sábado, 28 de enero de 2012

LA TRISTEZA Y LA FURIA


Hoy estaba yo muy enfadada, furiosa
sin saber realmente por qué,
o más bien todo me dio rabia de repente.
¡Conté del uno al cien y nada que me calmaba!
Traté de contar del 10 al 1, pero solo llegue al 8
y de ahí en adelante vi todo borroso.
La ira me cegaba.
Trate de contenerme pero no pude,
sentía como mi sangre ardía por dentro,
sentí calor y asfixia.
Me dije contrólate, este no es el mejor momento
para que un volcán haga erupción.
Tengo que detener el tsunami que llevo dentro,
Pensé, respira no te dejes llevar por el momento.

Entre en Facebook…
Leí acerca de la paciencia y me enfurecí aún más,
decía algo de llevar la cuenta atrás y no despegar.
Ya yo tenía los pies fuera del piso
y aquel dolor seco en el corazón,
¡pensando en tus palabras que no tenían explicación!

Me lo trago o exploto, me repetía.
¡Houston tenemos un problema!
El cuete despego y esta echando fuego
y va rumbo a ti sin poder detenerlo.
¡Vuela alto se libre! grite que si me estrello, me estrello.

Pero tú no lo permitiste, me salvaste, me protegiste,
me agarraste a mitad de vuelo por el espacio infinito.
Me escuchaste, no me abandonaste, no te rendiste.
Entendiste que detrás de mi furia había confusión.
Me tranquilizaste con tus palabras, me abriste tu corazón.
Calmaste al volcán y detuviste en seco al tsunami que peleaba
dentro de mí ser, sin hallar solución.
Mi súper héroe, mi otra mitad, el dueño de mi corazón,
gracias por tú amor, tus palabras y tú comprensión.

¡Gracias por luchar por nuestro amor!

En la noche ya calmada, agotada de tanta emoción,
me eche en el sofá para leer un cuento antes de irme a acostar.
Era un libro de cuentos de Jorge Bucay y me leí tres o dos.
Uno de ellos me hizo reflexionar y entender la furia que había
explotado dentro de mí hoy.



LA TRISTEZA Y LA FURIA

DE JORGE BUCAY (CUENTOS PARA PENSAR)

En un reino encantado donde los hombres nunca pueden llegar, o quizá donde los hombres transitan eternamente sin darse cuenta…

En un reino mágico donde las cosas no tangibles se vuelven concretas…

Había una vez…


Un estaque maravilloso.


Era una laguna de agua cristalina y pura donde nadaban peces de todos los colores existentes y donde todas las tonalidades del verde se reflejaban permanentemente…

            Hasta aquel estanque mágico y transparente se acercaron la tristeza y la furia para bañarse en mutua compañía.

Las dos se quitaron sus vestidos y, desnudas, entraron en el estanque.

La furia, que tenía prisa (como siempre le ocurre a la furia), urgida – sin saber por qué-, se baño rápidamente y, más rápidamente aún salió del agua…

Pero la furia es ciega o, por lo menos, no distingue claramente la realidad. Así que, desnuda y apurada, se puso, al salir, el primer vestido que encontró…

Y sucedió que aquel vestido no era el suyo, sino el de la tristeza…

Y así vestida de tristeza, la furia se fue.

Muy calmada, muy serena, dispuesta como siempre a quedarse en el lugar donde está, la tristeza termino su baño y, sin ninguna prisa –o, mejor dicho sin conciencia del paso del tiempo-, con pereza y lentamente, salió del estanque.

En la orilla se dio cuenta de que su ropa ya no estaba.

Como todos sabemos, si hay algo que a la tristeza no le gusta es quedar al desnudo. Así que se puso la única ropa que había junto al estanque: el vestido de la furia.

Cuentan que, desde entonces, muchas veces uno se encuentra con la furia, ciega, cruel, terrible y enfadada.

Pero si nos damos tiempo para mirar bien, nos damos cuenta de que esta furia que vemos es sólo un disfraz, y que detrás del disfraz de la furia, en realidad, está escondida la tristeza.

Por Jorge Bucay (Cuentos para pensar)


“Los cuentos sirven para dormir a los niños y para despertar a los adultos” Jorge Bucay

2 comentarios:

María Coutalieu dijo...

Comenzaste a la inversa. Primero leiste el cuento, y lueguito desnudaste a la del espejo, pero no a la real. Sucedió así. Lee tu publicación empezando en el final y terminando en su principio, y ahí estás desorientadora y equivocada.
Como castigo, te impongo que la MUJERESPEJO le escriba una carta a la MUJERVERDAD

Anónimo dijo...

De acuerdo con Bucay y aplicatelo a ti...tratando de calmarte y pensando que : "el AMOR saca todo lo que no es Amor..." Cuesta mucho aceptar "la realidad en que estamos cuando la vivimos ...seguro que si...pero la calma vá viniendo en la medida que aceptamos la realidad en su cruda verdad. Suelta el Pasado cada dia en lo que puedas, y piensa que TODO PASA...TODO PASA...amiga...¡