Una amiga que me conoce bien me dijo, te deseo paz amiga esta muy intranquila.
Yo pensé intranquila es poco, estoy hecha un remolino que lo cruzaron con un volcán apunto de estallar. ¡Me ahogo, no puedo respirar!
Hace días no duermo, no como, necesito escapar de esta realidad.
Necesito tocar fondo, impulsarme y comenzar a nadar.
Necesito viajar urgente, salir de este ambiente en donde no puedo respirar.
Unos días, unas noches, descansar, dormir, soñar, escribir, llorar, dejar mi creatividad volar.
Lo pensé, lo hice realidad, nuevamente el miedo, la inseguridad.
¿El que pasa si voy o dejo de ir?, ¿para que viajar?, ¿para que huir?
¿Quien necesita dormir?, ¿comer?, ¿soñar?, ¿escribir?
¿Y si me quedo aquí bailando dentro de mi remolino personal como un volcán que esta apunto de estallar? ¿Qué más puede pasar?
¿Quien necesita respirar?, ¿para que llorar?, ¿para que viajar?
¿Para que pedir un deseo?, sí el ultimo se me hizo realidad.
¿Para que reflexionar? Si ya tengo tengo todo lo que quiero.
¿Y sí no puedo tener todo lo que anheló?
¿Quien quiere realmente saber, sí entendió bien o entendió mal?
Otra amiga me dijo, vete no lo piense más, es una buena oportunidad,
necesitas ese tiempo para ti, para que puedas funcionar.
El mundo no se va a acabar, los relojes no se van a parar porque dejes todo por unos días, necesitas descansar.
Así que esto esta dedicado a ustedes mis amigas, mis hermanas,
Ustedes saben quienes son, yo no las voy a mencionar.
Gracias por las palabras, los consejos, los alientos, ustedes que siempre escuchan todos mis cuentos.
Se preocupan por mi bienestar, conocen mis sufrimientos y me quieren igual, sin juzgarme y apoyando mis decisiones para bien o para mal.
En el viaje les puedo decir que hice todo lo que prometí.
Descanse, dormí, llore, respire profundo, comí delicioso, camine hasta el cansancio, escribí hasta que me dolió la mano y ya no pude escribir más.
Encontré mi inspiración en lugares nuevos, observe a las personas en su realidad, recorrí sola la ciudad.
Me entregue a la aventura. Pedí tres deseos sobre un puente.
Deje mi remolino hecho volcán atrás.
Escuché a mi corazón, que andaba en huelga y no me quería hablar.
Hice una nueva amistad, tome fotos sin parar. Me deje consentir.
Corrí con un mapa por toda la ciudad. Me torcí el tobillo y volví a caminar.
Llore un poco más, sonreí, cante, baile, me peleé con mamá, nos volvimos a contentar.
Me perdí en el metro de la ciudad. Me reí a carcajadas como hacia mucho no me escuchaba reir.
Me enamore de la voz de un hombre que conocí en la estación del tren de la ciudad.
Tantos anécdotas de este viaje, tantos aprendizajes, no hay nada mejor en el mundo que viajar y encontrar paz e inspiración en otro lugar.
1 comentario:
Johanna!...Este relato me gustó porque me identifico con varias cosas que mencionas: me encanta viajar, me encanta Praga...y me encanta disfrutar de las buenas amistades - que son tan necesarias para compartir! Me alegra muchísimo saber que aprovechaste tu viaje! Te mando un gran abrazo!
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