martes, 30 de agosto de 2011

Los reyes y su princesa


Hay cuentos que son muy difíciles de escribir hasta para mí que soy un libro abierto, son cuentos que requieren de mucho valor para ser puestos en papel. Tengo que trasladarme a un lugar en el tiempo muy profundo en mi corazón para que él les pueda hablar sin ser juzgado por la lógica o la razón.
Hay cuentos a los que les tengo miedo por su alto contenido en sentimientos. Este es uno de ellos, porque una vez haya visto la luz del sol no podré encerrarlo de nuevo en lo profundo de mi corazón. Es un cuento de esos que durante años preferí olvidar, pues es de esos que me hicieron llorar.


Érase una vez…un rey y una reina que tenían una princesa que crecía feliz en su castillo en un reino divino donde todo era seguridad, paz y armonía.
Los reyes le dieron a su princesa todo el amor, compresión y buena educación, necesarios para una princesa. Pusieron todo de su parte para hacer de su hija una princesa de buenos modales, educada y correcta.
Los reyes le hablaron de valores y principios, le pusieron límites, pero tan bien  le dieron libertad y alas para volar para poder hacer sus sueños realidad.


La princesa crecía feliz y  sabia que podía hablar con los reyes de cualquier tema, que con ellos siempre contaría para hablar de sus penas y alegrías.
El rey le leía cuentos en las noches y la reina la llevaba en el día a todos lados en su coche. ¡Eran los padres perfectos para una princesa y ella nunca cuestionaba sus decisiones!


Un día la princesa conoció a un príncipe azul y se enamoro. Ella estaba segura de lo que sentía aunque fuese la primera vez que su corazón le hablara de amor. Ella sabía que había encontrado al hombre de su vida por la sensación que tenia de mariposas en el estomago cada vez que de lejos lo veía y por latidos fuertes de su corazón cada vez que escuchaba su voz. No era solo química, era una explosión en la escala de Richter cada vez que el príncipe se le acercaba.
La princesa nunca había sentido algo igual o parecido, estaba emocionada y feliz de haber encontrado a su otra mitad, su media naranja, su príncipe azul.


Los reyes sabían de la existencia del joven príncipe y le permitieron que le hablara y que cortejara a la princesa, le abrieron las puertas del castillo para que la visitara y dejaron que el amor entre ellos floreciera sin ninguna objeción.  
Les dieron libertad para que vivieran su amor, el más puro amor.

La princesa se sentía la más feliz de reino junto a su príncipe a quien amaba cada día más, y él le correspondía, y le decía que era ella, quien gobernaba en su corazón.

El príncipe azul, que era todo un caballero, le cantaba canciones y le escribía poemas de amor, le contaba de su vida, sus sueños, le confiaba sus secretos. Le decía cuanto la amaba, que aunque ella ya lo sabía y no dudaba de su amor, era lo que más le encantaba escuchar de su príncipe  azul.
La voz del joven príncipe era la más hermosa canción para los oídos de la princesa enamorada, nunca se cansaba de escucharlo cantar y se sentía fascinada con la sinceridad de las palabras del príncipe.
Todo lo que él decía le llegaba directo al corazón.
Su amor crecía con cada día que pasaba. Cuando estaban juntos todo era perfecto, como cuando estas en un hermoso sueño y solo deseas detener el tiempo.


Un día los reyes le informaron a la princesa que se marcharían del reino a otro muy lejano donde no se puede llegar en coche o en velero. Que no sabían por cuanto tiempo, pero que algún día seguro volverían.
La princesa llena de tristeza y con el corazón echo migas, le contó a su príncipe que pronto partiría a otro reino muy lejano y no sabía cuando regresaría. 
El príncipe le dijo que el siempre la amaría sin importar la distancia. Prometió nunca olvidarla y le dijo que la esperaría hasta que ella regresara  algún día. Que el estaba seguro de lo que sentía, que un sentimiento tan fuerte no es algo que se encuentre todos los días.


La princesa lo escucho hablar sin decir o prometer nada, no hacia falta. Ella ya lo sabía, que jamás volvería a amar a otro como amaba su príncipe aquel día. El era el amor de su vida. Ella sabia que no iba a ser fácil la despedida o el día a día sin su príncipe, sin el amor de su vida.


La princesa se marchó del reino dejando su corazón con el príncipe y pasó el tiempo pero ella nunca lo olvido. Se intercambiaron cartas y fotografías, En las  cartas se contaban cuanto se amaban todavía.


Hasta que finalmente un día, los reyes y la princesa regresaron de vacaciones al reino. La princesa no había dejado las maletas en el suelo, cuando salio corriendo a llamar a su príncipe, se moría de las ganas de verlo. El llego sin perder tiempo para reunirse con su princesa, a quien todavía amaba a pesar del tiempo y la distancia. El amor que sentían era más grande que el universo. Apenas se vieron se abrazaron fuerte.
El le dijo algo al oído que ella entendió perfectamente.
El la beso con pasión y ella sintió como el piso tembló, el tiempo se detuvo y las mariposas en su estomago salieron volando de su cuerpo. Ella sentía que caía a toda velocidad como en el cuento de “Alicia en el país de las maravillas”
Pero sabia que era su príncipe quien la sostenía en sus fuertes brazos y nada malo podía pasarle, se sentía feliz de estar finalmente con el amor de su vida.
Cando la princesa miro a su príncipe a los ojos, no hicieron falta palabras ni explicaciones, los dos sabían que se amaban y solo deseaban detener el tiempo para estar juntos de nuevo.   


El tiempo pasó volando y las vacaciones acabaron, los príncipes nuevamente tenían que despedirse y la princesa cada vez más triste no deseaba alejarse nuevamente de su príncipe. Sin embargo no puso ninguna objeción a la decisión de los reyes y nuevamente se marcho dejando su corazón como lo había hecho antes con el príncipe, quien le prometió esperarla y amarla hasta que ella regresara para estar con él otra vez.


El tiempo sin el príncipe pasaba muy lento, los días parecían meses, los meses años y los años siglos. Hasta que un día la princesa volvió al reino donde había dejado al príncipe esperando con su corazón. En lo primero que pensó fue en buscar a su príncipe, pero este no apareció. Le dejo un mensaje en su castillo y no le quedo más remedio que esperar que su príncipe la buscara a ella. La pobre princesa no sabia que pensar y se comenzó a impacientar, las princesas no poseen paciencia, cuando aman o les roban el corazón son como un volcán a punto de estallar.


El príncipe azul que poseía la calma y la paciencia del océano finalmente apareció, pero esta vez no la tomo es sus brazos, simplemente le regreso su corazón, y le dijo que ella  había llegado en un muy mal momento. Que él se había cansado de esperarla sin saber si ella regresaría algún día. El continuaba hablando y la princesa lo escucho en silencio sin decir  palabra, prestando atención a sus reproches. “De lo mal que él sin ella había estado, de lo bien que seguro ella lo pasó en el otro reino lejano rodeada de príncipes en sus caballos”. “¡De porque ella se fue y lo abandono en vez de quedarse a su lado!”


 La princesa no entendía las palabras, los reproches  o la actitud de su príncipe azul, no era el mismo que hacia tan solo unos años atrás le juro amarla por siempre. El príncipe le dijo que necesitaba tiempo para resolver asuntos pendientes en el reino y que él la buscaría nuevamente.


¿Adonde se fue su amor? Pensó, igual no se atrevió a preguntar o contarle como sufrió sin su amor y como espero por años para verlo ese día y decirle que no lo había olvidado y que todavía lo quería como el primer día. Que no existían otros príncipes en su corazón, solo él. ¡Que su amor era puro y verdadero! ¡Que nunca lo abandono, le había entregado su corazón antes de irse para asegurarse de volver a su lado! ¡Que era ella la mujer de su vida, su princesa que estaba de vuelta!
No le dijo nada, tal vez por orgullo o por falta de confianza con ese extraño que le hablaba y su voz le recordaba al príncipe, a quien ella entrego su corazón y quien hoy era solo la sombra de su amor. El más puro amor.


La princesa lo dejo ir ese día sin despedirse  y se quedo con el corazón roto por dentro. No espero el regreso de su príncipe azul, tomo la decisión de dejarlo libre para que con otra fuese feliz.
No volvió a buscar a su príncipe y sintió alivio cuando dejo el reino, con todos y sus recuerdos, juro no volver a verlo ni llamarlo en pensamientos.
Ya no deseaba vivir o visitar aquel reino, donde habitaban tantos recuerdos.


Los reyes no hicieron preguntas y la princesa escondió sus lágrimas lo mejor que pudo. La princesa cumplió su promesa de nunca buscarlo, de no llamarlo ni con el pensamiento, lo dejo enterrado con todo y sus recuerdos el lo más profundo de su corazón.  

El tiempo paso y la princesa se recupero de su corazón roto y volvió a amar aunque nunca con la misma intensidad con la que amo a su príncipe azul.
Pasaron muchos inviernos y la princesa conoció a un príncipe valiente, uno que siempre cumplía sus promesas y la amaba con el corazón puro, pues era ella su primer amor. La princesa se sentía muy afortunada de haber encontrado a un príncipe tan valiente, quien no dudo en escalar los muros que ella construyo alrededor de su corazón, y le espero durante años hasta que ella le permitió acercarse lo suficiente. El no le temía  a los reyes en su castillo, ni a los dragones del reino, no creía en imposibles, ni en cuentos, el solo deseaba hacer feliz a una princesa, impaciente y malcriada, que le robo el corazón la noche en la que la conoció.


La princesa era feliz con su príncipe valiente, pero la voz de su corazón le decía que faltaba una pieza del rompecabezas para la felicidad completa. Ella se negó a escuchar el acertijo que su corazón le ponía y lo mando a callar  por andarse con tanto misterio y prefirió pedir audiencia con el rey, su padre y preguntarle a él por sabio, si  entendía lo que su corazón le advertía, ¿que no había encontrado la felicidad completa?


La princesa le explico a el rey que su corazón se sentía incompleto que faltaba una cualidad en su príncipe valiente, algo que a su lado no sentía, llámese pasión o química. Le contó al rey que tenían todo en común, las mismas metas y se hacían excelente compañía el uno al otro, Ella al lado del príncipe valiente se sentía segura y tranquila. El solo buscaba hacerla feliz y complacer todos sus deseos.


La princesa sin embargo le confeso al rey que pensaba dejar libre al corazón del príncipe valiente, por tal vez ser ella quien no lo amaba lo suficiente por no sentir en su corazón la pasión de un volcán ardiente.
El rey se tomo su tiempo en hablarle a la princesa como quien piensa bien sus palabras antes de expresarlas. Le hablo muy calmado a la princesa y le dijo que la pasión no era lo importante en una relación duradera. Que la pasión moría con los años como muere la grama en el invierno sobre la pradera.

Según el rey lo importante para ser feliz era la estabilidad, la amistad, los valores en común, el respeto por el espacio que se tienen en pareja. Que pensara todo eso antes de dejar a un príncipe tan valiente, correcto, bueno y tan enamorado que estaba de ella. ¡Que no se puede tener todo lo que se desea!


La princesa recordó lo que había sentido su corazón cuando había amado con pasión y lo que le costo recuperarse del desamor, del dolor de amar a alguien sin ser correspondido. ¡No quería tener que pasar nuevamente por lo mismo, amar a alguien con todo el corazón, con la pasión de un volcán, eso ya no estaba en sus planes, ahora deseaba amar con la lógica, con la razón y no le importo ignorar la voz de su corazón!


Años mas tarde la princesa se caso finalmente con el príncipe valiente, luego de que él cumplió todas las pruebas que ella le puso para comprobar la fortaleza de su amor. La princesa sabia  en el fondo de su corazón que faltaba una pieza para la felicidad completa, pero no le importo, ya que no se puede tener todo lo que se desea o eso fue lo que siempre escucho.


Los príncipes vivieron felices y contentos en su castillo en un reino lejano rodeados de seguridad, armonía, tranquilidad  y prosperidad. Hasta que un día luego de muchos años y muchos inviernos, no fueron felices más.
Su príncipe valiente ya no era el mismo de hacía años, no era feliz en el castillo ni en el reino lejano, deseaba paz y tranquilidad, algo que su princesa con corazón de volcán no le podía dar.


El corazón de la princesa le comenzó a hablar de la pieza del rompecabezas que faltaba en su corazón que completaba la felicidad.
 Le pidió a gritos que no lo ignorara más, que él se sentía solo y vacío, dejado en el olvido, y necesitaba su atención que lo escuchara por favor, que él estaba cansado y exhausto de gritar de tanta infelicidad.  Su corazón le pidió algo más, que no ignorara la pasión y los latidos de su corazón y comenzara a bailar que él necesitaba esa felicidad como ella necesitaba respirar.


La princesa tampoco era  la misma, ya no se reconocía cuando se miraba al espejo, necesitaba de un buen amigo a quien contarle un cuento o dos o tres, alguien que la conociera de toda la vida de otro reino, de una época feliz y sin tantas complicaciones, acertijos  y misterios. Necesitaba un consejero oficial para su reino.


Sin querer queriendo comenzó la princesa la búsqueda del consejero, pero no lo encontraba en su reino o en ningún castillo cerca o lejano.
Fue durante esa búsqueda  que  encontró sin “querer queriendo” al  príncipe azul del inicio del cuento, al amor que había enterrado en el fondo de su corazón, de quien se había olvidado, por quien estaba segura ya no sentir nada y sin embargo todavía recordaba cuanto lo amó y el sufrimiento que su perdida le causo.


La princesa escucho a su corazón y comenzó a bailar, él se lo agradeció latiendo con más fuerzas y llenándola de energía y de alegría.
Su corazón estaba contento y ella también. La princesa prometió escucharlo cada vez que él quisiera hablarle de algo importante y no andar por ahí ignorando las señales que están por todas partes.
Hasta que llego el día en el que la princesa escucho nuevamente la voz de su príncipe azul, de su amor perdido en el pasado de un cuento lejano. El más puro amor que ella conoció y que ……..



Continuara…………….

jueves, 25 de agosto de 2011

Pensando en la calma


¿Que es para mí la calma?


Es encontrar la inspiración en el amor.

Es la música sonando fuerte en mi Ipod.

Es el sonido del mar en la playa.

Es bailar como si nadie me estuviera observando.

Es disfrutar de un helado a sol con mis hijos y al final de la noche verlos dormidos, rendidos es sus camas.

Es escuchar la voz del hombre que amo y sentirme en sus brazos.

Es el reggaetón, Hip Hop, salsa y merengue en la radio.

Es la cena y la copa de vino entre risas y amigas.

Es ver las formas en las nubes de un cielo azul.

Es una hora de Zumba en la academia de baile.

Es escribir cuentos y poemas de amor.

Es ver una comedia romántica con un final feliz y reír.

Es sentarme en una silla en el jardín sintiendo la brisa en mi piel mientras escribo un cuento nuevo.

Es ver a los chicos jugar en la playa.

Es el haber encontrado a un amigo que creía perdido.

Es un cielo estrellado con la luna enorme brillando.

Es escuchar la letra de una canción inspirada en el amor.

Es viajar a una ciudad lejana.

Es la puesta del sol y su brillo.

miércoles, 24 de agosto de 2011

El amigo que nunca olvide

....continuación del cuento "La amistad"


Le pregunte a mi esposo sí sé acordaba de ti, querido amigo.
Me respondió que si, así no más. Eso fue todo lo que dijo y eso no esta nada mal pues tiene muy mala memoria y nunca se acuerda de nadie.
Yo pensé que fue gracias a ti que lo conocí a él, que de no haber sido por ti, por tu amistad, porque tú siempre pensabas en mí, me incluías en todas tus actividades y me invitaste a una fiesta de tú universidad.
De no haber sido por ti y por tú invitación, jamás lo hubiese conocido a él, no estaría hoy con mi marido y no tendría dos hijos maravillosos, que son toda mi alegría.
Ustedes dos fueron a la misma universidad, vaya cosas del destino.
A una universidad que de no ser por ti, yo jamás hubiese conocido.
Mi esposo me prohibió contar la historia de cómo él y yo nos conocimos, el no quiere ser parte del cuento. Tú me diste tu permiso para hablar libremente de ti y usar tu nombre para mi relato de como nos conocimos y me dijiste, que te encanto mi primer cuento, “La amistad”.
Este segundo cuento te prometo te va a gustar aun más, esta lleno de sentimiento y relata nuestra amistad.

Me alegra poder contar la historia de cómo conocí a uno de mis mejores amigos, al que no olvide a pesar de los años y la distancia, al que busque por todos lados en el Internet porque necesitaba de un buen amigo para contarle un cuento, alguien que me conoce de toda la vida y sé que le puedo contar mis secretos. Alguien que es mi amigo y no me dejo esperando mucho tiempo antes de contestar mi mensaje en Facebook, creo que demoraste 10 minutos como mucho en hacerlo, yo tarde más de 14 años en buscarte y encontrarte de nuevo.

¿Recuerdas Alan como nos conocimos? ¡Han pasado más de 20 años y yo todavía lo recuerdo!

Nos conocimos en un autobús, que iba rumbo a Puerto La Cruz, en Venezuela, era una excursión del colegio. Yo por llevarle la contraria a un hombre, a quien yo sin saberlo en ese momento, se convertiría un año más tarde en un amor de tormento. Lo recuerdas ¿sabes de quien te hablo?, seguro alguna vez te hable de él o me viste a su lado.


Volvamos al autobús donde aquel hombre me prohibió subir, por no ser el que me correspondía tomar a mí, por ser yo de otra sección del colegio.
El creyó que podía detener a un volcán en movimiento. Pobre hombre nunca supo lo que le paso, fue en ese viaje que de mí sé enamoro.
Pero ese es tema de otro cuento.
Yo no sé que me ocurrió ese día, pero no acepte un no, desafíe a aquel hombre y me subí a un autobús donde no conocía a nadie, mientras que mis compañeros de clase se fueron en otro autobús. ¡Alan ahí esta mi espíritu de riesgo y de apostar por lo desconocido, por el que me preguntabas hace solo unos días!

Una vez dentro del autobús, pensé que loca, quien me manda a subirme en el autobús equivocado, no conozco ni un alma, todas son caras desconocidas para mí. ¡Las vainas* que hago por llevarle la contraria a un hombre, que a la final es solo X en mi vida! (él X que quería casarse conmigo, las vueltas que da la vida)

Me fui caminando lento viendo todas las caras desconocidas, hasta la final del autobús para buscar un asiento libre, ya que todos los de adelante ya estaban ocupados.  
Me senté en el último asiento de la última fila y en una fila más adelante estabas tú, sonriendo, feliz, lleno de alegría, echando vaina* con Alexandra y Cecilia. El trío perfecto de amigos que encontré ese día y que cambiarían mi vida, mi rutina, mí día a día, mis pensamientos con sus valiosos consejos.
Gracias a que tome un riesgo ese día, comenzó una nueva etapa en mi vida y una bella amistad que duro toda una vida. Una amistad que nunca olvide, por eso lo recuerdo tan bien, por eso te busque y le doy gracias a Dios de que finalmente te encontré. ¡Hoy estas nuevamente en mi vida y que alegría!

Querido Alan tengo muchos cuentos que contarte. El otro  día te llame a tu casa y hablamos más de dos horas, me encanto escuchar tu voz, que sigue siendo exactamente la misma que recuerdo. Nos pusimos rápidamente al día con nuestras vidas como si hubiéramos pasados solo dos meses sin vernos y no catorce años. 
La confianza sigue siendo la misma, pues tú me contaste tus problemas e inquietudes y yo te conté mis cuentos y secretos. Tú sigues preocupándote por mí, como lo hacías en el colegio y dándome valiosos consejos. Siento el gran cariño que me tienes y que yo también te tengo, aunque estemos tan lejos.
Yo siempre te escucho aún cuando me pides que no te escuche, por no saber lo que dices y estar más loco que nadie que conozco. Me dijiste que algunas cosas son mejores sí las dejamos olvidadas en el pasado. Sé que no hablabas de nuestra amistad, y te entendí muy bien, siempre te gusto ponerme a pensar y vaya como me has puesto a pensar, tu sí que sabes calmar a un volcán. ¿Tú amistad no le teme a nada verdad? Siempre preguntas lo que yo ya sé y no me atrevo a responder. Gracias por preocuparte tanto por mi bienestar, por llenarme con tus palabras y no ahogarme en silencio. Tú eres mi amigo, mi espejo.
Alguien que leyó el cuento “La amistad” me pregunto si entre tú y yo hubo alguna vez algo más que amistad. Yo le aclaré que no, que si nos hubiesen visto bailar, como bailábamos los fines de semana en las discotecas de Caracas, más que amigos hubiesen visto a dos hermanos, echando vaina juntos, riendo, gozando, tomando Cuba Libre y Tequila Sunrise, charlando de lo más animados.
¡Que buenos tiempos aquellos mi amigo, mi hermano!


Este cuento es para ti mi querido Alan por ser tú tan bueno y aceptarme como tú amiga, sin juzgarme, con mis virtudes y con todos mis defectos, te quiero mucho mi querido amigo. ¡Gracias por regresar a mi vida de nuevo!

FIN


*Las vainas, echar vainas. Expresión Venezolana.
 Otra forma de decir Molestar, bromear

sábado, 20 de agosto de 2011

¿Qué es la Calma?



Alan M. Rogers Martijena es un hombre joven de 36 años, soltero, alegre, positivo, un gran amigo que conocí hace casi 20 años en la escuela en Venezuela. Alan vive en Madrid, España, a él al igual que a mí le gusta escribir y le pedí que me hablara acerca de la calma.
Hoy es mi escritor invitado, espero disfruten de lo que escribió para compartir con todos ustedes en mi blog.
Gracias querido amigo por este hermoso regalo, que me toco el corazón y me devolvió la calma.



¿Qué es la Calma?

Una amiga me preguntó: ¿Qué es la calma?
Yo respondí:
La calma es la paz que siente el alma con respecto a la vida.
         La calma es una madre amamantando con ternura y amor a su bebe.
         La calma es el sentimiento de éxito que tiene el deportista al cruzar la meta, sabiéndose ganador.
         La calma es la satisfacción de un trabajador al finalizar un duro día de trabajo habiendo cumplido con todas sus obligaciones.
         La calma es la alegría de un marinero atracando su barco en puerto y sintiéndose ya en casa.
         La calma es el reposo en las manos de un escultor al finalizar de esculpir su obra maestra.
         La calma es la sonrisa de un soñador al ver su sueño hecho una realidad.
         La calma es el sol ocultándose con sus vivos colores al atardecer para dar paso a la noche.
         La calma es una luna nueva aguardando pacientemente a volver a ser luna llena.
         La calma es el alegre titilar de las estrellas con la esperanza de ser vistas con admiración en algún lugar lejano.
         La calma es un gato durmiendo enrollado como una bola sobre la cama.
         La calma es el brote de una planta al ver la luz por primera vez después de haber germinado de la oscuridad de su semilla.
         La calma es la belleza de una flor recién abierta soltando su perfume al aire.
La calma es la delicadeza de una mariposa posándose sobre una flor para beber de su dulce néctar.

La calma es la constancia de la marea en su afán por llegar cada vez más adentro de la arena.

La calma es la quietud del silencio después del estruendo de un trueno.
La calma es el olor a tierra mojada después de la lluvia.
La calma es la satisfacción de un árbol por haber sobrevivido sólido y robusto a otra tormenta en su larga vida.
La calma es la tenacidad del agua de un río siguiendo imperturbable su cauce.
La calma es la paz de la muerte.
La calma es la sal de nuestras lágrimas recorriendo libres por nuestras mejillas.
La calma es la mirada del amor cuando unos ojos contemplan al ser amado.
La calma son dos almas juntas compartiendo la eternidad.
La calma es la alegría de saberse vivo…
La calma es sólo eso: calma…

Alan M. Rogers Martijena
Madrid, 20 de Agosto 2011  

El Volcán


Anoche soñé contigo, solo que este sueño es diferente a los que antes he tenido.
Este es un sueño de amor, deseo y pasión.
Abstenerse por favor de leer este cuento mis padres, mis suegros y mi familia más cercana. También todos aquellos que temen sentir pasión o nunca la han sentido. Es un cuento no apto para menores de edad y sin previo consentimiento de sus padres o para personas débiles de corazón. Es un cuento aclaro de pura ficción y cualquier parecido con la realidad es pura casualidad.

Comencemos el cuento mientras todavía tengo valor para hablar de un volcán a punto de estallar al que deje hoy libre para que les pueda hablar de la pasión sin remordimientos que habita en su corazón.

Anoche soñé contigo, pero este sueño es diferente. No sé si será el último, pero sé que es el primero, no me quiero despertar aunque siento que me quemo.
Soy como un volcán apunto de estallar del deseo, mientras tú estás calmado, observándome sin delatar tus sentimientos, sí no fuera por tus besos que arden como el fuego y recorren todo mi cuerpo.
Tu mirada no me quita los ojos de encima, puedo ver que te gusto y que te gusta lo que sientes. Me deseas con tu mirada aunque no digas nada.
Estamos en una habitación tú y yo desnudos envueltos en sabanas.

¿Dónde estamos?, ¿como llegamos aquí?, ¿en que momento nos desprendimos de las ropas? Todo eso ya no importa.
Lo que importa es que estoy contigo y en lo único que pienso es en como detener el tiempo. De repente suena un teléfono, lo escucho sonar pero no lo atiendo. El teléfono sigue sonando, no puedo ignorarlo y contesto. Es una amiga queriendo saludar y preguntarme algo, yo le digo que me disculpe pero no puedo hablar, que voy de salida, tarde a una cita, que voy en el auto conduciendo y cuelgo el teléfono.
Tú me miras con una sonrisa y en tus ojos hay tanto deseo. Yo también sonrío,  me muerdo los labios, como siempre hago y no digo nada, no me atrevo.  
Quisiera decirte que llevo años esperando este momento.
Te pregunto ¿si estas seguro de lo que hacemos? Tú me dices ¡que no somos niños jugando un juego!

¿Me preguntas que si acaso tengo dudas?
Yo te respondo que sí no es ahora, no es nunca, que no existe un momento o lugar perfecto, que si estamos aquí es por algo que ambos sentimos y no podemos negarlo con cuentos.

Los que no puedan con tanta pasión o no les guste el calor del sol, mejor no sigan leyendo. Yo soy de un lugar caliente y conozco un horno cuando lo siento, pero esto es un volcán que esta ardiendo en deseo y es puro fuego.
Arde más que el sol al medio día y no se apaga con la luna y las estrellas cuando oscurece.
Sigamos entonces con el cuento, ¿les parece?
No sé si este cuento será el ultimo que escriba acerca de la pasión de un volcán, pero se que es el primero.
Tú y yo seguimos en la habitación envueltos en sabanas y al lado nuestro hay una cama, pero tú la ignoras y me llevas lentamente a la alfombra que hay el  suelo. Yo no me quejo, no me importa donde estemos, yo lo que quiero es tenerte cerca, sentir tu olor y tu cuerpo.
Veo tu rostro y te pregunto si te he dicho cuanto he esperado este momento y que tus ojos y tu mirada no se comparan con nada, con ningún misterio del universo. Solo quiero perderme en tu mirada. Sentir tus caricias en mi cuerpo.
No sé si te he dicho que tus labios me matan de solo verlos, que nunca olvide como saben tus besos. Como quisiera detener el tiempo cuando estoy a tu lado y no despertar del sueño.
¿Es amor deseo y pasión? o ¿puede el amor sobrevivir sin ellos?
Yo solo sé que te amo y te deseo con todo el corazón y no solo en sueños sino todo el tiempo desde que tengo uso de razón.

Aunque se apague el volcán que habita en mi corazón, aunque detengamos a un tsunami, frenemos a un remolino o calmemos el movimiento del piso.
Sí la decepción, los malentendidos, la distancia, la falta de comunicación, el desinterés, las promesas rotas, los temores, la falta de tiempo, el destino, acaban con nuestro amor. ¡Hoy deje libre al volcán para que te hable de pasión y te diga lo que siente mi corazón!

Chiste Maracucho

Ante todo un cordial y cariñoso saludo a todos los seguidores y lectores de mi blog.
En esta oportunidad, quiero compartir con ustedes un chiste Maracucho, que es mi chiste favorito de todos los chistes que he escuchado en mi vida. En Alemania estamos en pleno verano, que es por cierto el peor verano que he visto en estos seis años de vivir acá (lluvioso y frío). Yo ya estoy pensando en que pronto se acerca el inevitable invierno y recordé este chiste. Espero lo disfruten, Se lo dedico a todos mis familiares y amigos que aun viven en Venezuela y sueñan con vivir en otro lado, ¡donde no haga tanto calor y sol sino más bien algo de frío!



Diario de un Maracucho en Canadá


AGOSTO 12 – Hoy me mudé a mi casa en Canadá. Qué molleja!, qué paz!, todo es tan bonito aquí. Las montañas mollejúas y majestuosas. Vergación, casi no puedo esperar para verlas cubiertas de nieve. Qué bueno haber dejado el calor, al Chávez y a los antichávez, la humedad, el tráfico, los malandros, las marchas, consignas, colas de gasolina, colas para el supermercado, colas para el banco, la coordinadora democrática, aquel verguero de golpistas y círculos bolivarianos en las calles de Maracaibo. Verga, mirá, !ésto si es vida primo!
OCTUBRE 14 – Canadá es el lugar más bonito que he visto en toda mi vida. Las hojas han pasado todos los tonos de color entre rojo y naranja. Que bueno tener las cuatro estaciones. Salí a pasear por los bosques y por primera vez ví un ciervo, qué verga más bonita, son tan ágiles, tan elegantes, es uno de los animales más vistosos que jamás haya visto. Esto tiene que ser el paraíso primo. Espero que nieve pronto, esto sí es vida!.
NOVIEMBRE 11 – Pronto comenzará la temporada de caza de ciervos. No me puedo imaginar a nadie que quiera matar a una de esas criaturas de Dios. Ya llegó el invierno Espero que nieve pronto. Esto sí es vida!
DICIEMBRE 2 – Anoche nevó, me desperté y encontré todo cubierto de una capa blanca. Parece una postal… una película. Salí a quitar la nieve de los escalones y a dar pala a la entrada. Me restregué en ella y luego
tuve una pelea de bolas de nieve con los vecinos (yo gané) y cuando la
niveladora de nieve pasó, tuve que volver a dar pala. Qué bonita nieve! Parecen gotitas de algodón esparcidas por todos lados. Qué lugar tan bonito!. Canadá, que molleja, esto sí es vida!.

DICIEMBRE 12 – Anoche volvió a nevar. Me encanta Canadá!!. La niveladora me volvió a ensuciar la entrada, pero bueno… qué le vamos a hacer, de todas maneras esto sí es vida.
DICIEMBRE 19 – Anoche nevó otra vez. No pude limpiar la entrada por completo porque antes de que acabara ya había pasado la niveladora. Así que hoy no pude ir al trabajo. Estoy un poco cansado de dar tanta pala a esa nieve. QUE BUENA VERGA CON LA NIVELADORA! ¡Qué vida aquí en Canadá..!
DICIEMBRE 22 – Anoche volvió a caer nieve, o mejor dicho la mierda esa blanca. Tengo las manos hechas verga y llenas de callos de la pala. Creo que la niveladora me vigila desde la esquina y espera que acabe con la pala para pasar. ¡El coño de su madre!
DICIEMBRE 25 – Felices navidades blancas, pero blancas de verdad, porque están llenas de mierda blanca. ¡Coño! ¡No joda!. Si cojo al que maneja la niveladora te juro que lo mato. No entiendo por qué no usan más sal para que se derrita más rápido este hielo de la verga. Coño más sal !!!
DICIEMBRE 27 – Anoche cayó todavía más mierda blanca de esa. Ya llevo 3 días encerrado en esta verga. Salgo nada más cuando tengo que dar pala en la nieve después que pasa la niveladora. No puedo ir a ningún lugar. El carro está enterrado hasta el tronquito bajo una montaña de nieve. El noticiero dice que esta noche van a caer diez pulgadas más de nieve. No lo puedo creer.
DICIEMBRE 28 – El huele verga del noticiero se equivocó otra vez. No cayeron diez pulgadas de nieve…no joda! Cayeron 34. ¡El coñísimo de su madre! Como sigamos así la nieve no se derretirá ni para el verano. Ahora resulta que la niveladora se rompió cerca de aquí, ¡ve qué molleja! Y el vergo del chofer vino a pedirme una pala, ¡Vergación, qué descarado! Le dije que se me habían roto 6 palas limpiando la mierda que el me había echado a diario, y me dijo que no era culpa de él, entonces le dije: así es la verga, ya vais a ver güevón de quién es la culpa. Así que le rompí la pala en la cabeza pal coño. Se lo merece no joda.
ENERO 4 – Al fin hoy pude salir de la casa. Fui a buscar comida y un ciervo de la verga se atravesó delante del carro, le dí un vergazo y lo maté pal coño. ¡Qué buena verga! El arreglo del carro me va a salir en $3.000. Estos animales de la verga deberían ser envenenados pal coño. Ojalá los cazadores hubieran acabado con ellos el año pasado. La temporada de caza debería de durar el año entero ¡ No joda !.
MARZO 15 – Me resbalé en el hielo que todavía hay en la verga ésta y me partí una pierna. Anoche soñé que sembraba una palma real.
MAYO 3 – Cuando me quitaron el yeso llevé el carro al mecánico. Me dijo que estaba todo oxidado por debajo por culpa de la sal de la verga esa que echaron en la calle. Coño con la sal, a quien se le ocurre? ¿Es que no hay otra forma de derretir el hielo? ¡¡¡Cabrones!!!
MAYO 10 – Me mudé otra vez para Maracaibo ¡Gracias Chinita! ¡Esto sí es vida! Qué delicia! Calor que jode, humedad, marchas, gritos, consignas, colas de gasolina, colas para el supermercado, colas para el banco, la coordinadora democrática mentando madre, pitos, sudor, marchas, tráfico, malandros, goajiros por coñazo y todavía Chávez…………
Verga, mirá, la verdad es que a cualquiera que se le ocurra vivir en el pedazo de verga ésa de Canadá, tan solitario y frió, tiene que estar loco pal coño. ESTO SI ES VIDA PRIMO !.

Fuente: Chistes Diarios, Luis Castellanos

martes, 16 de agosto de 2011

La amistad

Y un joven dijo: “háblanos de la amistad”
Y él respondió
“vuestro amigo es la respuesta a vuestras necesidades.
El es el campo que sembráis con amor y
cosecháis con agradecimiento.
El es vuestra mesa y el fuego de vuestro hogar.
Porque os acercáis a él con vuestra hambre,
y le buscáis sedientos de paz.


Cuando vuestro amigo os manifieste su pensamiento,
no temáis el “no” en vuestra cabeza, ni retengáis el “si”.
Y cuando el permanezca en silencio,
que vuestro corazón no deje de oír su corazón.
Porque en la amistad, todos los pensamientos,
todos los deseos, todas las esperanzas nacen y
se comparten con gozo y sin alardes.
Cuando os alejéis de vuestro amigo, no sintáis dolor.
Porque lo que más amáis en el quizá este mas claro
en su ausencia, igual que la montaña es más clara
desde el llano para el que quiere subirla.
Y no permitáis que haya en la amistad otro interés que
el que os lleve a profundizar en el espíritu.
Porque el amor que no busca más que la revelación de
su propio misterio no es amor, sino una red tendida que
sólo recoge la pesca inútil.


Que lo mejor de vosotros sea para vuestro amigo.
Si ha de conocer el flujo de vuestra marea, que también
conozca su reflujo.
Porque, ¿qué amigo sería aquel que tuvieras que buscaros
para matar las horas? Buscadlo para vivir las horas.
Porque existe para colmar vuestra necesidad,
no vuestro vacío.
Y haced que en la dulzura de la amistad haya riza
y placeres compartidos.
Porque en el rocío de las cosas pequeñas,
el corazón encuentra su alborada y se refresca”

Kahlil Gibrán, 1883-1931.
El profeta (1923)



La amistad……Para mi querido amigo Alan Rogers


Tengo que comenzar esta historia por decirte que llevo tiempo buscándote, extrañando tu amistad, y los buenos tiempos que juntos compartimos.
Creo que nunca te dije lo importante que fuiste en mi vida y talvez por eso te llame miles de veces con el pensamiento, preguntándome donde estarías y si algún día te volvería a encontrar.
Hay personas que cuando las conocemos enseguida nos impactan y cambian nuestras vidas y pensamientos por completo. Mi querido amigo, tú amistad tuvo en mi vida ese efecto, de ti sólo guardo hermosos recuerdos.
De un amigo incondicional que me acompaño durante mucho tiempo, en una época donde encontrar a un buen amigo, que te escuche, te comprenda, te aprecie y te valore por lo que eres, fue para mí como encontrar agua en el desierto.

Alan te he buscando por tanto tiempo, porque necesitaba contarte un cuento, que siendo tú de los pocos que me conocen desde la época del colegio podrías comprender, igual siendo yo un libro abierto. Son pocos los que me conocen tan bien como tú y yo a ti te veo como cuando me veo al espejo.
Tenemos tanto en común, que estoy feliz de tenerte en mi vida de nuevo.

Te busque porque necesitaba de un buen amigo, alguien quien recuerde quien era yo hace muchos inviernos.
Me encanto que me escribieras que “tendremos mucho tiempo para ponernos al día con todo lo referente a nuestras vidas”. Yo no tengo prisa, que son unos días más o menos para contarle mis cuentos, mis historias, mis secretos, al amigo a quien extrañé y busque durante años sin resultados. Hace unos días te pensé y antes de irme a acostar te busque y finalmente te encontré en Internet.
Gracias por no olvidarte de mi, mi querido amigo y por contestar mi mensaje de inmediato y no dejarme esperando más tiempo.
Nunca perdí la fe de encontrarte y me trajiste suerte, pues en el la búsqueda de mi amigo perdido, encontré un tesoro, a mi inspiración, quien me llevo a escribir cuentos.
Muchos años han pasado, como tú bien mencionaste y estoy de acuerdo contigo que es como si el tiempo se hubiese congelado. Tú y yo seguimos siendo los mismos buenos amigos.
Me alegra que tú también estés contento de esta segunda oportunidad que Dios nos dio para continuar nuestra amistad.

Alan, ahora quisiera contarte un cuento,
vayamos al comienzo …………………..

Continuará

miércoles, 10 de agosto de 2011

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sábado, 6 de agosto de 2011

El hombre perfecto….un nuevo deseo


Quiero un hombre que no tema expresar sus sentimientos,
que me derrita con su voz y no me mate con su silencio.
Que sea caballeroso, correcto y anticuado que
cuando me hable no tema decir te amo.


Quiero un amor que no tenga miedo de mis metas y
mis sueños, que entienda que me gustan las cosas buenas:
El sol, la arena, la playa, el mar.
Amar, cantar, bailar. Son esas cosas y no solo lo material
lo que al final te dan felicidad y que con dinero
no podemos comprar.


Quiero un hombre que me corresponda en mis sentimientos,
que sea valiente y no le tema a mi cerebro.
Que no me quiera con locura sino con sensatez
que me acompañe en el camino y me haga su mujer.


Quiero un amor que me sepa besar,
que no me diga que no podemos tenerlo todo.
Que no le ponga límites a nuestro amor,
que no tenga miedo de amar y dejarse amar.


Quiero un hombre que me cuente sus sueños, metas y anhelos.
Que busque sus éxitos sin despegar demasiado del suelo.
Que sea cariñoso que me diga sus secretos,
que le gusten mis caricias y me ame por completo.


Quiero un hombre que entienda que
sí me da todo su amor y compresión,
yo fácilmente me puedo adaptarme al frío o al calor.
A la montaña, la playa, el campo, al pueblo o la ciudad
sí a su lado quiero estar.


Quiero un amor que no le tema a la soledad,
pero que quiera estar conmigo en la salud y la enfermedad.
Compartiendo conmigo sus tristezas, sus alegrías, sus logros,
Su día a día, que sepa que me interesa toda su vida y que en el
pienso noche y día.



Quiero un hombre que recuerde que tengo hijos y
que primero soy mamá.
Sí el también tiene hijos yo me los sabré ganar,
buscando siempre que haya armonía en nuestro hogar.
Con amor y respeto todo se puede lograr.


Quiero un amor en quien poder confiar,
alguien que me mire a los ojos y me de seguridad.
Que sea fiel y que le guste ser feliz, si algún día
me deja de querer, no me monte los cuernos
con la primera que pasé por ahí.


Quiero un hombre que crea en el amor y no tema
abrir su corazón. Que me escuche y le guste conversar,
que me haga reír y le guste bailar.

Quiero un amor que me quiera con todos
mis defectos, que me haga sentir que
el es el único hombre a quién yo quiero.
Que sea fuerte y no tema llevarme la contraria,
que me diga lo que siente y piensa
y me quiera con su alma.


Quiero un hombre que no permita que la rutina y
el día a día acaben con nuestro amor.
Que le guste hacer el amor, que no me venga con
excusas de porque mejor, hoy no.
Que recuerde que como pareja necesitamos diversión.


Quiero un amor que me trate bien, que no me haga daño.
Que me deje ser, que me de mi espacio, que le guste caminar
tomados de la mano y dormir abrazados.


Quiero un hombre que me sepa seducir
que recuerde que no hay límites,
sí a la luna queremos ir.
Que no me deje esperando por su amor
toda una eternidad, que acepte que
lo amo al infinito y más allá.

Praga Julio 2011