martes, 28 de agosto de 2012

No voy a ilusionarme contigo


Estoy leyendo tus mensajes en mi teléfono y luego los borraré todos.
(Cómo que nunca existieron)

No importa cuanta veces al día, a la semana, o al mes me escribas…
Que piensas en mí. Que te hago falta. Que me extrañas

Que quieres verme. Que se te perdió una como yo.
No importa cuantas veces cambies tu foto del perfil para llamar mi atención.

(Por cierto estas más guapo cada día)
No importa cuantas veces cambies los mensajes personalizados para hacerme reír con tus chistes.

Gracias por recordarme que acá nunca se va la luz y mandarme rayos de sol cuando tengo frio.
No voy a ilusionarme contigo

Quiero que te quede claro que… no voy a ilusionarme contigo
No importa cuantas veces me escribas “Te quiero”

(Ya perdí la cuenta de cuantas veces fueron y sí borre todos los mensajes)
No me vas a convencer. Yo no me enamoro fácilmente.

(Aunque hay quienes apuesten lo contrario)
Enamorarme de ti no esta en mis planes.

Yo tengo muchos planes y tú no estas en ninguno de ellos.
(Yo no quiero casarme contigo, ni ser tu mujer, no quiero tu apellido, me gusta más el mio)

No importa cuantas veces menciones que…¡Soy la mujer con la que siempre soñaste!
Si, ya sé, ya me explicaste tus razones.

Que te gusta como huele mi piel. Que te hago sentir tan bien.
Que no soy como las otras mujeres. Que tenemos demasiada química.

Que soy inteligente, divertida. Que te gusto demasiado.
Que nuestras conversaciones son muy interesantes.

¿Que sí tengo otros pretendientes? ¿Cómo?
¡Qué seguro me quito los hombres a sombrerazos!

¿Yo?, ¡no me hagas reír! (Que risa, ya me preguntaba cuando me saldrías con esa)
(Todavía estoy sonriendo con esa pregunta tuya)

Cuando te conocí pensé: (Waooo que bruto),
¡Que inteligente este hombre, la horma de mi zapato!

Eres mi espejo. (Es que es igualito a mí de desconfiado)
Enamorarme de ti sería tan fácil, sólo por que eres inteligente.

Enamorarme de ti sería tan fácil, sólo por que me haces reír con tus preguntas tontas
y por eso de que yo te gusto mucho, demasiado.

Pero no me vas a convencer y vaya que llevas tiempo intentándolo.
Sorprendente…. Muy sorprendente.

(Ya yo habría tirado la toalla, pero tú no te rindes, aguantas más golpes que Mike Tyson)
Vaya que es halagador que alguien te diga las cosas que tú me dices a mí.

Cualquier mujer se sentiría muy importante despertando tantos sentimientos en un hombre.
No te confundas que sentirse halagado, orgulloso, e importante eso no es amor.
Eso es bueno para el autoestima, cuando se tiene muy por debajo de lo normal.

Menos mal que yo tengo la autoestima elevada, gracias a mis padres que siempre me lo dieron todo a cambio de buenas notas y una buena conducta.
(Eso o a que soy una experta en manipulación)

¿Como te explico? (Tengo fama de Femme fatale)
No es que yo no te crea las cosas que tú me dices. (No, no te creo nada, cero)

Estoy segura que tú sientes lo que dices que sientes por mí. (¿Sí tu lo dices?)
Creo que piensas que juntos seríamos muy felices. (sólo si confías en mi y yo en ti)

Estoy segura que piensas en mí más de lo que te gustaría y que cupido te flecho durísimo cuando nos conocimos…. (Mejor culpamos a cupido, esa nunca falla)
No puedo prohibirte que me pienses, que me sientas, que me extrañes, que me quieras.

(Déjà vu) (¿Y si logrará asustarte lo suficiente para proteger a mi corazón?)
Estoy leyendo tus mensajes en mi teléfono y luego los borrare todos.

(Cómo que nunca existieron)
No importa cuanta veces al día, a la semana, o al mes me escribas…

Que piensas en mí. Que te hago falta. Que me extrañas.
Que quieres verme. Que se te perdió una como yo.

Que me quieres…
Igual no me vas a convencer.  

Yo no voy a ilusionarme contigo.

 

Diario de una Femme Fatale

sábado, 25 de agosto de 2012

De lo bueno poco y decir te quiero

A mi me cuesta decir te quiero
no porque me de vergüenza o
porque me falten las palabras
sino más bien porque me gusta
hacerte sentir que te quiero
en todo el cuerpo

Yo necesito decir te quiero con
un abrazo, una caricia, un beso
y prefiero pasar mi tiempo
besándote y abrazándote
el día entero

El te quiero lo siento demasiado
Y yo te quiero todo el tiempo
y a todas horas, es así de fácil
¡Quererte me resulta fácil!

De lo bueno poco y yo…
… te quiero tanto, tanto, tanto

Yo no quiero mal acostúmbrate
por si luego dejaras de extrañarme
y es que yo te extraño todo el tiempo
¿Si sabrás que te quiero
aunque no te lo haya dicho
en mucho tiempo?

¿Podrá llegar a hacer algún día
demasiado?
mejor dejo que la música
en mi corazón te hable

A mi me cuesta decir te quiero y
no es porque no lo piense a diario
es por pensar demasiado en como
quererte sin usar palabras
para expresarlo

Si tan sólo pudiera llenar
frasquitos con mi amor para
entregártelos entenderías
de lo que hablo
¡Mejor no sigo, que no encuentro
mis frasquitos de amor
por ningún lado!

¿Que me quieres? dices
¡Debo estar soñando!

Si, decir te quiero me cuesta
no te imaginas lo difícil
que fue escucharlo
por miedo, temor y pánico
a decepcionarte
por quererte demasiado
todos los días de mi vida

Que bonito suena el te quiero
en tus labios
¡Es un sueño hecho realidad!
¿Sera tú sueño mi realidad?
¿O será que me visitas en mis sueños
y los haces parecer real?

¿Pero que he hecho yo para
que me quieras?
¡Todavía puedo hacer aun más
si tú me dejas!
Parece que todo y nada es suficiente
cuando se ama como nos amamos

Escucharte decir que me amas 
y que piensas en mi
como yo pienso en ti
no fue fácil, tal vez demasiado
me hicieron falta tus caricias
y tus besos para hacerme entender
tus palabras
De lo bueno poco y yo
te quiero demasiado

Si decir te quiero me cuesta tanto
mejor te abrazo, mejor te beso,
mejor te hago sentir
mi te quiero en todo el cuerpo
como sólo yo se hacerlo
será que algún día comprenderás
que yo…
Te quiero tanto, tanto, tanto

miércoles, 22 de agosto de 2012

Punta San Vigilio
Lago Di Garda
Foto: Google

Lago de Garda


“Lo tengo preparado, tengo las maletas
Vamos juntos hasta Italia, quiero comprarme un jersey a rayas
Pasaremos de la mafia, nos bañaremos en la playa...”
Hombres G

Me encuentro de vacaciones en Italia, en un lugar hermoso entre Verona y Venecia conocido como El Lago de Garda, o lago de Benaco. Es el mayor lago italiano y uno de los más afamados lagos turísticos del norte de Italia. Tiene una superficie de 368 km², con una longitud de 51,6 km y una anchura de 17,2 km, y se encuentra aproximadamente a 65 msnm, al pie de los Alpes. Es un lago glaciar que se formó al final de la última glaciación. El agua es de un color verde turquesa muy hermoso a la vista.

Necesitaba desconectarme un rato de todo, por eso me traje mi laptop, mis cámaras, mi iPod, porque es típico cuando llevas de todo terminas no usando nada de lo que llevas. El viaje en auto duro más de siete horas, ahí si use mi iPod, lo confieso. De resto durante 6 días no revise mis e-mails, y tampoco Facebook. Apague mi teléfono móvil, no escribí cuentos nuevos o poemas, solo una noche abrí mi laptop para leer unos cuentos pendientes por publicar. Lo que mas hice durante este viaje fue…. no hacer nada. Tarea difícil para mí. No hacer nada…estoy practicando el no hacer nada. Bueno, no sé, creo que hice muchas cosas que usualmente no hago por andar siempre a millón (muy apurada). Me relaje mucho en este viaje, nade mucho, comí deliciosas pastas,  pizzas, carnes, tome mucho vino (el hotel nos regalo dos botellas de Bardolino). Tome sol, tome mucho te para pasar el ratón, prometí no tomar más alcohol, leí revistas, jugué todos los días con mis chicos, baile por las noches. Fui de compras, observe a las personas a mí alrededor y me deje inspirar por todo lo que veía. Probé muchas cosas nuevas. Ahora que leo esto pienso que hice exactamente lo que hago todos los días y mucho más…que ironía. La vista, que vista, quisiera tener esta vista desde mi ventana todas las mañanas.

¡Saludos a todos los seguidores y lectores de mi blog desde Italia!

jueves, 9 de agosto de 2012

No quisiste verme / Rompiendo el Hielo

A mis amigas les conté que no quisiste verme…

Por eso de que ¿para que ilusionarse? si igual yo soy la misma de ayer, la que tiene mala fama de hacerte sufrir con cada despedida. Para que darnos una oportunidad si ya sabemos como terminan estas historias y despedidas tuvimos suficientes, demasiadas.
Si no puedo darte un final feliz para que perder el tiempo con cuentos. Para que dar un final feliz si me diste un vaso de agua sucia cuando tenía sed.

–No quiso verme, ¡invento miles de excusas! – les dije a mis amigas una mañana
­–No, no es cierto yo ni siquiera quise saber los motivos de porque no podía verme, sacar tiempo de donde no había. Igual no importaba lo que él dijera, yo no iba a creerle de todas maneras. Su credibilidad conmigo estaba en menos cero. Yo misma no quería verlo ¿para que? Nada de lo que él dijera podía cambiar el pasado. Cambiar el pasado era lo único que él quería y eso no se puede.

Tan cerca de él y a la vez tan lejos, repitiendo la misma historia
–No yo no quería verlo a él y él a mí tampoco, (en lo único que estuvimos de acuerdo) no tenia ni que decírmelo y yo no insistí simplemente me pregunte a mi misma: ¿Si fuera yo, si las cosa fuesen al revés que habría hecho yo?, ¿hubiese corrido a verlo o lo hubiese dejado esperando? ¿Me hubiese importado el que dirán o habría mandado a todo el mundo al diablo? ¿Si necesitaba de él me habría ido con otro? ¿Qué habría hecho yo de saberlo a él en el infierno sufriendo?

Ningún amor es tan ciego era sólo cuestión de tiempo
Me mando a freír monos – le conté a mis amigas – No le importo que yo hubiese cruzado todos los puentes por él. Eso me pasa por tener mala memoria, sufrir de amnesia, ¿o era insomnio? olvidar que eso fue lo mismo que hizo la última vez. Mandarme al infierno. Eso me pasa por enamorarme sola, darme con la misma piedra, por pensar que esta vez sería diferente que ambos habríamos aprendido del pasado. Que no dejaríamos que nada ni nadie se interpusieran entre nosotros.

¡No contaban con mi astucia! – Dijo el Chapulín colorado – ¡síganme los buenos!
Me queda el consuelo de saber que no fui yo quien no quiso, quien nunca hizo lo suficiente, si de vaina no hice que me botaran de la casa, hasta me desheredaron, huahua, que risa me da todo esto. Y el ni pendiente ocupado con la mala junta, y recuperando los contactos de las mujeres que le borraron del teléfono celular. Ahora entiendo porque nunca tiene tiempo de devolver las llamadas y necesita un año para contestar un mensaje, para no equivocarse de nombre a todas las llama mi vida o mi cielo. ¡Da igual! Finalmente entendí lo del estatus de “complicado”.  Así no digo yo, cualquiera estaría “complicado”. Algunos tienen mucha suerte en el amor otros en los negocios. A mi se me cumplen todos mis deseos y todo lo que mentalizo, soy una mujer muy afortunada mientras mi felicidad no dependa de otros. Cuando vamos en búsqueda del amor el amor sale en nuestro encuentro, según Coelho, pues a mi el amor me dejo esperando, sufriendo y cuando finalmente apareció me dijo: yo no quiero sufrir ¿acaso tú si?

¿Amor = sufrimiento?
¿Yo? Claro que no – le dije mientras pensaba: me equivoque al pensar que con los años habrías aprendido que las oportunidades para amar son pocas y no se desaprovechan. Que pena que tenga que dejarte ir de nuevo. No me recuerdas y ya no sabes quien soy.

– ¡Tanto nadar para morir ahogado en la orilla mi querido pirata! – dijo una Venezolana
­– Nunca me abrió la puerta, pero lo que vi por la ventana no me gusto, me revolvió el estomago, me dio asco, ahora si se le paso la mano – me queje con mis amigas

–­Bese a un príncipe y se convirtió en sapo – yo escribí el cuento desde el infierno un día
– ¡No puede ser, le entro el pánico! – dijo la Argentina

– ¡Eso no se hace! – dijo la de Costa Rica
– ¡Que romántico! – Dijo la Alemana – sacrificarse por amor para no hacerte daño

– ¡Romántico nada un… ¡ – sólo les pido una cosa, después de hoy nunca más vuelvan a preguntarme por él, ni mencionen su nombre. Por su culpa borre todas las canciones románticas de mi iPod. Si escucho una canción romántica más voy a vomitar.  No quiero volver a tener que hablar de él, repetir el mismo cuento, por eso están todas aquí, el mismo día, a la misma hora y bajo el mismo techo. Prometo responder a todas las preguntas como quien da una entrevista, pero después de hoy. El pasado es pasado…. y él… es historia.
¿Qué paso? – Pensé que era hacer las pases con el pasado lo que querían, verse y conversar – pregunto una de mis amigas   

Cuando lo vi supe que no era el pasado lo que me molestaba, era la desconfianza, sus ganas de encontrar la verdad en cuentos, leerme como se lee a un libro, analizarme como …
¡La cochina confianza! me dijo un día – y yo le pedí que me explicara a que se refería, no entendía de qué estaba hablando, pensé que estaba burlándose de mí. Me dejo con la duda y desapareció. 

¿Por qué será que lo que no podemos tener lo destruimos?
¿Por qué destruirme porque no me puedes tener? Yo antes de destruirte prefiero dejarte libre, que encuentres tu felicidad en otro lugar. Él la encontró en brazos de otra mujer, dos o tres…cien da igual.

Después de esa experiencia, con cualquiera menos con él, que asco, me paso como mi amiga Olga,  cuando se entero que el marido la había engañado con otra mujer, que llevaba una doble vida, (Mi gato tiene como siete vidas y él siempre cae parado). Olga recuerdo dijo: después de enterarme que estuvo con otra, nunca más quise que él me pusiera un dedo encima, que me besara o que… Yo nunca pude realmente entender (hasta el día que caí en el infierno) ¿como se puede pasar del amor al odio tan rápido?. Ahora entiendo como se matan las ilusiones, (a punta de desilusiones) como la verdad deja de importar, como la verdad se convierte en insignificante y pasa a ser cualquier cosa que tú quieras que sea y que te ayude a dormir mejor por las noches. Eso y la botella de vino que me tome una noche mientras escribía cuentos para aliviar el dolor intenso de mi corazón, a quien le dije: ¡Si me vuelves a hablar de ese hombre, te juro que lo vas a lamentar!, ¡Admite que te equivocaste tú tan pendejo, después de hoy pensamos con el cerebro, a ti no se te puede dejar sólo al mando, porque hundes el barco!
–Cruzamos el puente y no había nada del otro lado – le escuché decir con tristeza a mi corazón.    

–No digas eso que aprendimos mucho con esta lección y lo que sucede siempre es para mejor, además tenemos un montón de cuentos, como cien sin exagerar, eso ya es bastante, tenemos el éxito asegurado y la certeza de que hoy más que nunca sabemos lo que queremos y lo que no también. Cuando una puerta se cierra otras se abren, no se puede apurar al amor.
–No se puede apurar el amor – repitió mi corazón resignado y encogiéndose de hombros

FIN
–Cuéntanos otro cuento – me pidieron mis amigas

–Esta vez uno con un final feliz – insistieron todas riendo

Rompiendo el hielo

A penas lo vio cruzando el puente esa tarde, supo que él era el hombre de su vida, su gran amor. No importo cuanto tiempo tuvo que esperar por él, ahí estaba. Lo reconoció por su forma de caminar y por su sonrisa, cuando lo abrazo recordó aquel olor a brisa fresca y a playa que recordaba desde que era una niña. No quería soltarlo, cerro los ojos intentando detener el tiempo congelarlo en aquel abrazo. Sabía que como amaba aquel hombre jamás volvería a amar a nadie. ¿Locura temporal, un sueño, producto de su imaginación? La verdad no importaba mientras él estuviera ahí para calmarla y protegerla. Su mirada lo decía todo, había demasiado amor en su mirada. Él le extendió su mano que ella tomo sin decir nada, como lo más natural del mundo, entrelazando sus dedos con los suyos, mientas pensaba: esto es lo que la gente llama el paraíso. Tú eres mi paraíso mí querido pirata, si te tengo a ti no necesito nada más para ser feliz, se dijo así misma. Su corazón latía con fuerza, estaba contento, emocionado y no paraba de cantar. Él beso sus labios cuando cayó la noche, la luna los observaba calladita, silenciosa, sin decir nada, como sólo la luna puede. Aunque él no dijera nada, como él la amaba a ella, jamás volvería a amar a nadie. Ella conocía sus secretos y como esa mujer, nadie le llegaba al corazón, ella era su felicidad y por fin estaban juntos. No hicieron falta palabras ni disculpas, no había hielo que romper. Él le pertenecía a ella y ella siempre fue de él, según la luna que conto la historia no hubo un amor más puro o fuerte bajo el cielo esa noche, de esos que vencen todos los obstáculos. Él jamás la perdería de nuevo. Ella jamás volvería a dudar de él. Eres mi sol de noche y yo soy tu canción –pensó. Esa noche bajo la luna y las estrellas ella le entrego su alma en un beso y él…
¿Qué paso? – preguntaron todas gritando de la emoción

–….y vivieron felices para siempre – les dije riendo mientras pensaba en las locuras que hacemos por amor y como por amor todavía nos queda mucho por hacer…. Pero por hoy hicimos bastante.

Good night and sweet dreams


No quisiste verme / Cartas desde el infierno / Rompiendo el Hielo/ Cuentos de luna

jueves, 2 de agosto de 2012

Los mejores regalos


Estaba pensando en los mejores regalos que he recibido.
Recuerdo a un irlandés que conocí una tarde del mes de julio, caminando hacia la estación de trenes en Wanne - Eickel, él me pregunto si podía acompañarme, caminar junto a mí un rato, sentarse a esperar el tren a mi lado. Michael Vincent, así se llamaba, era muy hippie, con los cabellos negros largos hasta los hombros y de ojos azules, un hombre hermoso, alto y muy varonil. Nunca tenia mucho dinero en los bolsillos, pero nunca se quejo por eso o me negó nada mientras yo salía con él. Era estudiante, le gustaba la filosofía, la pintura y escribir poemas y le gustaba yo. Me convertí en la musa de sus poesías. Su hermano menor cumplía el mismo día que yo y el prometió jamás olvidar mi cumpleaños. El día antes de mi cumpleaños le pregunte quien cortaba sus cabellos, ya que los tenía hermosos, muy brillantes y yo necesitaba cortar las puntas de mi cabello, pero temía ir a cualquier peluquería y que me fueran a cortar demasiado y salir disgustada, como solía sucederme muchas veces. El me conto que era él mismo quien cortaba sus cabellos y dijo que ese sería mi regalo de cumpleaños, que seria él quien cortaría las puntas de mi cabello ese día, cuidando de no cortar demasiado de mis rizos largos.  
Yo sonreí algo nerviosa.

– ¿Cuantas veces le has cortado el cabello a alguien? – le pregunte todavía más nerviosa

– ¿A una mujer? ¡Sería la primera vez, soy virgen! – me respondió  el muchacho con una sonrisa pícara de oreja a oreja

– ¡Yo también soy virgen y estoy bien nerviosa, debo estar muy enamorada o muy loca para dejar que me cortes el cabello! – le dije preocupada al irlandés

– No más enamorado que yo que cada vez que te veo se me detiene el corazón por un segundo y quisiera darte el mundo entero si fuera todo mio y como no puedo me la paso inventando nuevas formas de hacerte feliz para ver esa sonrisa tan tuya y que quiero hacer mía con mis poesías y mis cartas de amor todos los días.

– Busca las tijeras – le ordene cerrando los ojos y dejándome caer hacia adelante sobre la silla que había colocado para mi frente a su bañera.

El lavo mis cabellos con su champú y el agua tibia que salía de una manguera conectada a la bañera, como todo un peluquero profesional con mucha delicadeza, masajeo mi cabeza hasta que casi me quedo dormida de lo relajada que me sentía con la sensación y sonido del agua. Al finalizar envolvió mis cabellos en una toalla para luego desenredarlos con un peine de dientes anchos para no maltratar mi cabello largo y húmedo.  Se tomo todo el tiempo del mundo, no tenia prisa.
Yo lo observaba fascinada, era como ver a un escultor trabajando en su mejor pieza de arte, concentrado, muy serio, enamorado de su trabajo y disfrutándolo al máximo. Yo me decía a mi misma: que afortunada soy de tener el amor de este hombre que esta dispuesto a todo por mi a pesar de que sabe que me voy dentro de un mes a otro país y no volverá a verme nunca más y sin embargo quiere pasar cada instante, cada segundo, cada día que sea posible junto a mi. A él no le importa que mi corazón le pertenezca a otro hombre y que para nosotros no exista un futuro juntos. A él no le interesa que yo tenga muchos planes y que en ninguno este él presente, mientras yo lo deje hacer su trabajo, cortarme el cabello esa tarde, ponerme en sus manos, regalarle mi sonrisas, ser la protagonista  de sus poemas, dejarme querer por él y regalarle mis besos y mis caricias. Por más que intento no logro recordar nuestra despedida un mes más tarde, pero recuerdo como si fuese ayer el día que corto mi cabello, como me hizo sentir, como me enseño que las oportunidades para amar no se desperdician o se dejan pasar así sean de sólo una tarde, un día o un mes que se tenga para estar junto a la persona que nos hace sentir felices, deseados y muy queridos.

Estos son los hombres que a mí me encantan, los que aunque no tienen un centavo en la cartera no son capaces de negarte nada y quieren complacerte en todo, transformándose en artistas y que son capaces de dártelo todo aunque no pidas nada.  Los hombres que a mi me derriten son los que te regalan su sinceridad, sus historias de vida, los que te escriben cartas, poemas  donde dicen que quieren tu felicidad sobre todas las cosas. Los valientes que expresan sus sentimientos, que toman riesgos para decirte de forma clara y directa lo que sienten sin adornar las palabras. Las palabras cuando salen del corazón no necesitan de adornos, luces o lentejuelas para que brillen. Mientras más simples, las palabras, mejor se entienden y más rápido nos llegan al corazón.
Los hombres que a mi me fascinan, son a los que puedes llamar a cualquier hora del día o de la noche y sabes que van a atender tu llamada. Los que te regalan su tiempo y nunca están demasiado ocupados para responder a tus mensajes el mismo día (con todo y diferencia de horarios). Los que transforman tus lágrimas en sonrisas. Los que no importa cuan lejos estén, nunca desaparecen de tu vida y regresan cuando menos te lo imaginas, sorprendiéndote con un cariño tan intenso que derrite cualquier tempano de hielo. Me enamoran los hombres que ven la vida de forma positiva, para quienes todo es posible y cada día es como una nueva oportunidad para amar, ir en búsqueda de la felicidad, para luego encontrarla dentro de si mismos con cada despertar.

Recuerdo al extraño de Lecherías cuando una tarde me pregunto:
 – ¿Que viste mi bella por ahí mientras paseabas?, ¿viste algo que te gustaría? – me enamoro su tono de... ¡Pídeme lo que quieras, que lo que desees, te lo doy!

–No, no vi nada­ – le respondí abrazándolo fuerte y pensando: Te encontré a ti y me has dado más de lo jamás podrás imaginar, pero no te lo digo para no enamorarte y es que yo no busco enamorarte. Aunque pensándolo bien, creo que para ti ya es tarde, por la forma en que me miras y yo conozco muy bien esa mirada, la he visto antes, me atrevería a asegurar que si te dejo… ¡mejor no decirlo, no quiero poner en riesgo nuestra amistad!
– ¡Que rico hueles! Me dijo el muy romántico apenas lo solté y agrego preguntando: ¿Seguro no viste nada por ahí, que quieras llevarte en la maleta? ¿Por qué no me llevas a mí en tú maleta?

– ¡Estas loco, tú eres muy grande y pesado! – Le respondí entre risas – no quiero tener que pagar exceso de equipaje... (Continuará en el extraño de Lecherías primera parte)
Recuerdo a un hombre que muy enamorado me decía: pide por esa boquita…. mientras me robaba los besos cuando yo me descuidaba. Recuerdo tu voz, tu risa y tus canciones. Gracias por el mensaje tan lindo que me escribiste por mi cumpleaños, ya veo que todavía no me olvidas, que sigues de cerca mi vida, que me recuerdas con cariño y que a pesar de la distancia que nos separa todavía me piensas.
Estamos en Agosto, el mes más caliente del año, afuera hace un sol hermoso, ese es un bonito regalo de Dios. Este verano el sol se dejo ver muy poco, fue más la lluvia que cayo (y no, la Luna no le ha dicho nada a la Lluvia, no hizo falta, ya que en mis sueños tu siempre me acompañas, te veo feliz, escucho tu voz y tu risa, siento tus besos, eres parte de mi vida). Me siento muy afortunada de haber recibido tanto amor en mi vida, y que todavía hoy la vida me sorprenda sintiendo tanto amor, de poder compartir momentos tan hermosos junto a personas tan queridas y especiales para mí que siempre estarán en mi mente y en mis más preciados recuerdos.  Gracias a todos los románticos como yo por mantener vivo el amor. Gracias a todos por leer mis Historias del corazón.
(Foto: Salma Hayek)