sábado, 25 de febrero de 2012

¿Y tú no duermes?

No escribo para nadie, no son flechas guiadas por un arco,
no deseo modificar el pensamiento de nadie en particular.
Son sólo ideas, sentimientos, pesares.
Escribo porque amo escribir y quiero compartir mi amor con otros. JP
Todos los días me despierto muy temprano entre las cinco y seis de la mañana, bajo las escaleras a la sala enciendo mi laptop y escribo los cuentos que están en mi mente.

Cuando Daddy (mi padre, así lo llamo siempre) se despierta temprano y baja a la sala y me ve escribiendo siempre me pregunta:
¿Y tú no duermes?
¿Que haces despierta tan temprano?
Seguido de ¿por qué escribes?,
O a veces me pregunta  ¿que tanto escribes?

Su rostro es más bien de asombro y siempre tuerce la boca cuando me pregunta.
Yo dejo de escribir en el teclado para responderle, que si duermo, pero duermo poco y
que escribo cuentos para mi blog.

Le doy las gracias por mi laptop, que gracias a él y a su regalo tan maravilloso puedo escribir mis cuentos. Si no los estaría escribiendo a mano en una libreta y seria doble el trabajo.

No le doy muchas vueltas a sus preguntas porque quiero continuar con mi cuento para no perder el hilo y él siempre me pregunta lo mismo, cada vez que me ve escribiendo en mi laptop.

¿Estará preocupado por que no duermo? O ¿porque escribo demasiado? Yo no pregunto.

Pero decidí escribir este cuento para él, para contarle el por que escribo tantos cuentos y porque no duermo demasiado. Por si de verdad quiere saber.

Querido Daddy,

Escribo cuentos todos los días, porque cuando me despierto están ahí dando vueltas en mi cabeza, apenas abro los ojos. Me quedo un rato largo en la cama  pensando en dormir un poco más, pero los cuentos en mi cabeza no se van, no se marchan para que yo pueda dormir, así que me levanto y me voy a escribir en la sala y una vez escritos mi mente se siente aliviada. En las tardes casi siempre puedo hacer siesta, dormir una hora, ya que estoy relajada, luego de escribir mis cuentos. Y casi nunca escribo cuentos en las tardes, o las noches. Mi creatividad esta al máximo apenas me despierto. Es como abrir un chorro de agua creativo que si no lo dejo fluir me inunda por dentro y hasta la habitación donde me encuentro.

Por eso me voy tan temprano a la sala para no inundar la habitación donde duermo.

No me gusta quedarme en cama pensando en mis cuentos, me aturden y hasta se me acumulan y luego no sé que cuentos empezar a escribir primero.

Puedo pensar hasta en cuatro cuentos distintos desde principio a fin en una hora en mi cama y termino con dolor de cabeza y mareada. Prefiero ir a la sala y escribir, así sea en una hoja a mano o en servilletas de papel. Que bueno que tengo un papá tan generoso que me regaló esta laptop por que sin ella tendría el doble de trabajo.

Dicen que a ropa sucia se lava en casa, yo encontré esta forma de lavar y para mi funciona bien. Cuando escribo las cosas que ocupan mi mente, me siento más limpia, por así decirlo. Tengo que soltar muchos pensamientos y recuerdos para hacer espacio para nuevos recuerdos y nuevos pensamientos. Mi cabeza esta sobre saturada de cuentos y no para de pensar en maneras de expresarlos mejor para encontrar las respuestas que yo misma muchas veces me hago. Si para olvidar es preciso recordar.  Si recordar es olvidar, pues eso hago.

Estoy olvidando.
Me estoy encontrando.
Estoy aprovechando el tiempo.
Estoy haciendo espacios en mi mente en mi memoria.
Estoy en busca de algo que se no se encuentra fácilmente y en todos lados.
Estoy haciendo algo que me hace sentir feliz, aunque mi felicidad tiene un precio muy alto.  
Si quisiera poder dormir más, como en viejos tiempos, si quisiera escribir menos y no recordar tanto.

Estoy persiguiendo mis sueños, haciéndolos realidad, poniendo en libertad mi creatividad, aprendiendo a volar con mis propias alas.
Este mes de febrero ha sido muy intenso, sobre pase mi record de cuentos, pero me siento bien, cada día más segura y mas fuerte, sé que ya no estoy luchando contra la corriente, que es con la corriente con la que ahora nado y estoy segura de ir por el camino correcto. Pues entendí por medio de mis cuentos que necesito cambiar de adentro hacia afuera. Llenarme de valor para expresar lo que siento sin temor a que me entiendan o no, los que leen mis cuentos. Es que mis cuentos son sólo para mí, no son flechas que disparo para buscar lastimar a alguien con ellos.

Dejo que la gente lea mis cuentos, por que tal vez a alguien le sirva lo que yo escribo, entienda lo que yo siento, lo comparta o lo haga reflexionar o lo motive a expresarse con las artes o con las palabras. Está es la explicación más básica que puedo ofrecerte Daddy, espero puedas entenderlo, no me gusta dejar a nadie confundido y es que soy un libro abierto, que a veces se cierra por completo cuando se siente amenazado o puesto bajo una lupa para ser analizado.
¡Te quiero mucho Daddy, gracias por tu interés en mi y en mis cuentos. Buenos días!

Lecherías, 25 de febrero 2012

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