martes, 24 de abril de 2012

El elefante en mi cocina


Anoche soñé contigo,
más que un sueño fue una pesadilla,
ya que en mi sueño tú ya no estabas en mi vida.       
Parecías enojado conmigo, estabas molesto.
Yo te buscaba por todas partes,
te enviaba mensajes y tú no respondías.
¡Dejaste un elefante en mi cocina!

De veras que no me gusto soñar así contigo,
y es que es cierto lo que dicen
lo que mal comienza mal termina,  
no se puede construir sobre ruinas y
de las nubes tarde o temprano nos caemos.
Si la comunicación es la clave para una buena relación,
nosotros fallamos terriblemente, nos quedamos muy callados
y dejamos que el elefante se apoderará de la habitación.

Podría decir que la culpa fue tuya por meterme
semejante idea de sueños rotos y de imposibles,
por dejarme nadar contra la corriente,
querer que yo reparara lo que para ti no tenía arreglo.
Pero yo no busco culpables y la verdad ya no me interesa
sólo sé que hay un elefante en mi cabeza.
Que bonito sonó todo lo que me dijiste
que los elefantes son tiernos, fieles, cariñosos
pero nunca olvidan las heridas, no perdonan y así
fue como tú dejaste un elefante en mi cocina.

De niña me gustaba el circo y el drama
Pero mi cielo, jamás pensé que tendría
tanto drama en mi vida y a un elefante suelto
como loco en mi cocina y  es que ahí lo puse
para que tuviese bastante agua y comida.
Tendré que llamar al dueño del circo para que
venga por su elefante perdido y es que mi cocina
yo la uso para bailar y no para hospedar
elefantes de circo.

En mi sueño te pregunte si estabas enojado conmigo
me respondiste que no, que de eso ni hablar
que estabas enojado con el mundo entero
cansado del drama y del misterio.
Que necesitabas afecto, cariño y muchos besos
y no querías hablar del elefante en la cocina.
Yo te pedí que fueses sincero, que admitieras
que tú enojo no era con el resto del mundo,
sino más bien contigo mismo y conmigo
por alimentar a un animalito herido,
por desconfiar de ti y de tus buenas intenciones.

No hagamos de un ratón un elefante
he debido decirte.
No olvides quien soy y no olvides quien eres
he debido repetirte.
No olvides que nos amamos y que nos queremos
he debido recordarte
No busques respuestas y no vayas de cacería
que si te descuidas te come un tigre con sus cuentos.
Si quieres convertir un sueño en una pesadilla
busca un elefante y mételo en la cocina,
luego ignóralo y veamos que tan bien bailas
con su pata montada encima.

Si querías bailar conmigo has debido pedirle
disculpas al elefante primero, que se encontraba ofendido
con su ego mal herido en una esquina.
Aunque queramos no podemos ignorar a un elefante,
podemos enseñarle trucos para que se levante en dos patas
o que coma de nuestra mano, pero no podemos hacer
que olvide que lo han herido y que espera una disculpa
sincera, un abrazo y una caricia.

La piel del elefante es gruesa, áspera,
arrugada y aguanta duros golpes.
Sus orejas son enormes, sin embargo
pareciera que mi elefante no escucha,
no me responde y no le gusta mi música.
Me arruga los ojos cuando me mira,
tuerce la boca hacía un lado y es que no entiende
que yo pueda sentir lo mismo que él siente.
Es muy desconfiado mi elefante y que memoria tiene,
dicen que los elefantes no olvidan.
¿Será que algún día pueda perdonarme?
¿Será que le cuento un cuento para que se marche y
me deje tranquila o dejo que se adueñe de mi cocina
y me voy con mi música a otra parte?

Que pesadilla, hay un elefante en mi cocina
 y en mi cocina no cabemos los dos.
 ¡Yo necesito mi cocina para bailar!
Podría decir que la culpa fue mía
no debí decirte que te amaba, que te quería
que te pensaba todos los días y que habías dejado
un elefante enorme en mi cocina.
¿He debido darte lo que me pedías?, ¿silencio?
no dejarte ver en mi mundo y en mi corazón,
no debí insistir, no se puede apurar
el amor y no se le puede pedir a un extraño
que te ame con todo su corazón sin que
se asuste, entre en pánico y salga corriendo.
¿O si se puede?

¿se le puede pedir a un ciego que vea o a un sordo
que escuche y a un elefante que olvide y
que desaparezca?

No pierdas de vista lo verdaderamente
importante lo que te hace feliz y no cuestiones los motivos,
siente con el corazón y deja que tus sentimientos te guíen.
¿Qué sientes? ¿Qué necesitas para ser feliz?
¿Con qué sueñas de noche y de día?

Todos los días podemos empezar de nuevo
y escoger ser felices.
No dejar que el elefante nos incomode,
y que se apodere de los espacios vacíos.
No debemos permitir que la falta de comunicación,
el silencio y los malentendidos acaben con nuestros
sueños e ilusiones y nos impidan ser felices.

Anoche soñé contigo, soñé que habías dejado un
elefante enorme en mi cocina, la misma que uso
para bailar todos los días.
¿Será que por favor vienes y lo buscas? para que
acabemos de una vez por todas con la pesadilla.


"elefante en la habitación" es un idiotismo metafórico que hace referencia a una verdad evidente que es ignorada o pasa desapercibida; también aplica a un problema o riesgo obvio que nadie quiere discutir. Se basa en la idea de que sería imposible pasar por alto la presencia de un elefante en una habitación; entonces, las personas en la habitación que pretenden que el elefante no está ahí han elegido evitar lidiar con el enorme problema que implica. Fuente Wikipedia.

2 comentarios:

Alan Rogers dijo...

Verdaderamente genial!!! Me encanta esta poesía. Muy bien escrito. Sentimientos a flor de piel, aunque la piel de los elefantes sea muy gruesa. Hace tiempo leí un cuento hindú en donde decían que la piel de los elefantes era tan gruesa para protegerlos del mundo exterior, ya que los elefantes son seres de sentimientos puros y nobles. Gracias por enseñarme lo del elefante en la habitación, y en tu caso, en la cocina. "Que pesadilla, hay un elefante en mi cocina... " Si contando ovejas se queda uno dormido, ¿Qué sucede si cuentas elefantes? ¿Te quedaras dormido más rápido? Una vez vi un blooper de lo que sucede cuando subes a un elefante a un plato de televisión... hahaha... Si piensas que los elefantes son mamiferos muy grandes y cagan y mean, imaginate... hahaha... Gracias querida amiga por este escrito. Genial!!! Todo lo mejor. besos y abrazos querida amiga.

Johanna Penny dijo...

Hola Alan, muchas gracias por seguir mis historias, ¡que bueno recibir tus comentarios!
Me gustan mucho los elefantes, tengo uno pequeñito tallado en madera en mi ventana, porque traen suerte o prosperidad, algo así era.
¿Contar ovejas o elefantes para dormir? ¡A mi no me funciona! Desde niña tengo dificultades para dormir, mi abuela me daba un jugo (preparado con hojas de lechuga hervidas en agua) para ayudarme a dormir. ¡Debería probar hacerlo! Yo me quedo dormida con el sonido de las olas en la playa, eso siempre me relaja, me calma, debería comprar un cd con ese sonido y pasarlo a mi iPod.
¿Blooper del Elefante en un plato de televisión? Nunca lo vi. Te recomiendo la película “Water for Elephants” con Reese Witherspoon, te va a encantar. Besos y abrazos querido amigo.