"Esperar a alguien que uno ama no es fácil. Especialmente si esa persona que tú estás esperando no está consciente que tú la estás esperando." Muy cierto... Estoy esperándote a ti... I♥...
Del muro de Facebook de Alan R. Martijena
Yo le dije: últimamente todos quieren saber cómo
estoy, debería mandar a imprimir unas franelas que digan: Hoy me siento
espectacular, Hoy estoy en el maldito infierno, Hoy me siento la Reina del
Universo, Hoy no quería levantarme de la
cama, pero aquí estoy. Hoy mejor ni preguntes como estoy. – Estoy bien, es solo que a veces me da por
llorar, de la nada, me siento muy sensible, todo y cualquiera cosa pareciera
afectarme. Es como perder las llaves del carro, perder el teléfono celular, el pasaporte,
el tren, el bus, el avión, multiplicado por millones de perdidas. Es rabia, es
impotencia, es fragilidad y yo no soy frágil, yo soy de acero.
Es normal, que te sientas así, es parte del proceso de
superar las perdidas, deberías verte con un psicólogo. –
No necesito verme con un psicólogo, para que me diga
lo que Alan ya me dijo, que es: Normal.
Yo prefiero la terapia de ir al centro a comprar
zapatos y ropa bonita. El dolor no va a desaparecer, solo necesito aprender a
manejarlo, a integrarlo en mi vida. ¡MIERDA!
Quiero una franela que diga: “Las
bailarinas somos mejores en la cama”, le digo para cambiar el tema. Alan no
quiere cambiar el tema y me recomienda un libro: “El camino de las lágrimas de Jorge Bucay” Me leí el libro y
llore bastante, entendí porque llorar es bueno, y porque a tanta gente le
molesta tanto que uno llore. (Se sienten impotentes, no saben qué hacer o que
decir para consolarnos) Ahora luego de leer el libro tengo horarios para llorar
y no fastidiar a nadie con mis lágrimas. Estoy triste por que murió mi padre y nada
volverá a ser lo que era. Lo extraño todos los días. Aunque no me vean llorar,
duele, pero estoy bien, cada día un poco mejor. Agradecida con todos por las
muestras de afecto, por el cariño. Me encuentro trabajando mucho, ocupada todo
el tiempo. Aprendiendo, creciendo, esforzándome
por encontrar la felicidad en los pequeños detalles.
Hace tiempo que no hablo con
Alan, pero como es mi amigo quería contarle un sueño que tuve el otro día.
Soñé que tocaban el timbre
de mi puerta. Cuando la abrí, ahí estaba él, (El Amor) ahí parado. Yo no reconocí su
rostro, porque estaba lleno de arrugas, más bien era como ver un personaje de
un cuadro de Picasso de rostro distorsionado y muy colorido, sin embargo yo sabía
que era él. Por sus ojos, la forma en que me miraban con ternura, con cariño, sentí
su energía, su calor, su presencia, llenándolo todo.
Yo le dije sorprendida:
–Vaya sorpresa, ¡qué lindo
verte! ¿Qué te trae por acá? –
–Tú, tú me traes por acá – respondió
–Pasa, entra, toma asiento en
el sofá – le dije yo de los más educada, aún más sorprendida que antes.
(Silencio)
– ¿A qué has venido? – Le
pregunte – disculpa mis modales, ¿quieres tomarte algo?
Él no decía nada, solo me sonreía,
mientras que yo veía su rostro distorsionado, su cara llena de arrugas y
pensaba, es increíble cuanto lo amo. Esta ahí sentado y yo solo puedo pensar en
lo mucho que lo amo. Lo miro, pero él no dice nada. Yo suspiro y miro las paredes de color beige
de la sala.
– ¿A qué has venido? – le insisto
a la visita
–Vine por ti, quiero que
vengas conmigo – responde
Yo levanto las cejas en señal de
sorpresa y le digo:
–Es lindo verte… (Te amo
tanto, no cabe duda, pero no se lo digo) Para nosotros ya es demasiado tarde,
yo no puedo irme contigo. Yo no puedo dejar la casa. – le digo de lo mas
calmada, tranquila. (La casa está vacía, no hay nadie, todos se han ido. Yo
estoy sola)
Él no dice nada, solo me mira
y sonríe, como si no creyera lo que le digo o no le da importancia.
La alarma suena y yo me
despierto… ahora no sé cómo continua el sueño. El sueño no había terminado y
sin embargo, yo suspiro, miro el techo blanco. Yo estaba segura que si algún día
el amor venia por mí yo me iría con él a cualquier lugar que él quisiera
llevarme. ¡Ya no estoy tan segura! ¿Cómo pude equivocarme? ¿Cómo
pude creer que el amor tocaría algún día mi puerta? Siempre les dije a mis
amigas, no se queden esperando, que el amor no espera. Escuché que si iba en
busca del amor, el amor saldría a mi encuentro, pero el amor parecía demasiado
ocupado y me dejo esperando. Tal vez el amor no sea para mí, pensé. Dicen que
el tiempo es un invento, quisiera que las arrugas fueran un invento también. El
amor es ciego, ¡menos mal!, el dolor aprendí es ciego también. A veces el
dolor, cuando es demasiado intenso y prolongado nos impide ver que tenemos el
amor enfrente de nosotros.
No sé qué decir, solo puedo describir de lo
que siento. Creo que la vida es demasiado corta para esperar por el amor, ¿Qué pasa
si nunca llega? ¿Que hicimos con nuestro tiempo? creo que somos demasiado
valiosos para conformarnos con menos de lo que merecemos. ¿Cuánta gente has
visto por ahí, infeliz con la persona equivocada, solo por miedo a no estar
solo? ¡Mejor solo que mal acompañado! Creo en expresar lo que sentimos, más allá
de las dudas razonables. Creo que no podemos complacer a todo el mundo al mismo
tiempo y que solo puedo hacer feliz a alguien si yo consigo ser feliz por mis
propios medios primero. ¡Quién te ama no te hace esperar!, Quien te ama no te
espera y busca la forma de estar contigo. Todavía no he encontrado algo más valioso
que el amor, y vaya que viajé bastante buscando. Estuve hace poco en Venecia y ahí
estaba él. El amor, por todas partes. Quisiera recomendarle un libro a Alan,
pero no se me ocurre ninguno. Solo decirte: Abre los ojos, di lo que sientes,
no pierdas el tiempo, actúa, toma las riendas de tu destino. No te conformes. Somos
responsables de nuestra felicidad. Todo es posible. (Sólo espero que ella este
tan loca como tú)
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