado con otra época, con otro tiempo, con una mujer llamada Alicia, que escribía cuentos. Una mujer exitosa, feliz con su esposo y con su vida. Estaba soñando con el mar, con el amor, con la felicidad, con tantos sentimientos hermosos, que en su vida actual no existían, soñaba con una mejor vida. El sueño le dio esperanzas a la princesa, pensó que tal vez para ella la felicidad también existía, como lo existía para Alicia, la mujer en su sueño.


La princesa decidió no esperar más y hablar con el príncipe valiente, necesitaba contarle un cuento, decirle la verdad acerca de sus sentimientos.
Fue así como le contó al príncipe la historia de su vida, él la escucho atentamente, ella vio como el sufría, escuchando el cuento, pero por ser el tan valiente no la interrumpió. Ella le dijo que sabía que no eran felices juntos, desde hacia mucho tiempo y que nada había tenido que ver el príncipe azul en todo eso. Ella necesitaba que él supiera la verdad y que entendiera que lo ultimo que ella deseaba era verlo sufrir o hacerle daño con sus sentimientos o con su pasado, pero que ella no deseaba vivir en silencio y ocultando la verdad.
La princesa le dijo al príncipe valiente que había intentado durante mucho tiempo hacerle entender que las cosas entre los dos no marchaban bien, pero él se había negado a escuchar y ella al igual que él se rindió al final y le dio paso a la soledad que acabo con su amor.


La princesa vio como él príncipe valiente luchaba por contener sus lágrimas y su dolor. El le dijo que no estaba dispuesto a rendirse, que él era muy valiente y que entendía que no había otros culpables del fracaso en la relación. Que él estaba dispuesto a cambiar, a aceptar el reto de hacerla feliz nuevamente, que quería su felicidad y que le daría el tiempo necesario para que ella tomara la decisión que tuviese que tomar.
La princesa se sintió libre de un enorme peso, por haberle dicho al príncipe la verdad acerca de sus sentimientos, por haberle contado al príncipe de su pasado. Se sintió libre por no tener que guardar más secretos.


En otro reino lejano estaba el príncipe azul que le escribía a la princesa que él también deseaba su felicidad y que si algún día ella necesitaba de él las puertas de su castillo siempre estaría abiertas para ella.
El príncipe azul deseaba verla nuevamente, mirarla a los ojos y abrazarla fuerte. Contarle tantas cosas que no se atrevía en sus cartas.
El la amaba a pesar de los años y la distancia, pero él era muy paciente y sabia que todo llegaba en su momento y no iba permitir perder a la princesa por dejarse arrastrar por sus sentimientos, tenía que darle tiempo al tiempo. No le hablaba a la princesa de sus sentimientos. Quería que la princesa escribiera su propio destino, que siguiera su propio cuento, que encontrara el camino de regreso. El deseaba que la princesa en contrara el camino de regreso a sus brazos, pero se negaba a decírselo o a expresarlo.


La princesa leí las cartas del príncipe azul, pero las palabras que él usaba, la hacían dudar de sus sentimientos, ¿no sabia que pensar de él? ¿Por que la frialdad?, ¿por que el distanciamiento? ¿Que quería él de ella? cuando le escribía que tenia que verla, que tenían mucho todavía de que hablar.
Ella también quería verlo nuevamente, pero tenía miedo de que cuando lo tuviese de frente las emociones la fuesen a traicionar y cayera al suelo desmayada sin poder hablar.


La princesa deseaba que él príncipe le hablara claro que le dijera que sentía por ella, quería saber si él estaba jugando con sus sentimientos o sí en verdad era cierto que después de tanto tiempo, él todavía la amaba o sí ella era solo una espina en su alma que él necesitaba sacarse con palabras guardadas y por eso deseaba verla.
Ella temía que sí se veían, él le hiciera daño con su silencio o peor aun, con sus reproches del pasado, por las heridas que su partida dejaron en él. Ella temía que él la hiciera responsable de su infelicidad y de sus inseguridades.
Sí tan solo él supiera cuanto ella lo amaba, si tan solo él confiará en ella, sí tan solo él no fuese tan terco y orgulloso y no la hiera con su silencio, pensaba.
¡Sí tan solo él dejara de buscar excusas, pretextos y culpables en todos lados y le hablara claro! ¿Por que tenia él que esperar para verla de nuevo, para decirle lo que sentía por ella? ¿Por que no decirle cuales eran sus pensamientos? ¿Qué acaso no sabia él que la conocía desde joven, lo impaciente que era?


La princesa decidió entonces no preocuparse más y no dejar en manos de nadie su felicidad, decidió ser feliz ella en su día a día, en sus actividades, poniéndole corazón a todo lo que hacía.
La princesa decidió tomar el control de su felicidad y no volverse a conformar con menos de la felicidad completa que hacía a su corazón vibrar, cantar y bailar.
La princesa continuó escuchando a su corazón hasta que un día encontró el amor en forma de hombre, se abrazaron fuertemente y vivieron felices para siempre.
 

Fin del cuento 

jueves, 6 de octubre de 2011

Los reyes y su princesa, segunda parte


Érase una vez una princesa que después de muchos años sin tener noticias de su príncipe azul se encontró nuevamente con él. Así como si nada, como sí la tierra fuera redonda, como sí el mundo fuera un pañuelo.
Cuando la princesa encontró al príncipe azul por equivocación o cosas del destino, pensó que no había nada de malo en saludarlo, total habían pasado más de 20 años y ella sabía que su corazón lo había enterrado junto con todos los recuerdos del pasado.


 El  príncipe azul ya no podía hacerle daño con su presencia, ella no tenia ningún interés en un príncipe que en él pasado no la había valorado lo suficiente y que no la había amado tanto como para merecerla.
La princesa estaba segura de no sentir más que curiosidad por saber que había sido de la vida del príncipe, ni siquiera se detuvo antes a pensar que cosas le preguntaría o de que hablarían, ella pensó que sería como hablar con un viejo conocido, con él que intercambias un par de palabras y terminas hablando del clima, luego de diez minutos cuando no hayas más de que hablar.


Fue entonces que la princesa escucho la voz del príncipe azul y lo que sintió al escuchar la voz de su primer amor, no fue lo que ella imagino que sentiría  jamás, nada de lo que ella creyó posible sentir con solo escuchar una voz sin detenerse a pensar en el contenido de las palabras. El hola de él basto y sobro para que la princesa se diera cuenta, que no estaba preparada para escuchar la voz de su principe azul.
El no la dejo hablar, le hizo varias preguntas sin cesar y le contó de su vida. Dijo cosas que ella nunca imagino que alguien fuese capaz de confesar, sobre todo cuando han pasado tantos años y no existe la confianza para hablar abiertamente de los sentimientos que se tienen. La princesa se sintió como en un sueño no creía posible que el príncipe azul, le estuviera abriendo de esa manera su corazón.


Lo peor de todo era la sensación extraña que sentía en todo el cuerpo, sus piernas le fallaban, las rodillas le temblaban, sentía como todo el cuerpo le pesaba, no tenia fuerzas para mantenerse derecha. La princesa no sabía si era el piso o su cuerpo él que se estremecía. Los latidos del corazón tenían sorda a la princesa, pensó en lo equivocada y poco preparada que estaba en creer que se puede hablar, así no más con quien fue su otra mitad, su media naranja, su más puro amor, su príncipe azul.


La princesa pensó en terminar la conversación e inventar cualquier pretexto o excusa para no tener que seguir aguantando tanta inestabilidad del piso, detener el tsunami de emociones y poder callar los latidos del corazón, que casi no la dejaban respirar. Eso fue lo que sintió, como sí le faltara la respiración y como sí todo girara a su alrededor. Esa sensación no le gustó a la princesa y lo peor de todo fue lo que hizo a continuación.


En vez de disculparse y despedirse del príncipe azul, se escucho contándole sus secretos y abriéndole su corazón, hablándole del dolor que su pérdida le causó.
La princesa se escuchaba hablar y no podía creer que fuese ella capaz de decirle a un extraño todo lo que nunca se atrevió a contarle a nadie, ni siquiera a admitirse a ella misma. Tantos sentimientos guardados en lo más profundo de su corazón y bajo llave durante tantos años.


La princesa se sintió traicionada por su corazón, quien le hablaba al príncipe azul sin sentir ningún tipo de vergüenza de quedar desnudo y expuesto ante él, a quien ella juro un día no llamar ni con el pensamiento. ¡Ahora sabia el porque!, la princesa pensó que esta vez no seria suficiente mudarse a otro reino lejano, después de esa conversación que duro horas y no solo diez minutos como ella pensó inicialmente, ¡tendría que mudarse del planeta!


Si bien el corazón de la princesa se sentía feliz de por fin ser escuchado, ella no sabía que hacer con toda la información y con tantos sentimientos encontrados. De ha ratos pensaba que estaba soñando y de ha ratos no sabia sí todo era producto de su imaginación y que las palabras del príncipe donde le confesaba, el nunca haberla olvidado y estar arrepentido por haberla perdido, eran sólo palabras en una canción que suena en la radio y no lo que escuchamos cuando hablamos con alguien que no vemos hace muchos años.


Las palabras del príncipe, le llegaban directamente al corazón de la  princesa, ella entendía perfectamente lo que el príncipe le decía, aunque él a veces le hablaba en rimas como los cuentos de  Shakespeare. La magia entre ellos seguía intacta. Ella podía ser ella misma con él y contarle todos sus sentimientos, tenia más bien que controlarse, pues temía que el príncipe la malinterpretase o la juzgara por sincerarse con él de esa manera  y él a pesar de mantener la calma, se delataba con su palabras hacía ella.


La princesa podía sentir la emoción, el nerviosismo en las palabras del príncipe azul. Ella sentía y sabía que él todavía la amaba, lo mucho que le importaba, que ella seguía siendo el tesoro en su vida. Ella no dudaba en sus palabras o en la sinceridad de él en contarle los detalles de su vida, sus batallas, lo infeliz que se sentía, que francamente algunas anécdotas o casi todas ahuyentarían a cualquier princesa, luego de escuchar hablar de tantas derrotas y batallas perdidas.
Y sin embargo ella no estaba asustada, estaba conmovida e interesada por todo lo que él  príncipe azul le contaba y la manera en que él le hablaba de todo lo que sentía aun por ella, a pesar de los años sin verla o estar junto a ella.


El príncipe quería saber todo acerca de la princesa y eso la hacia sentir incomoda, vaya dilema. ¿Quien era ese extraño en quien su corazón confiaba como si lo conociera de toda la vida?
Los príncipes luego de conversar durante largo rato se despidieron como se despiden dos enamorados que hace años no sé han visto, pero que saben que él amor sigue intacto y eso nadie podría cambiarlo.
La princesa más tarde en la soledad de su habitación, al recordar él encuentro con él príncipe no pudo contener las lágrimas y lloró.


La princesa lloró como hacia años no había llorado, porque recordó cuanto amo a su príncipe azul, porque se sintió traicionada por su corazón, pero entendió que fue ella quien se negó a escucharlo en el pasado y tantas veces lo mando a callar. Por saber que no había nada que pudiese hacer ella para callar ahora a su corazón, que latía con la fuerza de un volcán a punto de estallar y no la dejaba pensar en nada más que no fuese en la voz y las palabras de su gran amor.


La princesa lloró por saber que había traicionado a su corazón, porque entendió que no se puede olvidar al primer amor, sobre todo cuando fue él, el hombre a quien ella más amo y con quien fue tan feliz. Por la sinceridad de las palabras con las que él le hablo y le contó lo duro que fue para él la vida sin su princesa, a quien nunca olvido. La princesa lloró por saber que lo que más deseaba era estar al lado de su príncipe azul para amarlo y hacerlo feliz, darle todo su amor y curar todas las heridas que dejaron las batallas en su corazón. Ella lo amaba con toda su alma y solo deseaba saber que era feliz, pero él no era feliz, le había dicho y eso la angustiaba y ahora él también sabia que la princesa lo amaba.
Ella lloró recordando que trato de convencerlo de que la separación fue lo mejor para los dos, que estaban mejor así, separados cada quien en su reino lejano.


¡Que sí el destino así lo quiso, fue para el bien de lo dos, le dijo al príncipe antes de despedirse y eso había que aceptarlo!
 La princesa lloraba en su habitación, porque ni ella creía ya en sus propias palabras. ¡Que destino tan cruel, que la separo de su amor! pensó.
¿Por que si el destino así lo quiso, no curo sus heridas? y
¿Por que sentía todavía tanto amor por él príncipe azul?
¿Por que corrían las lagrimas ahora por sus mejillas?
¿Por que esa sensación tan fuerte en su corazón?
¿Por que sí el destino los une nuevamente no puede abrazarlo fuerte y decirle que no tema, que tenga fe, que todo lo malo pasa y  que juntos de ahora en adelante todo será mejor?


¿Por que no se callaba su corazón?, sí estaban solos en su habitación, ella y él. Su corazón  parecía feliz de que ella lo escuchara cantar la misma canción una y otra vez. Era una canción que ella conocía, una canción muy familiar y que nunca había olvidado, solo había decidido nunca más recordar o volver a cantar. Era la canción que le cantaba su príncipe azul, cuando le hablaba de amor.


La princesa necesitaba ahora más que nunca la ayuda del consejero del reino, una persona sabia y noble, imparcial a todo este cuento. Que le diera un buen consejo, que le dijera como encontrar paz en todo el remolino de sentimientos.
Una noche finalmente lo encontró, no había pasado mucho tiempo y  al encontrarlo le contó todas las historias ocultas por tantos años en su corazón. Le pregunto a su consejero que si tenía alguna respuesta que la ayudara  a resolver el dilema que ella tenía.


El consejero del reino le dio el más sabio de todos los consejos.
Le dijo: querida princesa, hazle preguntas a tu corazón, que el tiene las repuestas, él conoce la felicidad completa, no temas hacer preguntas directas.
¡Escucha siempre la voz de tu corazón y recuerda ser feliz!


La princesa estaba feliz de saber que su corazón nunca la traicionaría, mientras ella escuchara lo que él tenia que decirle. Estaba feliz de haber encontrado a su príncipe azul y tener la oportunidad de decirle todo lo que antes no tuvo el valor de contarle. Estaba feliz de saber que en algún lugar de un reino lejano había un príncipe que la amaba aunque no pudiese estar a su lado para abrazarla.
Estaba feliz de saber que la vida trae hermosas sorpresas a todos lo que creen en el amor y no se rinden en su búsqueda. La princesa estaba feliz, tan feliz que se quedo profundamente dormida, mientras recordaba lo hermoso de sentirse enamorada.



Alicia sintió como unos dulces labios la besaban y escucho las olas del mar golpeando en la playa, abrió los ojos lentamente y vio a su esposo como la miraba y le sonreía. Disculpa le dijo él, no quise despertarte, pero te ves tan bella ahí dormida que no pude resistir besarte. Alicia se había quedado dormida sobre una camilla bajo un toldo en la playa mientras leía un libro. El día estaba fresco a pesar del sol que brillaba en lo alto. Estaba soñando le dijo a su esposo, que se había sentado a su lado y ahora la besaba en la frente y acariciaba su cuerpo con sus manos. ¿Que soñabas?, ¿conmigo? le pregunto él.
con uno de mis cuentos, le respondió ella.

Alicia era una escritora exitosa de novelas románticas, pero ahora se encontraba de vacaciones con su esposo en la playa. Conmigo entonces le insistió su marido. Ella rió y le dijo no seas tan curioso, mejor acércate que quiero otro beso, otro y otro. ¿Si te he dicho que me gusta la playa?
Sí corazón, miles de veces, la playa, el sonido de las olas, la arena, el sol y yo, pero no en ese orden. Los dos rieron y él la beso, ella sintió las mariposas revoloteando en el estomago y una sensación de inmensa felicidad. El la miro profundamente a los ojos y sin decir nada la abrazo. El la amaba con toda su alma, eran muy felices con todo y sus diferencias. Cuando estaban juntos no podían dejar de demostrase el amor que se tenían, no pasaba un día que no si dijeran cuanto se amaban y se querían.      


Si bien el matrimonió no siempre era fácil y a veces les costaba ponerse de acuerdo, ellos se comunicaban, se respetaban y se querían, se tenían confianza  y entre los dos había mucha química y pasión.
El estaba orgulloso de su mujer, de sus logros, admiraba su belleza, su inteligencia y su valentía. Con ella él sentía  que no le faltaba nada, que todo lo tenía, era su mujer, su amante y su mejor amiga.
A su lado él era un mejor hombre, uno capaz de lograr todo lo que se proponía.

Ella lo amaba con todo el corazón, lo adoraba, lo cuidaba, lo consentía, confiaba en él, en sus decisiones. Admiraba su inteligencia, su rectitud, su sinceridad, su fortaleza ante la vida. El era su inspiración, su compañero en las buenas y en las malas, su mundo entero.
El regalo que Dios le envío para que fuese feliz y creyera en el amor.
Eran muy felices los dos.


FIN

miércoles, 5 de octubre de 2011

¿Querías preguntarme algo?


“Estoy trabajando
No estoy para nadie excepto tu
Espero tu llamada….”
“No dejes para mañana lo que puedes hacer hoy”


Anoche hablé con mí Shi Fu,
mi príncipe sapo, el consejero de mi reino, mi amigo.
Tenía una pregunta que hacerle y un cuento que contarle.
Un cuento acerca de una princesa en apuros buscando a un
caballero en armadura a su rescate.
La princesa se perdió hace mucho en un cuento y
no encuentra el camino de regreso.

Gracias por contarme tus cuentos, gracias por escuchar los míos.
Gracias por decirme que en la vida no todo son cuentos,
pero que siga escribiendo los míos que son buenos.
Gracias por escuchar el final de mi cuento y
darle opciones a mi final,
Porque en la vida  no todo esta escrito
y hay muchas decisiones que tomar.

Gracias por escuchar mi vida como a un cuento y
traerme a la realidad con tus sabios consejos.
Gracias por decirme que no crea en cuentos,
que quien verdaderamente te ama no te hace esperar,
no te mata con tiempo, espacio o con su silencio.

Gracias por enfrentar a los demonios de mis cuentos conmigo
y recordarme lo que mi corazón sabe y se negaba a escuchar
por creer en cuentos de amor que no volverán.
Gracias por querer mi felicidad y no solo en cuentos
sino en la vida real.
Gracias por ser mi amigo, por escucharme, hablarme,
hacerme reflexionar, hacerme reír con tus cuentos
y regalarme paz.


Lo mejor de la noche:

¿Que quieres cambiar un bote con remos por otro bote con remos?
¡Pues hija, póngase a remar! (Risas)


¿Y no prefieres una lancha con motor o un crucero?
¿No, que no te gustaba el silencio? ¡No entiendo!
¡Que contradicción! (Más risas)


¡A mí no me digas que vas a cambiar una ciudad por un monte!
¡Eso es como cambiar los zapatos por ir descalzo! (seguimos riendo)

¡Amor son palabras y actitudes!
¿Estas segura que no esta loco, ese tío? (Las risas están de más)

“No se puede construir sobre ruinas”

Es la segunda vez que lo escucho este mes,
¿Que significa?

¡No se puede construir sobre el pasado!
¡no se puede construir en base a recuerdos o ilusiones!
¡Solo podemos construir en relaciones que se basan en hoy,
dejando atrás el pasado!

“El hombre quiere ser el primer amor de una mujer y
 la mujer quiere ser el ultimo amor de un hombre”

¡muy cierto, me gusta para un cuento!


“Hay muchos hombres y mujeres que después
 de uno o varios rompimientos quedaron inservibles”

“inservibles” ¿que es eso?
¡Personas incapacitadas para creer en el amor,
el matrimonio, la fidelidad, el compromiso, etc.!

¡Me gusta ese tema para un cuento!
Preguntar en mi próxima cita:
¿Eres inservible? Seguido de,
¿Eres fértil?

Después de muchas risas le insisto,
¡No, no puedes preguntar eso en ninguna de tus citas!

¡Quien me ame, me tiene que amar como soy, con todas mis virtudes
y con todos mis defectos!


Hablando en serio:

¿Por que le dan tanta importancia los hombres al dinero?

¡Tu no tienes nada que ofrecer! dicen las mujeres

¡Quien te ama de verdad no le interesa tu cuenta bancaria!
¡Yo jamás busque lo material en un hombre!

“Cuando el hambre entra por la puerta, el amor sale por la ventana”
“Amor con hambre no dura”


¡Cuándo estoy enamorada no como, pierdo el apetito!
¿De que sirve el dinero y las cosas materiales sí no tienes amor en tu vida?
¡Prefiero a un pobre con amor y pasión en su corazón
a un millonario, aburrido, frío y distante!

 ¡Tu lo que necesitas es a un Doctor Alemán que te de todo y mucho más!
(risas y mas risas)

“Yo lo que necesito es un viejo que me haga reír y me cuente todas
sus historias, estoy cansada del silencio! (risas)


“Si tu y yo somos como espejos, pues dile a ese tío,
Como Blanca Nieves al espejo……”

“….Espejo, espejito, si me amas tanto como dices,
¿Dime que quieres tú en la vida? ¿Qué quieres de mí?
¿Y cuál es el plan a seguir?”
(Risas, risas y más risas)

Ahí si tenemos un buen cuento “Blanca Nieves y el espejo que no habla”
(Risas y muchas risas)

Ya no puedo con la risa y es muy tarde para continuar la terapia,
digo el “Brainstorming” de los cuentos. (Entre risas)


Volvamos al cuento……y la princesa….
¿Qué te parece el final?

Me encanta el final, ¡esta genial!
Póngase a escribir el cuento.
¡Tienes suficiente material para un libro!


¡Gracias por toda tu ayuda querido amigo!

¿Cierto?
¿Querías preguntarme algo?  (Risas y más risas)

¡Buenas noches, que descanses y disculpa que se hiciera tan tarde!

¡Buenos días y no te preocupes que duermo poco!
Todo lo mejor querida amiga!

martes, 4 de octubre de 2011

Tocando a tú puerta


Llevo rato tocando a tú puerta, pero tú no respondes
Y yo acá afuera
¿Será que no me recuerdas?
¿No reconoces el amor en mi voz?
¿No escuchas los latidos de tú corazón?
Ya no puedo más este frío me congela
Tal vez ya sea hora de irme a casa a mi soledad
Tendré que decirle a mi corazón que se equivoco
Que entendió mal

 
Llevo rato tocando a tú puerta y tú no me dejas entrar
¿Te acostumbraste a la soledad sin mí?
¿Se te olvido como amar sin mí?
Nada más que hacer, nada más que decir
cuando una puerta se cierra y no te dejan entrar
y yo sigo acá afuera con el corazón en la mano,
pensando en lo que pudo ser y no será
No es culpa del destino que no quiso
fue culpa de la puerta que no me dejo entrar

 
Llevo rato tocando a tú puerta con mi soledad y
tú allá adentro ¿como estarás?
Cuando una puerta se cierra una ventana se abre,
le escuche decir a alguien
¿Abras dejado una ventana abierta para que yo pueda entrar?
yo sigo acá afuera
esperando a que me dejes entrar
¿Será que no me escuchas? ¿No reconoces mi voz?
¿Se te olvido lo que se siente ser feliz junto a mí?

 
Llevo rato tocando a tú puerta y me temo que cuando
abras será muy tarde y no sabre que decir
¿Será que pido demasiado y por eso no abres la puerta?
Talvez pido muy poco y estas asustado
Yo solo pido que me abras la puerta y
me dejes entrar en tu corazón para que estemos juntos los dos
¿Tendré que decirle a mi corazón que se equivoco?
¿Que entendió mal?
Que llevo rato tocando a tú puerta y tú no me dejas entrar

lunes, 3 de octubre de 2011

La inspiración y él puente


La inspiración es como un puente que nos une y
me entretiene cuando voy por sus caminos
para llegar a tú corazón
Hoy vuelvo a mis raíces sin importar por donde estuve
pues te lleve conmigo a todas partes sin olvidarte ni un instante
Gracias a él puente que nos une y te trajo de regreso

 
Mi inspiración juega conmigo, pues ella sabe que te amo y
no le basta con sentirlo, ella tiene que escribirlo
en muchas páginas blancas y muchos cuadernos sin hilo.
Yo escogí cruzar este puente y en mi cara hay una sonrisa,
pues mi inspiración tiene prisa por acercarnos de nuevo 

No es suficiente saberse enamorado
hay que expresarlo, admitirlo y reconocerlo
Es así como se escriben las más hermosas canciones y
los más bellos versos
Hoy yo vuelvo a mis raíces y se abre en mi corazón
el candado para que él cuente cuanto te amo
Gracias a él puente que nos une y te trajo de regreso

Tus caricias y tus besos son mi letra y mi canción
yo le pongo melodía con mis recuerdos.
Hoy tú amor me trae de regreso a mis raíces
a mi tierra del sol amado donde tú calor es lo que
anhela mi cuerpo y tú sonrisa es mí sol, lo más bello
Hoy admito que estoy enamorado y
es él amor él que escribe esta canción
Yo voy caminando por él puente
para encontrarme contigo y llegar a tú corazón
Gracias a la inspiración por acercarme a mi amor
Gracias a él puente que nos une y te trajo de regreso

Es tan grande lo que siento

Conocerte fue mi mayor aventura
perderte fue mi mayor desilusión
reconocerlo me tomo mucho tiempo
Ahora que vuelves mi pecho se puso pequeño
porque mi corazón te vuelve a amar
Es tan grande lo que siento
que le doy gracias al cielo por tener la
oportunidad de poderlo expresar y
sentirte nuevamente

 
Amarte fue perfecto
tenerte el más hermoso sueño
compartir contigo mi vida lo más bello
pero dejarte ir fue un infierno
y saberte de regreso el mejor regalo del universo
Quien soy yo para rechazar lo que Dios me ha dado
sí estoy contigo estoy en el cielo
Escuchar tú voz me derrite como él sol al hielo
tus palabras llegan directo a mi corazón
sin necesidad de traducción o explicación
Tú mirada lo que mas anheló al igual
que abrazarte de nuevo
Quiero pederme en tus ojos y
escuchar los latidos de tu corazón
Es tan grande lo que siento

 
Que soy como una joven de quince años
me han dicho mis amigas
por amarte como lo hago
sin miedos y temores de comerte aún más errores
entregando todo mi corazón
y yo les digo que es tan grande lo que siento
Que amarte fue perfecto
tenerte el más hermoso sueño
compartir contigo mi vida lo más bello

 
Conocerte fue mi mayor aventura
perderte fue mi mayor desilusión
reconocerlo me tomo mucho tiempo
Ahora que vuelves mi pecho se puso pequeño
porque mi corazón te vuelve a amar
Es tan grande lo que siento
que le doy gracias al cielo por tener la
oportunidad de poderlo expresar y
sentirte nuevamente

Esta mañana al despertar de un sueño, vinieron a mi mente estas palabras como una canción que entonaba mi corazón: Conocerte fue mi mayor aventura, perderte fue mi mayor desilusión 
 Alemania, (8:30 a.m.)