jueves, 5 de diciembre de 2013

Se avecina una tormenta

Escuche en la radio que se avecina una tormenta. Esta mañana yo no quería levantarme de la cama, estaba dormida soñando contigo.

Soñé que estaba sentada dentro de un auto estacionado frente a unas  tiendas, esperando a que mi madre metiera las compras al auto para luego marcharnos rumbo al aeropuerto. Yo esperaba por mi madre, cuando de repente te vi  al otro lado de la calle mirándome. Tú estabas ahí parado esperando para cruzar la calle y venir hacia mí. Yo no esperaba verte ahí, fue toda una sorpresa, yo no sabía que vendrías por mí, tú cruzaste la calle y venias hacia el auto estacionado.  Apenas estuviste parado al lado de mi puerta, yo la abrí y lo primero que hice fue abrazarte, muy fuerte. Mi madre colocaba las bolsas en el auto cuando nos vio abrazados y antes de que ella pudiera decir algo, tú tomaste de mi mano y salimos corriendo, corrimos rápido, comenzaba a llover, el cielo estaba gris y nos metimos en una de las tiendas de aquel centro comercial. Era una tienda de ropa, había tres personas ahí acomodando mercancía, tú sacaste una tarjeta y les dijiste, necesito hablar a solas con ella que nadie nos interrumpa, pueden cargar los minutos que estemos juntos si lo desean. En el local había mucha luz el sitio estaba completamente iluminado de blanco, la luz era muy fuerte. Yo podía ver tu rostro y tu cuerpo completo frente a mí. Vestías unos pantalones vaqueros negros y una camisa gris. ¿Me encontraste?, ¿cómo me encontraste? Quería preguntarte, pero tú me abrazaste y me dijiste que me amabas que me amarías por siempre, me bésate en los labios suevamente, fue un beso tierno luego me miraste a los ojos, sabias que teníamos poco tiempo. En cualquier momento yo debía irme y ninguno de los dos sabíamos cuando volveríamos a vernos. Yo tome tu rostro en mis manos viéndote a los ojos y te bese en la frente luego en los labios y te dije: “te amo voy a volver por ti, lo prometo”.

Eras tú, era tu rostro, tus labios, éramos tú y yo solo que muy jóvenes, en tus ojos no había arrugas, tu rostro era el de un joven de diecisiete cuando mucho. Éramos muy jóvenes los dos, pero nos amábamos tanto. Estábamos besándonos cuando me despertaron del sueño. Odio despertar cuando sueño contigo. Pero así es la vida, hay que trabajar y hay obligaciones que atender. Lo cierto es que pensé que jamás volveré a amar a alguien como te amé a ti. Jamás volveré a sentir un amor así de intenso, para mí ya es tarde, ya no tengo diecisiete años como en el sueño, y menos mal, porque no creo que mi corazón aguante otro amor así de tempestuoso. Estaba convencida de que lo bueno de crecer y ser adulto, era poder hacer lo que se nos diera la gana, no tener que pedir permiso para estar juntos. Cuando se es adulto no pueden obligarte a nada que no quieras  y puedes estar con la persona que deseas. ¡Ser adulo apesta, yo me divertía más cuando era una niña! Es una broma. (Eso creo) me refiero, no puedo echarle la culpa a mi madre de que tú y yo no estemos juntos, no puedo echarle la culpa a la vida o al destino. Tú y yo no estamos juntos, (porque te fuiste con otra. ¿Echarte la culpa a ti una vez más? Muy adulto de mi parte) digamos que tomamos caminos distintos y punto. Ambos buscamos la felicidad en otra parte, dejémoslo así. Yo era feliz en tus brazos y sin embargo te deje ir muchas veces, escuche que si amas a alguien es mejor dejarlo libre. ¡Dejarte libre apesta! Yo no quiero dejarte libre yo quiero abrazarte y no soltarte nunca más. No necesito volver a amar como te amé un día. ¡No volveré a amar y punto! Como los adultos, voy a concentrarme en mi trabajo, seré muy exitosa, veras mi rostro en afiches, firmare autógrafos y ganare mucho dinero. El amor sólo es importante sí le das importancia. Si le restó importancia al amor, pues da lo mismo si tú estás o no a mi lado. Eso es muy adulto de mi parte. Aceptar que las cosas son como son y no como yo hubiese querido que fuesen, no es culpa de nadie. El amor y lo que siento por ti es solo materia de mis sueños, mi subconsciente fastidiándome la vida y de mis fantasías más prohibidas, pero una vez suene la alarme debo despertar y volver a la realidad. ¡La realidad apesta sin ti, por cierto, que tontos somos los adultos! Me gustaba más cuando era una adolescente y le pasaba por encima a todo el mundo y sus reglas para estar unos minutos a solas contigo.

Me despierto y tomo el teléfono que está cerca de mi almohada y pienso, yo debería despertar a tu lado y no con mi teléfono. Soñé que cuando creciéramos estaríamos juntos. ¿En qué momento dejo tu boca de extrañar a mi boca? Tú besas rico hasta en sueños. Tengo una amiga que dice que puede interpretar sueños, ¿cómo interpretar este? yo como que necesito ayuda. No, no es cierto, muchas veces me pregunte ¿por qué no me buscaste? ¿Por qué creíste que podías ser feliz sin mí? ¿Quién más podría besarte como yo te beso? ¡Nadie! ¿Por qué dudaste de mi amor, porque me dejaste ir la última vez que me tuviste en tus brazos? ¿Cuánto tiempo tiene que pasar para que nos demos cuenta que la vida es más bonita cuando tú y yo estamos juntos? Estoy practicando el no hacer nada. Últimamente sueño mucho contigo. Si me pagaran por soñar contigo sería millonaria. Tengo miles de proyectos, miles de planes, pero…
¿Y sí volviera por ti? Sí la montaña no va a Mahoma… ¿Y sí te buscara, contestarías mi llamada? ¿Me reconocerías? Ya no tengo diecisiete ¿Confiarías en mí, estarías listo para dejarte amar? ¿Qué  le paso a Mahoma fue o no a la montaña? ¿O fue al revés, y la montaña fue a Mahoma? ¿Que había de especial en la montaña? ¿Qué paso cuando Mahoma y la montaña se vieron?

Las cosas son como son, la vida es como es, somos responsables de nuestra felicidad, no se vale culpar al destino, a la vida, al tiempo, a la distancia o a Mahoma y su montaña. Yo me siento muy afortunada de haber amado como te amé, como aun te amo a pesar de los miles de años y los miles de kilómetros de distancia. Es bonito verte y amarte aunque sea sólo en sueños. Mi sueño, me recuerda que te amare siempre. Escuche en la radio que se avecina una tormenta, lo extraño es que afuera salió el sol y está brillando. No siento frio a pesar de que estoy en polo norte. Debe ser tu recuerdo que me da calor.
“Sí amas a alguien debes dejarlo ir, que si regresa a ti…” Lo siento como adulto simplemente no puedo estar de acuerdo con esto.  

… Sí yo llegase a tenerte en mis brazos nuevamente, y tú me dijeras que me amas y que quieres estar conmigo, yo jamás te dejaría ir. Parece un buen plan. La próxima vez que te vea, voy a decirte que te amo, voy a besarte la frente, tomare tu rostro en mis manos de daré un beso en los labios y ya no volveré a dejarte ir nunca más. Quiero despertar contigo, quiero soñar a tu lado, quiero tus besos, tus caricias, quiero tu amor, quiero el sonido de tu voz y el olor de tu piel, quiero todo contigo, admitirlo e ir en busca de mi felicidad, eso sí es ser adulto.   

 

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