martes, 7 de febrero de 2012

Como un Ángel



Al salir de la ducha pienso que es hora de estrenar la ropa íntima que compre en este viaje.
Busco en mi maleta y saco la ropa que compre en la tienda de La Senza en Margarita.
Me baño el cuerpo entero en crema y espero un rato a que mi piel absorba el líquido antes de vestirme. Me pongo un sostén negro de encaje bordado con corazones y lasitos de colores.

Mis pechos se ven enormes, me pongo la panty que le hace juego y me miro al espejo de cuerpo completo. Me siento como un ángel de Victoria’s Secret.

Mi trasero se ve espectacular, mi estomago plano y mi busto resaltan en el espejo.
Gracias a tantas horas de baile, zumba y danza Árabe valieron la pena.
No puedo dejar de verme al espejo, me pregunto si puedo salir así a la calle,
casi desnuda, me siento tan hermosa que es una pena ponerme más ropa.

Se siente muy bien verme al espejo en estos encajes negros que lucen tan bien en mi cuerpo,
me siento muy sensual.
Me pregunto ¿si será cierto que las mujeres compran ropa sexi para seducir a sus hombres?
Yo las compre, pues las telas se sienten tan bien en mi piel y los colores lucen hermosos con mi bronceado. Me encanta sentirme sexi y no necesito motivos para hacerlo.

Me siento como un ángel, increíble como he adelgazado de tanto baile y sin hacer dietas.
Los pantalones que compre hace poco se me caen del cuerpo y eso que me quedaban ajustados.
Escribo mucho, duermo, como bien, bailo cinco veces a la semana en el gimnasio, soy feliz y muy afortunada de poder hacer lo que amo.

Tengo los senos como Shakira, no son montañas, pero son cien por ciento naturales y son perfectos para mi cuerpo.
No tengo una cintura de avispa, pero mis caderas tienen mas curvas
que una montaña rusa y mi trasero es tan firme se ve genial en mis pantalones de tubito.
Mi piel es muy suave, la cuido mucho y no tengo tatuajes.

Bailo mejor que Jagger y no tengo las piernas largas,
no mido más de un metro sesenta sin tacones,
pero tengo una sonrisa y unos ojos negros que han tumbado al suelo a más de un gigante.

Aprende a amar a tú cuerpo, a sentirte como un ángel en tu propia piel.  
No te fijes tanto en los defectos, que todo el mundo los tiene.
Escucha lo que tu cuerpo te pide, aprende a conocerlo,
ve al doctor si tienes alguna inquietud, no esperes.

Cuida tu cuerpo que es el único que tienes, come sano, consiéntete,
no se lo entregues a cualquier imbécil, sólo a quien ames,
te trate bien y se lo merezca.

¡Quiérete mucho para que otros te respeten, te cuiden y te quieran!
Recuerda que eres como un ángel y eres perfecta.

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