jueves, 8 de septiembre de 2011

¿Qué es la Paciencia?




Alan M. Rogers Martijena es un hombre joven de 36 años, soltero, alegre, positivo, un gran amigo que conocí hace casi 20 años en la escuela en Venezuela. Alan vive en Madrid, España, a él al igual que a mí le gusta escribir y le pedí que me hablara acerca de la paciencia.
Hoy es nuevamente mi escritor invitado, espero disfruten de lo que escribió para compartir con todos ustedes en mi blog.
Gracias querido amigo por tu amistad, por tu apoyo incondicional y te felicito por el gran talento que tienes para escribir. 
JP


¿Qué es la Paciencia?

El Shifu estaba tranquilo meditando cuando el sonido de unos pasos interrumpió su concentración.


 Eran pasos impacientes.
Entro en el salón una de sus alumnas, la más impaciente de todas, y sentándose a su lado le pregunto: “Querido Shifu, ¿qué es la paciencia?
¿Puedes darme la respuesta ahora?”
El Shifu la miró con su mirada profunda y penetrante, luego aparto la vista de ella y empezó a contemplar el hermoso jardín a través de la ventana.
 El Shifu empezó a hablar:
“Paciencia es una virtud que todos tenemos pero pocos sabemos cultivar en nuestra vida.
La paciencia es la voz interior que nos habla en silencio en los momentos de nuestra vida que más necesitamos escucharla.
Paciencia es la tierra seca que aguarda a las gotas de lluvia para refrescarse y calmar su sed de agua.
Paciencia es la madre pájaro mientras observa nerviosa a su pequeño pichón caer al vació, aguardando a que éste emprenda el vuelo y aprenda finalmente a volar.
Paciencia es la larga espera de la semilla para germinar en la estación del año adecuada.
Paciencia es la tensión en todos los músculos de un tigre, aguardando a que su presa esté más cerca de su alcance, antes de dar su salto mortal.
Paciencia es aguardar mejores tiempos sin dejar de agradecer y de disfrutar de tu presente.
Paciencia es saberte ganador y esperar a que el juego haya terminado para celebrar tu victoria.
Paciencia también es saberse perdedor y hacer todo lo posible para que el juego continúe con la esperanza de un guiño de la suerte o de un inesperado giro del destino.
Paciencia es saberse del todo derrotado y entregarte con alegría y humildad al vencedor.
Paciencia es saber escuchar a tu interlocutor sin interrumpirlo sabiendo desde el inicio que su dialogo está equivocado.
Paciencia es iniciar la comida por el primer plato sin pensar en que nos servirán de postre.
Paciencia es la sabiduría de saber que jamás podemos detener al tiempo pero si podemos tratar de aprovecharlo al máximo sin necesidad de agitarnos ni ponernos nerviosos, alegrándonos de cada segundo transcurrido.
Paciencia es contemplar un atardecer o un cielo estrellado o la sonrisa de un bebe dándonos todo su amor y saber que acabamos de experimentar un instante bendito.
Paciencia es mirar sin temor a las tormentas de la vida porque ellas no van a durar toda una eternidad.
Paciencia es saber disfrutar de nuestra respiración reflexionando sobre todo aquello que nos da vida.
Paciencia es la muerte aguardando antes de hacer su definitiva aparición, dejando durante todo ese tiempo que la vida disfrute del vivir.
Paciencia es tener fe en la fuerza de la  amistad aunque el tiempo y la distancia se hayan interpuesto entre nosotros y nuestro amigo.
Paciencia es aguardar la llegada del amor a nuestra vida sin perder la frescura de nuestro amor.
Paciencia es dejar tu vida en manos de Dios, seguro de su sabiduría y de su bondad.
Paciencia es la gota de paz espiritual que necesitamos tener en nuestra alma para saborear la sutil felicidad de la vida.”
Al finalizar de hablar el Shifu hubo un largo silencio entre ambos. Después de un periodo de tiempo que solamente la eternidad puede cuantificar el Shifu volvió a hablar:
“La paciencia es el silencio de nuestro corazón y de nuestra alma que espera ser escuchado con atención por nosotros.
Jamás olvides querida alumna que si no tienes paciencia en tu vida nada llegará a ser suficiente para ti porque no habrás llegado nunca a verdaderamente poseerlo y en consecuencia a realmente disfrutarlo.”
Ella se levanto y con una sonrisa de agradecimiento en su rostro se retiro con pasos tranquilos, dejando al Shifu nuevamente solo en el salón.

Madrid 7 de Septiembre de 2011
Alan M. Rogers Martijena.

3 comentarios:

Alan Rogers dijo...

Hahaha... Si no consigo chica con la publicidad que me estas haciendo en tu blog me voy a meter a monje de clausura... hahaha... Gracias querida amiga por tus palabras y por compartir mi cuento en tu blog... hahaha... Tienes una bonita sonrisa... hahaha... Besos y abrazos querida amiga :)

Jessie dijo...

Muy inspirador, particularmente me hace pensar en la paciencia como acción. No paciencia como limitación frustrante sino paciencia con propósito. La paciencia en este contexto tiene un objetivo y un componente de tiempo y materia; tal como la energía, tal como el universo. Mil gracias por hacerme ver todo esto. Bellamente escrito este ensayo y muy bella iniciativa la de este blog. Amor para todos.

Jessie dijo...

Muy inspirador, particularmente me hace pensar en la paciencia como acción. No paciencia como limitación frustrante sino paciencia con propósito. La paciencia en este contexto tiene un objetivo y un componente de tiempo y materia; tal como la energía, tal como el universo. Mil gracias por hacerme ver todo esto. Bellamente escrito este ensayo y muy bella iniciativa la de este blog. Amor para todos.