miércoles, 14 de septiembre de 2011

La primera cita


¡Esta mañana amanecí riendo, recordando los cuentos de las primeras citas!

Tuve un novio que en la primer cita me pregunto ¿Cuándo cumples año? sólo para recordar no comprarte ropa interior o prendas intimas. Yo estaba desconcertada y el me dijo, “es por lo del dicho de que lo que se regala no se quita”, ¡ambos estábamos muertos de risa en la primera cita!  Nuestro amor duro varios años y el cumplió su promesa de no regalarme ropa intima, me regalo algo mejor, su amor, su corazón y una buena lección de vida.


¿Que no preguntar en la primera cita?

Una vez salí con un hombre que me invito a tomar un café, luego de conversar un rato sin haber terminado el café, me pregunto ¿si quería ir con él a un hotel que quedaba a la vuelta de la esquina?
Esa fue una de las peores citas que he tenido, ¡salí tan rápido del lugar que ni el café me logre tomar!


He escuchado que hay mujeres que tienen una regla de 5 citas antes de acostarse con un hombre, la primera vez. La mía es algo así como 200 citas o 4 años, lo que suceda primero, como cuando le vas a hacer el servicio al carro y te fijas en el kilometraje.
¡A mi esposo esto no le parece gracioso, pues él espero los cuatro años!
El es muy paciente y con él siguiente cuento quedara demostrado.


¿Que como fue nuestra primera cita?

Nuestra primera cita, que en realidad no fue cita sucedió algo parecido a esto:
Me llama una noche y me pregunta ¿que estoy haciendo?
Yo le digo que tengo hambre y que estoy cocinando, me pregunta ¿que estoy preparando? y yo le cuento que pasta y el ahora me dice que le dio hambre.
Yo le digo que si gusta puede venir a mi casa, (a casa de mis padres) a comer conmigo.
¡El llego más rápido que Speedy González! yo le presente a mis padres y  nos sentamos a comer y a charlar un rato.
Recuerdo se hizo bien tarde y yo baje con él por el ascensor a despedirlo, vivíamos en un edificio con más de quince pisos.  Cuando nos estábamos despidiendo, me pregunta que ¿si quiero ser su novia?
Yo que era una adolescente muy ingenua todavía, para nada me espera esa pregunta y le respondí que no podía, pues yo ya tenía novio.


La cara de decepción de ese hombre era un poema, yo estaba segura que después de esa noche jamás lo volvería a ver. El se despidió y como al mes me llamo para invitarme a salir con él y sus amigos y que podía llevar a mis amigas también. Ese fue el comienzo de una bella amistad que duro cuatro años hasta el día de hoy. El  y yo nos veíamos cada cierto tiempo como amigos y desde ese día siempre que me llamaba o me veía me preguntaba ¿si tenía novio? La respuesta fue siempre la misma, si. Hasta que un día, cuatro años más tarde, que me llamo por teléfono y me pregunto ¿sí tenia novio?  La respuesta fue no. Ese día él no perdió tiempo y fue a visitarme esa misma noche ¡Cuatro años más tarde, un día cualquiera, yo no tenía novio y tampoco andaba buscando! Él se apareció tocando a mi puerta con una enorme sonrisa.


Antes que eso sucediera y volviendo al tema de las primeras citas:

Una vez me enamore de un hombre en la primera cita, talvez fue su risa, su voz, definitivamente me hizo reír toda la noche. Yo quede enamorada tonta de ese hobre de su manera tan casual, se expresaba muy bien al hablar, educado, era muy carismático, era un hombre maduro, con experiencia, me llevaba 12 años, me trataba como a una princesa. Quería saber acerca de mi vida, mi trabajo, mis experiencias en otros países, pero también le gustaba hablar de sus vivencias, de su trabajo, me contó mucho de si mismo en esa primera cita.


Al finalizar la noche, yo sabia que sí ese hombre me pedía que me casara con él, yo aceptaría, pues ¡Cupido me había flechado! El problema era que yo no sabia si el también sentía la química o era sólo cosa mía y no me atrevía ni a pedirle su teléfono.
Cuando llego la hora de despedirnos me dio un beso en la mejilla y me pregunto
¿Qué planes tenía para el día siguiente? ¡Yo le dije que todavía ninguno!
Y tú, que planes tienes? Le pregunte
Llevarte a cenar mañana en la noche, me respondió ¿te puedo pasar a recoger por tu casa a las ocho?    
¡Yo estaba derretida, flotando en una nube! La segunda cita fue mejor que la primera y no, no me acosté con el esa noche tampoco, ni las que les siguieron, los dos esperamos bastante, pero ¡tampoco fueron 200 citas! Cuando sucedió fue espontáneo y realmente mágico.
Fue con él con quien yo andaba de novia, cuando sólo era yo amiga del que algún día sería mi esposo.


¿De que hablar en las primeras citas?

Más que de que  hablar yo diría que lo importante es ser uno mismo, sin buscar impresionar a la otra persona, dejar que la química actúe por si sola, salir con la idea de pasar un buen rato sin muchas expectativas, dejarse sorprender por el momento, ¡no planificarlo!


A las mujeres nos gusta que nos hagan reír, que nos escuchen y nos cuenten de sus vidas, hablar de viajes, de comidas. Después de la primera cita sí dicen que nos van a llamar, ¡no llamar esa misma noche para no quedar como un loco maniático, desesperado! Tampoco dejar a una mujer esperando tres días o más por eso de hacerse el interesante, eso en mi libro es grosero y descortés. Esperar hasta el día siguiente esta bien o hasta el segundo día!


Volviendo al amor que tuve que no me regalaba ropa intima, me enseño una importante lección de vida: a nunca quedarme en casa esperando que un hombre me llamara por teléfono, él siempre me decía que había que salir y divertirse, tener muchos amigos, que la vida no podía girar entorno a un hombre, “¡Que los hombres eran todos unas mierdas y por eso a él le gustaban las mujeres!” ¡Gracias nunca olvide tú consejo!


Como a mi sí me gustan mucho los hombres, pero no todos los hombres por igual, les explico:
A mí nunca me atrajeron los hombres que luego de la primera cita, les gustaba hacerse pasar por misteriosos, distantes, callados o a los que trataban al amor como un juego a ver quien gana o quien aguanta más días sin llamar, recuerdo a uno que llamaba y me trancaba el teléfono. ¡Nunca hagan eso, es de idiotas!
Y para no responder los mensajes de una mujer hay que ser bien cobarde o bien imbécil.

La regla es muy simple: ¡Si alguien te interesa y te gusta, llama o escribe, no importa el día, la hora o el lugar, dile lo que sientes y no esperes a perder la oportunidad!
Cuando vayas a salir a una primera cita, ponte perfume, una bonita camisa, esmérate un poquito y ¡no olvides regalarle tu mejor sonrisa!
¡Que disfrutes de tu primera cita y que Cupido los fleche a ambos!

4 comentarios:

Alan Rogers dijo...

Muy bonito cuento!!! Ya no tengo excusas para justificar cagarla en la primera cita. Ya se que preguntas como ¿Eres fertil? se deben hacer en la segunda cita... hahaha... Besos y abrazos querida amiga :)

Johanna Penny dijo...

Alan dijo:
Madre mía Joha, lo tuviste esperando 4 años. ¡4 años! y yo que me quejaba de la dieta del pan y del agua... hahaha...



Hola Alan: Te aclaro que durante esos cuatro años que fuimos sólo amigos, ¡él salía con chicas diferentes todas las semanas a “rumbear” y no estuvo a dieta!. Fue sólo que no tuvo novia formal, yo fui la primera que él llevo a casa de sus padres y con quien estaba seguro de querer casarse.

Unknown dijo...

Me dejaste inprecionado con esa historia tan preciosa
Sabes . lo que acabaste de contar me lo hicieron ami hace 5 días y estoy en las nubes súper enamorado esa cita no hubo sexo mas si unos besitos pero me enamore solo por que me entere que tiene novio y esta enamorada de el
Todos los días soy especial con ella, la llamó le doy detalles ,
Sera que estoy haciendo mal . regalame un consejo

Johanna Penny dijo...

Gracias Hernandez por dejar tu comentario en mi blog. Me encanta saber que te encuentras enamorado, que sentimiento tan espectacular. El mejor consejo que puedo darte, ya que no me considero capacitada para dar consejos en este tema es que escuches a tu corazón. Escucha a tu voz interna, si prestas antencion a tu interior sabras que hacer. No hay bien o mal, correcto o incorrecto. Si la chica en cuestion esta pendiente de ti, eso lo dice todo. Si te beso indica que no esta muy enamorada de su novio en mi humilde opinion. Saludos desde Alemania y mucha suerte con tu Corazón.