lunes, 30 de enero de 2012

La ducha...Es preciso recordar para poder olvidar


¡Nadie muere de amor, eso seria un lujo que yo no tengo!
Hay que olvidarse de eso. Respira profundo, olvida el dolor por un segundo.
Recordar es olvidar, no olvides.


Me miro al espejo, me lavo la cara con agua fría por tercera vez hoy
y pienso este va a ser un día largo.
No me gustan los domingos, nunca me han gustado,
pero este es peor que todos los que recuerdo.

Me quito la ropa me desnudo frente al espejo,
abro la llave de la ducha para que se caliente el agua,
me volteo para ver mi cuerpo en el espejo
y pienso que bien te ves desnuda, me gusta mi cuerpo,
me gusta mi imagen en el espejo.

Entro en la ducha y veo el jabón, había algo que tenia que recordar
y ya no recuerdo.

Recuerdo al gato con botas rojas y sus promesas rotas.

Se siente bien el agua tibia recorriendo mi cuerpo.
¿Como llegue hasta acá? Fue un viaje muy largo.
¿En que estaba pensando? No recuerdo ¿algo de escuchar a mi corazón?
¡En avión!, llegue hasta acá en avión.
Escucho un grito en la ducha, un llanto un lamento.

¿Quien grita? ¿Quien sufre? ¿Quien te hace llorar tan temprano en la ducha?
¡Alicia despierta! Recuerda quien eres.

Para olvidar es preciso recordar

Alicia soy Alicia, esto no es real, esto no es un sueño
es una pesadilla y tengo que despertar.
¡Como duele!, mi corazón llora, ahora veo las lagrimas
corriendo por mi cuerpo, confundiéndose con el agua de la ducha
y ambas son tibias, difícil separarlas.
Veo las miles de gotas de agua cubriendo mis brazos, mi pecho,
el ruido de la ducha no me deja escuchar mi llanto
o ver cuando las lagrimas caen al suelo.
¿Cómo llegue hasta acá?, ¿hasta este momento?

Las paredes de la ducha son de mármol.
Me sujeto con las manos a la pared fría, siento que todo da vueltas,
que me caigo, tengo el estomago revuelto, nauseas, mareos,
me duele todo el cuerpo, me sostengo,
¿quien grita?, ¿quién llora?
¡Esto es una pesadilla! ¡Cuanto dolor!

¿Donde esta Alicia?
¿Quien soy?
¡Para olvidar es necesario recordar!

¿No habrá otra forma?, ¡duele demasiado!, ¡me desgarro por dentro!
¿Como llegue aquí?,¿a este momento?

Duele, duele, duele, duele.

¿Cuanto tiempo llevo en la ducha? ¿Media hora o más?
¿Se detuvo el tiempo?

Veo mis dedos que están comenzando a arrugarse,
tengo que salir de aquí antes que sea tarde y me desmaye.
Nuevamente me sostengo de las paredes de mármol,

¡ya esta bueno ya!, pienso hora de volver a la realidad, esperan por mi.
Hora de salir de este infierno.

Infierno? Es Alicia quien pregunta, ¿pensé que dijiste que era un sueño?

Ve a dormir, o mejor ve a jugar con tu gato, ¡si te necesito te llamo!.
¡Escucho a mi hijo, que me necesita!, ¿a quien? Pregunta Alicia
Mi hijo necesita un pañal al revés, ¡tengo que cambiar un pañal!

¿Que dices? Pregunta Alicia.

 Nada yo me entiendo, ve a escribir tu cuento, necesito concentrarme.

No sufras, todo pasa, me dice Alicia, recuerda la playa, el olor del mar,
la brisa en tu cara, las olas rompiendo en la orilla,
el sabor de las cocadas, eso siempre te calma.
¡Seca las lagrimas, que nadie te vea así! Lava tu cara una vez más.
El show debe continuar, maquíllate ponte linda, sonríe
y mas tarde duermes recordando.

¡Es preciso recordar para poder olvidar!

Nada como un pañal sucio para volver a la realidad
y sacar fuerzas de donde no había nada hace un minuto.
Alicia vete a escribir tu cuento y déjame a mi con mi sufrimiento
que yo soy un tigre y puedo con eso, además cicatrizo bien!.



Alicia…..escribe….

“Había una vez un gato de ojos oscuros

y tenia puesta una botas rojas, que decía eran suyas…

pero no todos los gatos son como los pintan en los cuentos…

¡Vaya gato traicionero!”



La Ducha

Puerto La Cruz 29-01-2012

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