martes, 31 de enero de 2012

¿Me estoy enamorando?



Creo que me estoy enamorando.

Y es que veo tu rostro en todos

Lados.

Pienso en ti aún cuando no estoy

Pensando.

¿Si sabrás de lo que estoy hablando?



Creo que me estoy enamorando.

Francamente siento miedo,

ya que amar siempre es un riesgo.

El amor no es una elección

y yo no escogí amarte,

pero es amor lo que siento

cuando te veo.

Creo que estoy en serios problemas

ya que el amor es algo serio

y yo creo que me estoy enamorando.



No puedo dejar de pensar en tus besos.

¿Serán tus besos el problema?

El problema es más bien el no poder besarte

cada vez que quiero y susurrarte al oído...

Que me estoy enamorando.


Margarita Enero 2012

lunes, 30 de enero de 2012

Adele – Set fire to the rain lyrics


Fuente: Musica.com

I let it fall, my heart,

And as it fell, you rose to claim it,

It was dark and I was over,

Until you kissed my lips and you saved me,

My hands, they were strong, but my knees were far too weak,

To stand in your arms without falling to your feet,



But there's a side to you that I never knew, never knew,

All the things you'd say, they were never true, never true,

And the games you'd play, you would always win, always win,



But I set fire to the rain,

Watched it pour as I touched your face,

Well, it burned while I cried,

'Cause I heard it screaming out your name, your name,



When l lay with you, I could stay there,

Close my eyes, feel you here forever,

You and me together, nothing is better,



'Cause there's a side to you that I never knew, never knew,

All the things you'd say, they were never true, never true,

And the games you'd play, you would always win, always win,



But I set fire to the rain,

Watched it pour as I touched your face,

Well, it burned while I cried,



'Cause I heard it screaming out your name, your name

I set fire to the rain,

And I threw us into the flames,

Well, I felt something die,

'Cause I knew that that was the last time, the last time,

  

Sometimes I wake up by the door,

That heart you caught, must be waiting for ya,

Even now when we're already over,

I can't help myself from looking for ya,



I set fire to the rain,

Watched it pour as I touch your face,

Well, it burned while I cried,

'Cause I heard it screaming out your name, your name

I set fire to the rain,

And I threw us into the flames,

Well, I felt something die,

'Cause I knew that that was the last time, the last time, oh,

Oh, no,

Let it burn, oh,

Let it burn,

Let it burn.


Adele – Set fire to the rain lyrics (Adele 21)


Fuente: Musica.com


“Estoy sufriendo por amor.

Eso puede ser simplemente una bajada al infierno,

pero puede ser una revelación”

El Zahir – Paulo Coelho


La ducha...Es preciso recordar para poder olvidar


¡Nadie muere de amor, eso seria un lujo que yo no tengo!
Hay que olvidarse de eso. Respira profundo, olvida el dolor por un segundo.
Recordar es olvidar, no olvides.


Me miro al espejo, me lavo la cara con agua fría por tercera vez hoy
y pienso este va a ser un día largo.
No me gustan los domingos, nunca me han gustado,
pero este es peor que todos los que recuerdo.

Me quito la ropa me desnudo frente al espejo,
abro la llave de la ducha para que se caliente el agua,
me volteo para ver mi cuerpo en el espejo
y pienso que bien te ves desnuda, me gusta mi cuerpo,
me gusta mi imagen en el espejo.

Entro en la ducha y veo el jabón, había algo que tenia que recordar
y ya no recuerdo.

Recuerdo al gato con botas rojas y sus promesas rotas.

Se siente bien el agua tibia recorriendo mi cuerpo.
¿Como llegue hasta acá? Fue un viaje muy largo.
¿En que estaba pensando? No recuerdo ¿algo de escuchar a mi corazón?
¡En avión!, llegue hasta acá en avión.
Escucho un grito en la ducha, un llanto un lamento.

¿Quien grita? ¿Quien sufre? ¿Quien te hace llorar tan temprano en la ducha?
¡Alicia despierta! Recuerda quien eres.

Para olvidar es preciso recordar

Alicia soy Alicia, esto no es real, esto no es un sueño
es una pesadilla y tengo que despertar.
¡Como duele!, mi corazón llora, ahora veo las lagrimas
corriendo por mi cuerpo, confundiéndose con el agua de la ducha
y ambas son tibias, difícil separarlas.
Veo las miles de gotas de agua cubriendo mis brazos, mi pecho,
el ruido de la ducha no me deja escuchar mi llanto
o ver cuando las lagrimas caen al suelo.
¿Cómo llegue hasta acá?, ¿hasta este momento?

Las paredes de la ducha son de mármol.
Me sujeto con las manos a la pared fría, siento que todo da vueltas,
que me caigo, tengo el estomago revuelto, nauseas, mareos,
me duele todo el cuerpo, me sostengo,
¿quien grita?, ¿quién llora?
¡Esto es una pesadilla! ¡Cuanto dolor!

¿Donde esta Alicia?
¿Quien soy?
¡Para olvidar es necesario recordar!

¿No habrá otra forma?, ¡duele demasiado!, ¡me desgarro por dentro!
¿Como llegue aquí?,¿a este momento?

Duele, duele, duele, duele.

¿Cuanto tiempo llevo en la ducha? ¿Media hora o más?
¿Se detuvo el tiempo?

Veo mis dedos que están comenzando a arrugarse,
tengo que salir de aquí antes que sea tarde y me desmaye.
Nuevamente me sostengo de las paredes de mármol,

¡ya esta bueno ya!, pienso hora de volver a la realidad, esperan por mi.
Hora de salir de este infierno.

Infierno? Es Alicia quien pregunta, ¿pensé que dijiste que era un sueño?

Ve a dormir, o mejor ve a jugar con tu gato, ¡si te necesito te llamo!.
¡Escucho a mi hijo, que me necesita!, ¿a quien? Pregunta Alicia
Mi hijo necesita un pañal al revés, ¡tengo que cambiar un pañal!

¿Que dices? Pregunta Alicia.

 Nada yo me entiendo, ve a escribir tu cuento, necesito concentrarme.

No sufras, todo pasa, me dice Alicia, recuerda la playa, el olor del mar,
la brisa en tu cara, las olas rompiendo en la orilla,
el sabor de las cocadas, eso siempre te calma.
¡Seca las lagrimas, que nadie te vea así! Lava tu cara una vez más.
El show debe continuar, maquíllate ponte linda, sonríe
y mas tarde duermes recordando.

¡Es preciso recordar para poder olvidar!

Nada como un pañal sucio para volver a la realidad
y sacar fuerzas de donde no había nada hace un minuto.
Alicia vete a escribir tu cuento y déjame a mi con mi sufrimiento
que yo soy un tigre y puedo con eso, además cicatrizo bien!.



Alicia…..escribe….

“Había una vez un gato de ojos oscuros

y tenia puesta una botas rojas, que decía eran suyas…

pero no todos los gatos son como los pintan en los cuentos…

¡Vaya gato traicionero!”



La Ducha

Puerto La Cruz 29-01-2012

Alicia y el gato con botas rojas


Todos en algún momento deseamos huir de la realidad hasta que nos enfrentan y sabemos que no podemos seguir huyendo.

Hay días en que me digo ya no más cuentos nuevos, termina los que comenzaste hace algún tiempo y que son muy buenos. Están ahí esperando a ser editados, pulidos y sin embargo no puedo detener el lápiz y mi creatividad se da rienda suelta en la libreta de notas.


¿Que ya no importa nada? ¡Eso no es cierto!, seguimos con las mismas metas y los mismos sueños para atrás ni para agarrar impulso, ¿por qué no lo pensé antes?
Por lo menos recuerdo quien soy, como me llamo de donde vengo, a donde voy y lo que estaba haciendo antes de llegar a este lugar oscuro y frio, con nauseas y ganas de vomitar.
Estaba yo en el jardín, hablando por teléfono. Lo recuerdo como si fuera ayer.

Mi nombre es Alicia y soy escritora de historias, cuentos.
Me encontraba en la casa escribiendo un cuento titulado “El gato con botas rojas”.

“El gato con botas rojas me tentaba a que saliera a jugar con él, quería que juntos cazáramos ratones, que sin mí ya nada era igual, me decía”.
“Que del amor al odio solo hay un paso, que esa línea hoy la cruzamos, pues te odio con todo el corazón, así como ayer te ame.”
“¿Que paso? dijo el gato, ¿dime algo?
“Nada gato, ¡medí cuenta que las botas rojas no eran tuyas te las robaste!”

Llamen a un Doctor, a un siquiatra que la escritora se volvió loca, diría el gato.
Se creyó su cuento y es que ¿no tiene imaginación?
¡Imagínese usted algo! ¿Dígame usted que se  imagina? Preguntaría el gato con botas rojas


Mi querido gato, déjame no decir nada, mejor deja que te cuente mi vida con una historia.

Me llamo Alicia y escribo cuentos, eso es lo que hago con mi tiempo. En eso tengo éxito, pues como dicen los amigos, las musas no me abandonan y es que soy muy divertida, todo es un show un espectáculo y el show debe continuar sin importar los sentimientos.


A mí lado acá en la playa esta mi marido.
El me ama tanto como yo lo amo a él.
Todos los días cuando se despierta se voltea, me abraza, me besa y me dice
“Good morning sunshine”

Yo sólo pienso que lo amo tanto, bajo el sol, la luna, las estrellas, bajo la lluvia y bajo todos los planetas.
¡Como lo amo! Nunca he sentido algo tan profundo o similar, mi amor no se compara con nada.
Cuando me acuesto es en él, en quien pienso y le doy un beso y cuando me levanto ahí esta nuevamente a mi lado, llenándome de caricias y besos.

“Good morning sunshine” pienso 

Yo solo sé que lo amo, que lo pienso a diario, que bueno que es tenerlo tan cerca, para poder decírselo, para que nunca lo dude y se siente amado, correspondido. Es que me encanta cuidarlo, él lo sabe y yo soy muy afortunada.

Él se va muy temprano al trabajo, mientras yo me quedo en casa con esta hermosa vista de la playa, pensando todavía en sus besos y es que tiene una boca que me embriaga, me deja boba cada vez que me besa, me hipnotiza, adoro su boca y sus besos, podría pasarme el día entero pegada a su boca. Nada más de ver su boca me provoca, esa boca y pienso que soy la mujer mas afortunada del mundo de que esa boca sea mía y solo mía.

Cuando me besa siento una descarga eléctrica y me elevo. Me enciendo con más luces que un árbol navideño, es como ver un puente encendido cubierto de hermosas luces. Así me siento cuando beso su boca y el me besa de regreso.
Todos los días beso su boca cuando me despierto y lo hago todas las noches cuando me acuesto.
Lo amo y no puedo negarlo, él también lo siente y por eso esta a mi lado.

Cuando se va al trabajo, me dice, ya vuelvo, no tardo, ¡regreso pronto! para llenar tu boca de besos. Es muy romántico, mi marido.

¡El gato con botas esta esperando!, le digo a mi marido, tengo que terminar el cuento.

No puedo quedarme a medio camino, tengo que terminar lo que comencé, o no me soltara, no me dejara tranquila en esta vida o la siguiente.

Mi amor, mi cielo, mi vida, recuerda que no todos los gatos son como los pintan en los cuentos. ¿Él tuyo tiene botas rojas?, ¿dijiste?
¿No te preocupa eso?

Si es cierto, que mi gato tiene botas rojas puestas, pero ya le pregunte y me dijo que son suyas, que no le incomodan y que me dejara verlas y tocarlas cuando yo quiera.

¡Ten cuidado querida con los gatos, que son traicioneros!
Siempre caen de pie, y caen muchas veces, tienen muchas vidas, piénsatelo bien, no vayas a terminar llorando por un cuento.

Ve a trabajar mi cielo, mi media naranja, mi otra mitad, ¡no me digas como escribir mis cuentos!
¡Yo no te digo como hacer tu trabajo, no vayamos a pelear por eso, que tú y yo jamás peleamos!
¿Recuerdas?

¿Tú y yo jamás peleamos por nada? Pregunta mi marido
¿Será eso algo malo? O ¿algo bueno? agrega

Mejor  te vas corriendo, tomas el bus, el tren, el auto o lo que sea y te veo más tarde ¿de acuerdo? Le pregunto a mi esposo y sigo…
¡No me cuestiones, tú ya sabes como me pongo!
Te amo, te adoro al infinito y más allá, en un lugar donde sólo sale el sol y no hay oscuridad y si, también donde los gatos tienen botas rojas y son traicioneros, pues prometen cosas que son imposibles de cumplir y cuando quieres acercarte y tocar sus botas, huyen, se esconden, te arañan, te traicionan, pero no por eso voy a dejar de contar un cuento del día que vi al gato con botas rojas y lo que sucedió cuando se quito las botas, que fue muy gracioso, todavía estoy llorando de la risa mi vida, mi tesoro, mi media naranja, mi otra mitad y no digo más, pues a veces decir de más puede causar una tragedia y tú y yo no queremos pelear, pues nunca lo hacemos y no sabemos como.

Mi vida, mi amor, mi cielo, mi media naranja, si tan solo no estuvieras tan loca y vieras la realidad, siguieras la lógica de las cosas, escribirías otra cosa y no a cerca de un felino que se cree tigre y le gusta cazar ratoncitos. Continúa mi marido
¿Qué le gusta la cacería dijiste? ¿Matar a animales inocentes e indefensos? en un bosque y ¿eso no te da ganas de salir corriendo?

No me gusta comentar mis cuentos y eso es tema para Caperucita Roja y mejor vete para que vuelvas pronto y me puedas bañar con tus besos. Esta tarde cuando regrese te tendré la comida lista, caliente y te esperare con la ducha tibia, envuelta en una toalla y podrás hacer conmigo lo que te plazca, no es eso una maravilla, tenemos un plan, una cita.

¿Me lo prometes? Pregunta mi marido

¡Ya me voy para regresar más rápido!, mi vida, será mejor que me tome un par de días libres que estoy que no me aguanto, mejor no sigas, que esto es un cuento, una fantasía, no lo arruinemos poniéndole fechas o días, falsas expectativas y promesas rotas.


¡Deja ya de hablar! no sigas, que hay un gato con botas rojas afuera en el jardín esperando por mi. En cuanto a ti, déjame que cuando me desocupe de mi cuento, te escribiré algo sólo para ti, que sea lógico y directo, que te diga todo lo que yo siento.



El gato con botas rojas me mira con la ceja levantada y la boca abierta y me dice con una voz ronca, incrédula y con algo de ironía.

¡Que fantasía tienes Alicia!, ¡que imaginación!, ¡me dejas loco!

¡Me cae mal tú marido! ¡No lo soporto! Agrega el gato con botas rojas

¡Espero ser yo él equivocado y no él otro!

¡Dime algo Alicia!, Dime algo…





Alicia y el gato con botas rojas

Puerto La cruz 29-01-2012

sábado, 28 de enero de 2012

Cicatrizo bien

Viendo mis brazos y mis manos, pienso que cicatrizo bien.

Recuerdo la vez que caminando sentí un fuerte ardor en mi brazo derecho
y cuando lo vi estaba cubierto de sangre, había una enorme herida abierta
de más de 10 centímetros.
Yo estaba caminando en un estacionamiento, pensando en algún cuento
y sin darme cuenta lastime mi brazo en algún lugar incierto.
Al ver la herida y la sangre me pregunte,
¿Como sucedió esto?, ¿en que momento?

Decidí entonces como un detective retroceder y buscar la escena del crimen.
Camine varios pasaos atrás buscando pistas y rastros de sangre.
Hasta que por fin encontré que había pasado por un muro en el cual habían dejado,
por olvido, descuido o inconciencia una lamina de metal y fue con ella que
corte mi brazo al pasarle tan cerca y rozarla con mi piel.
Yo le eche nuevamente un vistazo a la herida y pensé.
Menos mal que cicatrizo bien.
De la enorme herida sólo quedo una pequeña rayita de dos centímetros
y un recuerdo para toda la vida.

En otra ocasión años más tarde me dispuse a cortar un croissant para rellenarlo
de jamón y queso, tomé un enorme cuchillo para cortar pan.
Era un cuchillo nuevo que había traído de Canadá, era suizo,
todavía lo tengo en mi cocina y le tengo mucho respeto.
Lo cierto fue que esa mañana estaba yo pensando en sabe dios
que cuento, cuando tome el cuchillo en la mano derecha y el pan
con la mano izquierda sin colocarlo antes en un plato.
Simplemente tome la decisión de rebanar el pan en dos sobre mi mano,
rebanando no solo el pan, sino la palma de mi mano por igual.

¿En que estaba pensando? Fue mi primera pregunta al sentir ardor y dolor
¿En que momento me volví  yo tan estúpida?
¿Seria el hambre? ¡Que no me dejo pensar que estaba cometiendo un error!
El cuchillo cayó al piso junto con la sangre.
¿Podre volver a cortar con ese cuchillo? Me pregunte
¿Será higiénico cuando lo lave?
¿Tendré que desinfectarlo? o ¿será mejor tirarlo?

La sangre no paraba de correr por mi mano, el croissant termino en el piso
y a mi se me quito el hambre.
Recuerdo que las rodillas me temblaban como cuando tenía
un examen para el cual no había estudiado.
Ya no sentía dolor estaba yo más bien pálida.
Cuando me calme pensé
¡Menos mal que cicatrizo bien!
 

Puse la mano bajo el chorro de agua fría, luego amarre la herida con una venda limpia.
Hoy día cuando veo la palma de mi mano izquierda, veo que alargue mi línea de vida,
con un cuchillo suizo, nunca más se me olvida.
De la enorme herida de más de seis centímetros,
sólo quedo una cicatriz de tres y un recuerdo para toda la vida.

En mi corazón también tengo algunas heridas muy profundas,
que a veces todavía sangran y yo lloro, me tiemblan las rodillas.
No se ven las heridas o las cicatrices, no se pueden medir en centímetros.
No les puedo poner una vendita.
Nunca se me olvidan, son recuerdos para toda la vida.

Me tranquilizo al recordar que cicatrizo bien

LA TRISTEZA Y LA FURIA


Hoy estaba yo muy enfadada, furiosa
sin saber realmente por qué,
o más bien todo me dio rabia de repente.
¡Conté del uno al cien y nada que me calmaba!
Traté de contar del 10 al 1, pero solo llegue al 8
y de ahí en adelante vi todo borroso.
La ira me cegaba.
Trate de contenerme pero no pude,
sentía como mi sangre ardía por dentro,
sentí calor y asfixia.
Me dije contrólate, este no es el mejor momento
para que un volcán haga erupción.
Tengo que detener el tsunami que llevo dentro,
Pensé, respira no te dejes llevar por el momento.

Entre en Facebook…
Leí acerca de la paciencia y me enfurecí aún más,
decía algo de llevar la cuenta atrás y no despegar.
Ya yo tenía los pies fuera del piso
y aquel dolor seco en el corazón,
¡pensando en tus palabras que no tenían explicación!

Me lo trago o exploto, me repetía.
¡Houston tenemos un problema!
El cuete despego y esta echando fuego
y va rumbo a ti sin poder detenerlo.
¡Vuela alto se libre! grite que si me estrello, me estrello.

Pero tú no lo permitiste, me salvaste, me protegiste,
me agarraste a mitad de vuelo por el espacio infinito.
Me escuchaste, no me abandonaste, no te rendiste.
Entendiste que detrás de mi furia había confusión.
Me tranquilizaste con tus palabras, me abriste tu corazón.
Calmaste al volcán y detuviste en seco al tsunami que peleaba
dentro de mí ser, sin hallar solución.
Mi súper héroe, mi otra mitad, el dueño de mi corazón,
gracias por tú amor, tus palabras y tú comprensión.

¡Gracias por luchar por nuestro amor!

En la noche ya calmada, agotada de tanta emoción,
me eche en el sofá para leer un cuento antes de irme a acostar.
Era un libro de cuentos de Jorge Bucay y me leí tres o dos.
Uno de ellos me hizo reflexionar y entender la furia que había
explotado dentro de mí hoy.



LA TRISTEZA Y LA FURIA

DE JORGE BUCAY (CUENTOS PARA PENSAR)

En un reino encantado donde los hombres nunca pueden llegar, o quizá donde los hombres transitan eternamente sin darse cuenta…

En un reino mágico donde las cosas no tangibles se vuelven concretas…

Había una vez…


Un estaque maravilloso.


Era una laguna de agua cristalina y pura donde nadaban peces de todos los colores existentes y donde todas las tonalidades del verde se reflejaban permanentemente…

            Hasta aquel estanque mágico y transparente se acercaron la tristeza y la furia para bañarse en mutua compañía.

Las dos se quitaron sus vestidos y, desnudas, entraron en el estanque.

La furia, que tenía prisa (como siempre le ocurre a la furia), urgida – sin saber por qué-, se baño rápidamente y, más rápidamente aún salió del agua…

Pero la furia es ciega o, por lo menos, no distingue claramente la realidad. Así que, desnuda y apurada, se puso, al salir, el primer vestido que encontró…

Y sucedió que aquel vestido no era el suyo, sino el de la tristeza…

Y así vestida de tristeza, la furia se fue.

Muy calmada, muy serena, dispuesta como siempre a quedarse en el lugar donde está, la tristeza termino su baño y, sin ninguna prisa –o, mejor dicho sin conciencia del paso del tiempo-, con pereza y lentamente, salió del estanque.

En la orilla se dio cuenta de que su ropa ya no estaba.

Como todos sabemos, si hay algo que a la tristeza no le gusta es quedar al desnudo. Así que se puso la única ropa que había junto al estanque: el vestido de la furia.

Cuentan que, desde entonces, muchas veces uno se encuentra con la furia, ciega, cruel, terrible y enfadada.

Pero si nos damos tiempo para mirar bien, nos damos cuenta de que esta furia que vemos es sólo un disfraz, y que detrás del disfraz de la furia, en realidad, está escondida la tristeza.

Por Jorge Bucay (Cuentos para pensar)


“Los cuentos sirven para dormir a los niños y para despertar a los adultos” Jorge Bucay