domingo, 1 de abril de 2012

Lo que es del cura va pa’ la iglesia

Una tarde caminando por la calle bajo un sol muy intenso, mi  novio con el que caminaba tomada de la mano, al pasar frente a una iglesia me dijo “algún día te voy a llevar ahí, a esa iglesia para que seas mi esposa, así sea arrastrada por el cabello”.
Yo me reía pensando en la imagen de mi novio medio cavernícola, secuestrándome y jalándome por mis rizos largos para llevarme a aquella iglesia, pequeñita y de colores pasteles que quedaba a pocas cuadras de mi casa. Yo no le conteste nada pero sabía que no seria necesario que me obligara a casarme con él, ya que yo estaba tan enamorada de mi media naranja que con mucho gusto entraría a esa iglesia o a otra parecida con él cuando él me lo pidiera. Era sólo cuestión de esperar un poco, un par de años, tres o cuatro máximo.

“Lo que es del cura va pa’ la iglesia” nos decía su hermana cuando nos veía juntos. Ella era fantástica, simpática, muy alegre, tenia un mono como mascota que se trepaba las paredes con unas cuerdas que habían amarrado al techo y le deban leche con un tetero. Yo quería mucho a mi novio y a toda su familia, pensé que siempre estaríamos juntos. Sin embargo el cura tenía otros planes y nosotros no llegamos a casarnos. Esperar por mi para él resulto ser demasiado. Hoy día él vive con su esposa e hijos en lugar caliente de Venezuela.

Años más tarde me encontraba en Houston visitando unas amigas y planeando ir a la universidad a estudiar hotelería en Texas, cuando me hablo mi novio por teléfono que se encontraba en Caracas para decirme que él no quería que yo me quedara estudiando en Houston, ni que me fuera a vivir con mis padres a otra ciudad. Me dijo que apenas yo regresara de mi viaje nos casaríamos y seriamos muy felices.

Yo no le respondí nada, yo estaba muy ilusionada, contenta de saber que el me extrañaba y que quería que no me fuese lejos de su lado. Sin embargo casarme no era lo que yo quería, no era mi prioridad, yo no pensaba en encontrar un buen marido para casarme, yo que quería un buen novio que me hiciera feliz y a quien yo amara con el alma.

“Lo que es del cura va pa’ la iglesia” pensé. Yo regrese de mi viaje a brazos de mi novio y fuimos felices por un buen tiempo, yo no me fui al estudiar al extranjero, ni me mude de ciudad me quede cerca de él y sin embargo a la larga el cura tenia otros planes. Nosotros terminamos la relación luego de más de tres años de noviazgo, todos pensaban que algún día nos casaríamos, pero a al final quedamos como amigos.

Hoy día él esta casado con una mujer muy buena, simpática, tiene tres hijos hermosos y vive en Alemania. Yo mantengo el contacto por Facebook con su hermana y su mamá a quienes aprecio mucho y recuerdo con mucho cariño.

Un tiempo después sentada en un banquito del Hatillo en Caracas, con el novio con él que llevaba dos meses o más saliendo, me dice que quiere casarse conmigo. La verdad, yo no me sorprendí, pensé que era algo típico de los Venezolanos, te dicen te quiero, te amo y al poco tiempo te convencen de que quieren casarse contigo o peor se aparecen por tú casa de sorpresa con planes de boda. Debe ser que ven muchas telenovelas pensé.

Yo no quería casarme, no tenia apuro por casarme, no soñaba con casarme, pero como se lo decía a mi novio sin lastimarlo. Creo que le dije lo que diría el 100 por ciento de las personas que no quieren casarse en estos casos.

¿No crees que sea muy pronto para pensar en casarnos? – le pregunte
Pienso que deberíamos darnos tiempo para conocernos mejor, ver si somos compatibles – agregue

¡Nos conocemos desde hace más de cuatro años! – Exclamo mi novio
Hace mucho que somos amigos y sé que tú eres la mujer que amo y con la que quiero pasar el resto de mi vida – agrego el venezolano

¡Si nos casamos tendríamos que hacer muchos sacrificios y económicamente no estamos listos para casarnos! – le dije

Es cuestión de que organizar un poco nuestras finanzas, viajar menos, reducir algunos gastos, es cierto, pero ambos trabajamos, ganamos buenos sueldos y podemos hacerlo, hay parejas que tienen mucho menos que nosotros, se casan y son felices con lo que tienen y salen adelante. – me explico mi novio.

Yo lo escuchaba y pensaba, no, no insistas, ¡no quiero casarme! Mi vida es perfecta, tengo un excelente trabajo que amo, un buen sueldo, un departamento donde vivo sola, amigos con los que cuento a tan sólo una llamada telefónica, un auto propio, un novio que me consiente, no me niega nada, enamorado de mí hasta los huesos. ¿Por qué iba yo a querer cambiar todo eso por un matrimonio y una vida de restricciones económicas?

Por mi cabeza pasaban miles de ideas, inquietudes, preguntas que no me  atrevía a hacer por temor a las respuestas.

¿Qué hago si quiere tener hijos después de casarnos? ¡Yo no estoy lista para ser mamá de nadie!

¿Qué pasa si me prohíbe, que salga a bailar o al cine, cuando se me antoja?, yo amo el baile, lo necesito para respirar y me encanta ver películas en el cine y a él no le gusta ni lo uno ni lo otro.

¿Que le digo si quiere que deje mi trabajo, porque no quiera que yo viaje tanto? A mi me encanta mi trabajo, viajar por el mundo, no me puedo estar en un sólo lugar.

¿Cómo reacciono si se ofende el “Macho Man”, cuando se entere que gano más plata que él y no se lo dije para que no se resintiera?

¿Qué sucederá cuando se dé cuenta que soy una “Shopaholic”, que me gustan las cosas finas, caras y de marca? ¡No quiero un hombre que me diga que hacer con mi dinero, tampoco un pichirre!

¿Qué hago si me prohíbe que salga con mis amigas una vez a la semana? ¡No quiero perder mi libertad!

¿Qué pasa si quiere que le cocine, planche sus camisas, limpie y recoja el desastre de la casa todos los días? ¡Yo tengo una señora que limpia en mi casa una vez por semana y de resto almuerzo en la calle lo que me plazca!

¿Qué le digo si se vuelve celoso de Axel, Magnus, Alan, Miguel o José Calos?, mis mejores amigos de toda la vida a los que adoro y no estoy dispuesta a hacer a un lado, por las inseguridades de mi marido.

¿Qué sucederá si después de casados, el cambia o cambio yo?, si deja de ser quien creí que era y yo me convierto en lo que los Venezolanos llaman “una Cuaima”.

¡Dios Auxilio!, no me quiero casar y como se lo digo a mi novio que es un encanto, un santo (como lo llama “El Fish”, otro querido amigo mio, que me tiene mucho cariño y nos conoce a ambos) sin hacerle daño, ofenderlo o herirlo.

Respira o te va a dar un ataque de pánico, pensé.

Piensa, no digas nada apresurado, no hay ninguna iglesia a la vista, no tenemos cita con el cura, todavía él no ha comprado el anillo de compromiso. ¡Respira, eso siempre ayuda!
Soy como Julia Roberts en la película “Runaway Bride” ¡no me quiero casar, quiero salir corriendo! Me decía a mi misma.

¿Qué te parece sin vivimos juntos un tiempo antes de casarnos y probamos? Le pregunte finalmente.

Él estuvo de acuerdo y yo tuve suficiente tiempo para hacerle todas mis preguntas, para conocerlo y conocerme para crecer juntos como pareja.

Cuatro años más tarde fuimos juntos a la iglesia, nos casamos.  Yo no tenia dudas cuando entre a la iglesia de lo que hacía, no sentía pánico. Sabía que él me conocía bien, que no me prohibía, ni me negaba nada. Que me aceptaba como yo era, así como yo lo admiraba y lo respetaba a él por ser un hombre inteligente, paciente, maduro, seguro de si mismo, honesto, fiel y muy generoso conmigo en todo momento. Tenía la certeza que él no me cortaría las alas, que me dejaría ser libre para hacer mis sueños realidad. Por esas razones me case con él y no me arrepiento de haberlo hecho, me dio dos hijos maravillosos y es un excelente padre.  No sé que nos espera en el futuro, pero le doy gracias a Dios por haberlo puesto en mi camino y por todos los momentos felices y no tan felices que juntos compartimos.

FIN.

Escribí este cuento por dos razones. La primera cuando conversando con una amiga a la que quiero como a una hermana, me dijo que estaba pasando por una etapa difícil en su matrimonio y de poder echar a tras el reloj, sabiendo lo que sabe hoy, no se hubiese casado. Amiga espero que mi cuento te ayude a recordar las cosas bonitas de tú matrimonio. Todos pasamos por momentos difíciles y tú que me conoces muy bien y conoces todos mis cuentos, entiendes que te hablo con el corazón cuando te digo que busques tú felicidad, que hagas lo que tengas que hacer para sentirte feliz: cantar, bailar, escribir, pintar, cocinar, correr, nadar, saltar en un trampolín, ir la gimnasio todos los días, etc. para que cuando la crisis haya pasado y siempre pasa tarde o temprano, hayas hecho algo útil y maravilloso con tú tiempo y te sientas más feliz de tus logros.

Querida amiga recuerda, ¡Lo que es del cura va pa’ la iglesia! Este cuento es para ti, porque te quiero mucho a ti y a toda tú hermosa familia, marido incluido.    

La segunda razón es que necesito de mis cuentos para distraer mi mente de otro tipo de crisis y es que hace unos días me entere que una persona cercana a mi esta enferma con cáncer y eso me tiene muy mal, angustiada, necesito mantenerme positiva y con fe, encontrar toda la energía del sol para fortalecerme y mandársela. Les pido a mis amigos, seguidores y lectores de mi blog me manden mensajes y mucha energía positiva, gracias de antemano por el cariño que me tienen.

Un fuerte abrazo,
JP

3 comentarios:

Alan Rogers dijo...

La vida esta llena de momentos difíciles... Son parte de la vida. Ayer leí un fragmento que me gustó mucho: "La vida es como una barco. Un barco es creado para navegar. En su aventura por los mares va a pasar tormentas, buen tiempo y hermosos atardeceres. También pude naufragar y hundirse. Un barco que se queda en puerto y no navega se empieza a podrir y con el tiempo se hace pedazos sin haber tenido sentido su existencia.Es muy similar a la vida." Querida amiga recuerda que desde el mismo momento en que nacemos empezamos a morir, depende de nosotros como vivimos cada día ese hermoso regalo que nos esta dado que se llama: vida.
Todo lo mejor. Besos y abrazos :)

Johanna Penny dijo...

Gracias Alan,
por tu mensaje, por tu amistad y por las reflexiones de vida. Mi barco esta atravesando por una tormenta y me siento agradecida con Dios y la vida de tener buenos amigos como tú, que me dan fortaleza. Un abrazo.

Unknown dijo...

Estoy en una relación algo parecida a la que tenías con tu esposo, yo quiero todo con el, estoy enamorada pero el quiere ir lento e ir con calma ir construyendo el amor poco a poco, cosa que me cuesta entender ya que no tengo paciencia y hemos pasado por momentos difíciles en los cuales nos hemos alejado pero siempre nos volvemos a encontrar, algo nos une... y siempre me dice lo que es del cura va para la iglesia o la constancia genera confianza! Creo fielmente que todo pasa por algo, minutos antes pensaba en que quizás hoy no me ve como el amor de su vida o con quien quiere estar por el resto de su vida, pero quizás si confío en el y dejo que el amor se construya, sin planearlo en un futuro no muy lejano podre ver que la constancia, la paciencia y el amor simplemente si es todo lo que se necesita y que esa persona que no esta tan seguro y que tiene hasta miedo! Se que no tendrá dudas y no tendrá pánico todo lo contrario estará feliz de tenerme a su lado y se sentirá afortunado... senti algo tan bello al leer tu historia porque justo pensaba en eso y m hace tener fe que hasta las personas mas cerradas pueden llegar a amar con todo el corazón y más de lo que nosotros creemos.
Si de algo de ayuda esta noche ayudaste a una persona, un granito de arena! Y por tu persona cercana, simplemente ten fe y reza muchisimo, creo que mi mejor consejo será "lo que es del cura va para la iglesia"