domingo, 25 de septiembre de 2011

Pensando con el corazón


Hoy recordé el dicho „ Hay que pensar con la cabeza y no con el corazón”
Me encuentro hoy pensando poco con la cabeza y más bien concentrada y envuelta en las sensaciones que emite mi corazón con sus latidos.
Mientras más escucho a mi corazón más claro y fuerte él me habla.
Lleva hablándome desde hace algunos meses y todavía tiene mucho que contarme, no parece querer callarse.


Mi mente no analiza lo que dice mi corazón, ni siquiera se atreve.
Esta todo muy claro. Mi corazón sabe lo que quiere.
Antes pensaba todo con lógica y con razón, no le hacia caso alguno a mi corazón.
“Hay que pensar con la cabeza y no con el corazón” me decía a mi misma, haciendo listas de los pros y los contra, a ver cual lista tenía más a favor antes de tomar la decisión, sin importar lo que sentía mi corazón, sin importar si era feliz con la decisión.


Tantas veces callamos los latidos de nuestros corazones por temor a que nos hagan olvidar los propósitos de nuestras listas o nuestras metas.
Todo a favor de la lógica y la razón, ¡es de débiles escuchar al corazón!
Sí ser felices es lo que queremos,
¿Por que solo pensamos con la cabeza y no con el corazón?
¿No seria mejor pensar con los dos?


Todos tenemos metas y ambiciones, propósitos en la vida, algunos que creemos son más importantes que el amor. Otros que nada tienen que ver con el amor,
¡Muchos que te alejan por completo del amor!
La mayoría creemos que sí logramos los bienes materiales, tendremos más amor o conseguiremos el amor una vez que logremos todo lo que esta en nuestra lista de prioridades.


Lo gracioso es que al final de cuentas, todos
queremos lo mismo ¡AMOR!
¿Por que entonces seguimos
“pensando con la cabeza y no con el corazón”?.
¿Que se yo del tema de pensar con el corazón?
sí yo misma durante tanto tiempo mande a callar a mi corazón, me concentre en mis miles de metas que se suponían me acercarían al amor y a la felicidad, pensando que siempre habría tiempo para amar, y pensar con el corazón.


En mi experiencia una vez logrado los objetivos, las metas, las prioridades, nos damos cuenta que algo falta, que la alegría no es completa, y comenzamos nuevamente
a pensar con la cabeza, porque lo hacemos desde hace tanto tiempo, es lo que conocemos y ya es rutina.
Comenzamos con las listas de cosas a favor y en contra, ambicionando lo que queremos, preguntándonos ¿que nos hace falta?, ¿cuanta dinero necesitamos para
hacer nuestros sueños o metas realidad?
¿Cuánto cuesta el amor? ¿y donde lo compramos?, ¿en que estante del supermercado?
¿Será que esta agotado? ¡Cuando no lo sentimos o no lo encontramos!


En mi caso me hacia falta escuchar a mi corazón, dejarlo hablar y que el me dijera que era lo que el necesitaba.
Cuando pienso en tantas horas malgastadas pensando solo con la cabeza, me dan ganas de llorar. Mi corazón esta feliz desde que empecé a escucharle, y
mi cabeza le da la razón, ya no se siente tan confundida y no necesita de tantas listas o miles de teorías acerca del amor.


No es fácil escuchar al corazón, cuando no se tiene la práctica.
Es muy confuso entenderlo al principio, ya que el lenguaje que usa es muy distinto al nuestro. No usa palabras, usa latidos, que pueden ser lentos o rápidos, silenciosos o muy fuertes. Dependiendo de los latidos que siente mi cuerpo, comienza mi mente a traducirlos y mi piel a sentirlos.
A veces siento escalofríos, a veces ciento mucho sueño y me acuesto.
¡De a ratos siento mariposas en el estomago y me da risa el cosquilleo!
Casi todo el tiempo siento mucha energía, mucho positivismo, mucha fe, siento que todo va a estar bien, que lo que hoy pareciera no tener solución, en mi corazón ya esta
solucionado, y el esta feliz de saber que nada puede afectarlo.
Porque él ya me hablo con sus latidos y dio las respuestas a mis preguntas.
Solo era cuestión de detenerme a escucharlo y no mandar a callarlo.


Llevo algunos meses practicando diariamente, no ha sido fácil.
Recuerdo un día que no quise escucharlo, porque latía con tanta fuerza y tan duro que me tenía aturdida, sorda con sus latidos, sentía nauseas y fuera de control todo mi cuerpo. Me refiero a que sentía tristeza y alegría al mismo tiempo, calor y frío y lo más difícil de todo sentía amor en mi corazón, no tenia dudas de ese sentimiento, pero yo no quería sentir amor o que mi corazón me hablar de amor, no ese día y no al día siguiente. No me quedo más remedio que dejarlo hablar de amor y de lo que sentía cuando se ama a alguien con todo el alma, que nada ni lo imposible, el tiempo o la distancia parece asustarte, alejarte o detener ese sentimiento.
¡El amor es un sentimiento muy fuerte me dijo mi corazón y no podemos ignorarlo, podemos tratar, pero en algún momento va a regresar golpeándote con más fuerza y vas a desear no haberlo ignorado en primer lugar!


Fue así como comencé a escuchar nuevamente a mi corazón y siento que me he vuelvo más experta escuchándolo con cada día que pasa, ahora solo basta con hacerle una
pregunta directa y el me habla sin rodeos y con mucho sentimiento.
Cuando mi corazón tiene mucho que decir, he optado por escucharlo y escribirlo en poemas o cuentos para no olvidarlo, el esta feliz cada vez que lo hago y me lo deja saber con sus latidos que se convierten luego en suspiros cada vez que leo lo que el me dijo.


Durante un viaje mi corazón tenía tanto que contarme, se sintió tan inspirado que me hizo escribir cantidad de poemas y cuentos, yo le pedía un descanso ya no quería
seguir todo el día y toda la noche escribiendo del amor que había en su corazón, de todo el romance que hay en el arte, en la música y sobre un puente donde van los enamorados a pedir deseos y llevan candados y de eso tengo un cuento para más tarde.
¡Yo quería correr por toda la ciudad en tacones altos
y tomar fotos a los enamorados! ¡Tengo un corazón muy romántico!


 
Tengo un corazón tan romántico que no importa cuanto trate de alejarme del amor siempre lo pone en mi camino para que no lo olvide y él con sus latidos me lo recuerda a diario, en todo lo que hago, no me deja olvidarlo y me dice que lo lleva consigo a todas partes. ¡Vaya corazón valiente y enamorado, le digo!


Fue corriendo en tacones altos que me torcí el tobillo y mi corazón me dijo, ahí esta ¿Tú no querías un descanso?
Ahora siéntate, descansa tu tobillo y escribe un cuento del porque no puedes correr en tacones altos y de cómo tu tobillo esta conectado a tu corazón.
Cada vez que mi corazón esta intranquilo o triste por amor, yo me tuerzo el tobillo y no tengo más opción que dejar de correr, caminar o bailar y bajar la velocidad para concentrarme en sanar mi corazón y mi tobillo por igual.
Ese es el cuento, y punto le digo a mi corazón y no pienso decir más.
Siéntate y escribe todo el cuento, eso no es suficiente, me dijo.
¡Tengo un corazón muy mandón y quiere que cuente todos mis secretos!
El jura que todo gira en torno a él, que es mi motor, el que hacer mí sangre fluir, el manda más en mi vida, ¡mejor no sigo o lo voy a  hacer enojar y no me quiero torcer el tobillo hoy!  


Hay momentos en que me tomo un descanso, ya que si fuera por el se la pasaría hablándome todo el día, y yo escribiendo cuentos.
Yo le pongo música, canto y bailo un rato o por horas dependiendo lo que necesitemos en ese momento.
Mi corazón se ríe y es feliz y se toma su descanso.
A mi corazón le encanta la música y el baile, como a los santos de mi abuela en Maracaibo, que en paz descanse, hace muchos años.
Ella les echaba ron a los santos.
Yo tomo vino de vez en cuando, pero no soy ninguna santa, soy mas como un volcan.
Soy solo una mujer que escucha su corazón, que se pierde dentro del ritmo de una canción con todo y sus latidos y se hacen uno, por eso bailo con tanta pasión.
Mi cabeza no piensa cuando bailo, esta en otro mundo.
La música y el baile son mi maquina del tiempo.
Puedo ir atrás o adelante en el tiempo y el espacio, según las canciones y el ritmo.
¡Mi cuerpo lo sigue! Y ese es otro cuento para otro momento.


Cuando una tarde me rehúse a escuchar a mi corazón, porque tenía muchas dudas y temía terminar con el corazón roto.
Mi corazón se mantuvo muy silencioso, callado y me dejo caminar una tarde, observando todo a mí alrededor y por todos lados veía señales cosas que me recordaban de lo que mi corazón me había estado hablando.
Con razón se había estado tan quieto y callado, el muy travieso, pensé quería darme un lección para que no subestimara a mi corazón.
Los dos nos reímos esa tarde y yo prometí no dejar de escuchar lo que tenía que decir y no dudar más de sus motivos.


El corazón no pretende herirnos y si nos hacen daño, el es fuerte y puede recuperarse.
Hay que caer para levantarse me dijo esa tarde!
No temas caer, no temas creer, no temas amar, ten fe en las señales y no temas escuchar a tu corazón. Escucha los latidos de tu corazón, no temas preguntarle
directamente que necesita para ser feliz, muchas veces solo quiere música y baile.
Otras que escribas un poema, un cuento, algo que te motive a ti a creer que todo es posible o que a motive a alguien a escuchar a su corazón y a encontrar la felicidad en el amor.


 
Si bien es muy importante usar la cabeza para pensar, razonar, meditar y reflexionar antes de tomar las decisiones, también hay que escuchar lo que dice el corazón y
sentir sus diferentes latidos, que buscan guiarnos en nuestro camino y acércanos a nuestro amor y a la felicidad!
¡El corazón solo busca la felicidad, no lo ignores, déjalo que te hable!
¡Piensa con el corazón y ama con la cabeza, como dice una canción que escuche hoy!


“COMO TODOS HE REIDO Y HE LLORADO
COMO TODOS LA VIDA ME HA GOLPEADO Y ME HA DERRIBADO
MAS ME HE LEVANTADO, HE SEGUIDO Y APRENDI LA LECCIÒN
YA SE AMAR CON LA CABEZA Y PENSAR CON EL CORAZON”
 Los Aldeanos, “Soy ese”. Fuente musica.com

1 comentario:

Principe Sapo dijo...

Me encanta el cuento!!! Me siento muy feliz que escuches a tu corazón!!! "¡El corazón solo busca la felicidad, no lo ignores, déjalo que te hable!¡Piensa con el corazón y ama con la cabeza, como dice una canción que escuche hoy!" Son palabras muy sabias.Muy pocas veces nos hacemos esta pregunta: ¿Somos felices? Tenemos miedo a su respuesta. ¿Escuchamos a nuestro corazón? La pregunta central que debemos hacernos en cualquier decisión de nuestra vida es: ¿Qué haría el amor en este caso? ¿Qué decisión tomaría el amor?... Venimos a este mundo a ser felices y a amar. Todo lo mejor querida amiga. Un gran beso y abrazo:)