El regalo que guarde para ti

Alguna vez le has comprado un regalo a alguien, pero por algún motivo no pudiste entregárselo y lo guardaste en la gaveta de un armario y ahí se quedo guardado. Cada vez que abres el armario y ves ahí el regalo piensas en la persona y en la pena que te da no haber tenido la oportunidad de entregárselo  y te preguntas: ¿Que hago ahora con el regalo?, ¿voy a la tienda y lo cambio?. ¿Se lo doy a otra persona que pueda gustarle? o ¿lo sigo guardando por si algún día puedo entregárselo?

Nada peor que guardar un regalo para alguien en un armario por tiempo indefinido sin saber cuando tendremos la oportunidad de entregárselo.

Mi abuela decía: nunca guardes algo sin usar pensando en estrenarlo para una ocasión especial, tal vez nunca tengas la oportunidad o dejes el tiempo pasar y luego sea demasiado tarde.

 Anoche me fui a cenar con mis amigas al ZEN un restaurant Tailandés en Erlangen, me puse un vestido negro muy elegante que todavía no me había estrenado, pues no encontraba una ocasión especial para hacerlo. Estoy feliz de haberme puesto mi vestido anoche, pues me veía hermosa y me sentí muy especial toda la noche, regrese a casa a la una y treinta de la mañana. Este mañana me desperté tarde pensando en el regalo guardado en el armario. 

Tengo un regalo que guarde para ti, siempre que me acuerdo del regalo me acuerdo de ti y pienso que me hubiese encantado habértelo entregado.  A veces me gustaría llamarte y decirte que te extraño, que te amo tanto, que me hace falta escuchar tu risa, que extraño el olor de tu piel y la ternura de tus ojos cuando me miras. Recuerdo tus manos cuando tomaban la mías, y esa extraña sensación de seguridad cuando estaba a tu lado.  Extraño tus brazos alrededor de mi cintura y es inevitable no extrañarte, así como es inevitable respirar y que bueno no tener tu numero telefónico o de seguro ya habría hecho el mega ridículo llamándote  para decirte que sin ti me falta el aire y me cuesta respirar, que hace tanto tiempo que guardo un regalo para ti y que cuando me acuerdo se me hace un nudo en la garganta y tengo que aguantarme las ganas de llorar.

No puedo creer las veces que deje pasar la oportunidad de darte lo que guardaba para ti por temor a que tú no quisieras aceptar mi regalo. Pensé que la oportunidad perfecta llegaría más adelante, pero con cada día que pasaba era más difícil encontrar el momento adecuado o el valor para entregártelo.

Una amiga me conto que había conocido a un hombre, pero tenia miedo de enamorase, que pensaba que era muy pronto, que tenia miedo de ilusionarse y que nuevamente le rompieran el corazón. A mí que me encanta hacer de cupido le dije: no tengas miedo de entregarle tu amor a esa persona, es como tener un regalo para alguien y guardarlo  esperando el momento perfecto para entregárselo.  ¡Si tan sólo yo siguiera mis propios consejos! En la vida los momentos perfectos son pocos, contados y los decidimos nosotros con nuestras acciones.  Amar da mucho miedo sobre todo cuando no sabemos si seremos correspondidos si nos amaran sinceramente o si esperan demasiado muy pronto de nosotros, pero peor es quedarnos con el amor que sentimos por alguien y no entregárselo. Quedarnos con las ganas de amar, abrazar, acariciar, besar y de enamorarnos, admitir que somos más felices porque sabemos que esa persona que hace latir nuestro corazón con más fuerza existe, aunque no estemos listos para reconocerlo. Y es que reconocer y confiar cuesta tanto…reconocer que su amor nos da fuerza para lograr nuestras metas, y confiar que todo lo que hacemos es por el amor que sentimos y que nos impulsa a ser mejores, a hacer dos mil diligencias y un millón de milagros. “El mejor regalo que podemos darle a alguien es nuestro amor y nuestro tiempo”.

El amor que le entregamos a alguien aunque no sea correspondido o deseado nunca es desperdiciado y siempre se nos regresa, tarde o temprano, a mí hasta se me multiplica y es que soy una mujer con mucha suerte y “mala fama” o eso dicen. Aunque tengamos miedo de salir lastimados, heridos o decepcionados porque rechacen nuestro regalo vale la pena arriesgarse y seguir intentándolo.

Es hora de vaciar mi armario y entregarte mi regalo.

El regalo que guarde para ti:

Te regalo mi amor, mis sonrisas
Te regalo mis cuentos y poesías
Te regalo mi tiempo, mis caricias
Te regalo mis cartas y mis fotografías
Te regalo mis sueños, mis ilusiones
Te regalo mis suspiros y mis besos
Te regalo mis diarios, mis canciones
Te regalo mis lágrimas, mi alegría,
Te regalo mi verdad y mis mentiras

Te regalo mis recuerdos y mis mejores deseos

Te regalo mis bailes, mi música y mis videos
Te regalo mis secretos y mis confesiones
Te regalo las curvas de mi cuerpo, los rizos de mi cabello
Te regalo mis noches en vela y mis fantasías prohibidas
Te regalo mi saludo al sol todos los días
Te regalo el perfume de mi cuello y un lugar
donde quedarte dormido en mi pecho 
Te regalo mis historias y mi corazón también si lo deseas
Te regalo todo lo que me pidas y todo lo que quieras