“dicen que cuando uno se despide muchas
veces, pocas ganas tiene de irse... pero cuando se va sin despedirse es que ya
se perdió todo...”
Del muro de Facebook de Hector Miguel Nieto Medina, instructor oficial de
Zumba® fitness en México City.
No quiero despedirme de ti. No pienso dejarte ir. No pienso
hacerlo. Además despedidas tuvimos demasiadas, suficientes, fueron tantas. Me
niego. Me reusó a decirte hasta luego, hasta pronto, adiós o hasta la vista
baby. No quiero imaginar mi vida sin ti. Punto. Sí llámame egoísta. No me da la
gana. La verdad es que se me hace un nudo en la garganta de tan sólo pensar en la
posibilidad de no saber de ti. No quiero preguntarme ¿qué será de tu vida?, ¿si pensaras
en mí?, ¿si respiras?. No, yo no respiro igual sin ti, si llámame egoísta, pero
no quiero despedirme de ti. De tan solo pensarlo comienzan a brotar las lágrimas
de mis ojos, a caer por mis mejillas. No sé cómo hacer, como decírtelo, para
que lo entiendas. Te quiero en mi vida,
te quiero en mis mañanas y en mis tardes, en mis madrugadas y en el medio de mi
insomnio también te quiero, como nunca he querido a nadie, como nunca nadie te
ha querido, así te quiero. No me pidas que me despida, más bien pídeme que me
quede contigo para el resto de nuestras vidas, pídeme que te quiera, que te abrace
fuerte, pídeme que te bese, que te acaricie, pídeme todas esas cosas que no te
atreves a pedirme por tener miedo a perderme. No me pidas imposibles, no me pidas que deje
de quererte. No me pidas más despedidas, que despedidas tuvimos suficientes. Pídeme
que me quede a tu lado y que te quiera por siempre.
Creando
mundos nuevos
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