miércoles, 28 de septiembre de 2011

Mi tobillo y mi corazón


Mi corazón quiere que les cuente algo que a mí no me gusta recordar, pero es muy insistente y no me deja en paz.
Así que hoy les cuento de uno de los días menos felices de mi vida, pero lo voy a contar sin mucho detalle para no tener que ponerme a llorar. Soy bien llorona, digo más bien sentimental. Mi madre siempre me dice que tengo que ser fuerte y que solo llore cuando ella no este más. La mayoría de la gente que me conoce piensa que soy más fuerte que un roble y que puedo esconder muy bien mi infelicidad.  A mi me gusta llorar de vez en cuando, después que lo hago, me siento fuerte y nada parece poder tumbarme, solo mi tobillo y mi corazón que están extrañamente conectados.
La ultima vez que estuve en Praga, se me ocurrió la brillante idea de irme a caminar por la ciudad, donde las calles estas hechas de piedras, en tacones altos.
Caminando muy rápido y sin pensar en lo arriesgada que estaba siendo me torcí el tobillo. Arriesgada porque sé, desde hace muchos años que no puedo usar tacones altos y menos correr con ellos por caminos con desniveles.


El doctor me lo prohibió hace mucho tiempo atrás, cuando me dijo que debía operarme y poner unos clavos para repar mi tobillo lesionado, luego de un accidente en el colegio jugando basketball, donde mis compañeros sin querer me tumbaron y de una mala caída se lesiono mi tobillo para siempre.
No, no fue un buen día ese, todavía me duele el recuerdo como si fuera ayer.
En la sala de emergencias el doctor me dijo que debían operarme el tobillo si deseaba caminar bien nuevamente y colocar clavos para arreglas los ligamentos lesionados. No era posible pensé entre lagrimas y ¡le dije que no al Doctor, que tenia que haber otra opción!
De ninguna manera iba a permitir una operación en mi pierna. ¿Quien quiere ver a una bailarina de jazz (yo bailaba Jazz y Hip hop en aquella época) con una cicatriz en la pierna? El Doctor me sometió a varias radiografías y torció mi tobillo inflamado del tamaño de una calabaza de un lado para otro mientras yo gritaba del dolor y las lagrimas corrian por mis mejillas. Sí solo pudiese retroceder el tiempo un poco, minutos antes de la caída, negarme a jugar basketball, o no ser tan arriesgada, pensaba ese día.


El doctor no trato de convencerme más y me dijo que entonces tendría que enyesar mi pierna por varios meses, que ahora no recuerdo si fuero 4 o más, lo borre de mi mente.
Me dijo que no usara tacones altos por el resto de mi vida y que estuviese pendiente de cualquier desnivel o escalón del piso, si no quería volver a caerme y lastimar mi tobillo nuevamente. Que nunca mi tobillo volvería a ser el mismo y quien sabe sí mas adelante, tendría igual que poner los clavos para sostenerme.
Yo me fui con mi yeso de la clínica, pero decidí que mi mente era más fuerte y le enviaría todos mis pensamientos positivos a mi tobillo para sanarlo y poder bailar nuevamente. La autosanación la aprendí de mi madre, que tomo muchos cursos y leyo muchos libros de este tema, ella me decía que la mente era capaz de sanar todo, si creemos que podemos. ¡Gracias Madre!
Al año ya yo estaba bailando nuevamente como si nada y mejor que nunca, ganando diplomas, trofeos, como premios en dinero, gane muchos concursos de baile, pero no use más tacones.
Esto fue cuando de adolescente vivía y estudiaba en Alemania con mi familia.


Cuando regrese a Venezuela a los diecisiete, una noche que me preparaba para ir a un concierto de un grupo famoso que me gustaba mucho en Maracaibo, no vi un escalon y nuevamente el dolor, la hinchazón en mi tobillo y la rabia e impotencia en mi corazón. Esa noche nunca la olvido tampoco, me la pase sentada viendo como todos bailaban a mí alrededor en el concierto y yo sin poder levantarme de la silla.
Esa vez mi tobillo se recupero más rápido aun y sin necesidad de ir al doctor o de un yeso y una vez recuperado mi tobillo yo continúe bailando. Bailaba por horas seguidas, estaba en Maracaibo en casa de mis amigas y no las pasábamos cantando y bailando todo el día. Sólo en las noches yo lloraba por mi tobillo y por mi corazón roto. Durante el día yo era fuerte como un roble nuevamente.
Una año más tarde estaba yo bailando en “Sábado Sensacional” en Caracas, un programa de televion donde se presentan artistas, yo me sentía feliz como en una nube. ¡Ese fue un gran día y una gran noche! Yo eran tan buena bailarina, que Ricardo Peña, él productor del programa me pregunto que sí quería pertenecer al grupo de bailarines que se presentaban con frecuencia en el show de televisión. Yo feliz, pero a mi madre no le gusto la idea para nada y yo no insistí. No era mi época de rebeldía, yo todavía les obedecía en todo a mis padres.
Hoy día pienso que fui muy tonta de no insistir y alejarme de mi sueño del baile, pero otras cosas ocurrieron que sé que jamás hubiera experimentado si me hubiese quedado sólo con el baile. Por otro lado mi tobillo estaba roto y mi corazón no me daja olvidarlo. Mi carrera como bailarina hubiese sido muy corta.


La tercera verz que me torcí el tobillo vivía en Caracas y tenia 21 años, nunca lo olvido tampoco, pues estaba preparando el viaje de mis sueños a Italia. Un recorrido de 3 semanas por Milán, Roma, Venecia y Florencia, me iba de viaje con mi madre. Yo trabajaba para United Airlines y tenia los boletos prácticamente gratis, estaba muy emocionada con el viaje. Faltaban pocos días y yo estaba haciendo la maleta en mi apartamento en Caracas. Vivía sola en un apartamento, pero tenía un novio desde hacía meses y nos veíamos casi todos los días, estábamos muy enamorados o eso creía.
Buscando un suéter en lo alto del armario me pare de puntillas y recuerdo el sonido de algo rompiéndose, el dolor tan fuerte que sentí en todo mi cuerpo y la sensación caída libre al suelo. Solo pensaba en mi viaje por Italia, que tenia que cancelarlo no iba a poder caminar, nuevamente las lágrimas corrieron ese día. Me dije a mi misma que esto no era nada, que pronto el dolor pasaría y que claro que me iría a Italia. No iba a cancelar yo nada. Recuerdo que mi madre llego a Caracas, pues vivía en Maracaibo y me vio como cojeaba y cuando vio mi tobillo hinchado y morado, lo primero que hizo fue llevarme a la clínica de emergencia. El doctor rompió mis blue jeans nuevos (marca Benetton) con unas tijeras y me dijo luego de ver las radiografías, que tenia que operarme y colocar clavos.  Explico todo el procedimiento fríamente como si nada, hasta el tamaño de la cicatriz que me iba a quedar en la pierna. Yo mire a mi madre como diciéndole, ¡sácame de aquí antes que me de un ataque!
Me rehúse a la operación y Salí de ahí con un yeso en la piena y mis pantalones nuevos rotos.
Le dije a mi madre que buscaría una segunda opinión, que no cancelaría el viaje.


Esa noche recuerdo que llame a mi novio para contarle lo mal que me sentía y el sólo dijo que no me preocupara que todo iba a estar bien, que me hablaría al día siguiente para saber como seguía. Yo recuerdo pensando que ahora tenia dos problemas, uno mi tobillo y otro un novio frío y distante que ni siquiera se ofreció en venir a visitarme para consolarme por mí mal día.
Yo pensé que sí fuese él, el que estuviese triste y lesionado, yo hubiese agarrado el auto para estar a su lado, pero hay personas que solo quieren estar con nosotros en las buenas y no en las malas, recordé ese día.
Al día siguiente fuimos a otro Doctor, que Dios lo bendiga, donde quiera que sé encuentre hoy. El me quito el yeso, vio las radiografías me inyecto un liquido en el tobillo con una jeringa (algo que le dan a los deportistas) y me puso a caminar en cinco minutos.
Me dijo que disfrutara por Italia, que no usara tacones altos sino para fotos, y que viera bien por donde caminaba para evitar lesionarme el tobillo. Pero que si nuevamente me lesionaba y era lo más seguro, que reposara mi pierna y no dejara que me operaran el tobillo.


Me fui a Italia y disfrute al máximo mi viaje con mi madre, tenemos miles de anectodotas graciosos y regresamos muy unidas. En Venecia pedí un deseo de amor, que mi corazón quería, ya que sabía que apenas regresara a casa, debía terminar con mi novio que no me merecía, ya que él no había sido capaz de consolarme aquel día, pero eso es historia para otro cuento.


Así que ya saben quien fue la culpable de que me torciera el tobillo en Praga por andar corriendo en tacones altos.
¿Que por que la conexión con mi corazón? Andaba yo ignorando lo que él me decía, como muchas veces, él tratando de decirme algo y mostrándome señales por todas partes y yo ciega y sorda ante sus latidos, corriendo con mi cámara tomando fotos a los enamorados por la ciudad sin querer escucharlo.


Mi corazón se enojo conmigo en Praga y mi tobillo lo sintió y los dos quisieron darme una lección para que bajara el ritmo y me sentara un rato a escuchar lo que quería decirme.
¿Y que quería decirme mi corazón, que yo no quería escuchar por andar corriendo en tacones altos por la ciudad?


Mi corazón dijo, entre muchas otras cosas y no paraba de hablar:

Inicie un viaje para olvidarte,
Sin darme cuenta te lleve conmigo a todas partes.
Te mostré los puentes, estatuas y caminos.
Los trenes, barcos, Las calles y sus ríos.
Las gentes y sus obras de arte.
Estuviste a mi lado en todo instante
Y yo simplemente sin conseguir olvidarte.
                                               (Del cuento de mi blog “De viaje”)


Mi tobillo esta bien y mi corazón también, ambos son muy fuertes, no importa cuantas veces salgan lesionados, ellos siguen corriendo, saltando, bailando, latiendo y amando.
El sábado me puse tacones altos para ir a una fiesta y mi corazón me dijo que anduviera con cuidado. ¡Tengo un corazón muy mandón y enamorado!

Pregúntame lo que quieras


¿Alan estas ahí?
¿Quería preguntarte algo?
----------------------
Acabo de llegar a casa Joha... Son las 16:30.
Pregúntame lo que quieras. Besos Alan


¡Cuantas veces no dejamos de preguntar algo por temor a la respuesta!
¿Cuantas veces conocemos las repuestas en el fondo de nuestro corazón, pero nos negamos a hacer la pregunta por temor a no poder continuar viviendo de la ilusión o por no querer tomar acción y hacer cambios en nuestras vidas?
Muchas veces hemos sacado el valor de quien sabe donde lo teníamos guardado para preguntar algo sumamente difícil, para que luego nos marearan con cuentos o nos salieran con misterios y así evitar responder a nuestra pregunta y dejarnos en la misma incertidumbre o con otras más profundas.
¿Cuantas veces hemos escuchado que no hay preguntas tontas?
¿Cuantas veces hemos evitado hablar de un tema solo para que nadie nos pregunte, nuestra opinión o lo que sentimos al respecto?


Recuerdo que de niña escuche que en la mesa no se habla de política, sexo o religión.
Hoy día todo eso cambio, ¡Ya no se habla de otra cosa!
Ayer en el almuerzo me preguntaron que, ¿que método usaba para no quedar embarazada? Yo casi me ahogo con el refresco y cambie rápidamente el tema para no tener que hablar de sexo.
¿A cuantas personas conocemos, a quienes podemos hacerles una pregunta y tenemos la certeza que nos van a dar una respuesta?
Si ustedes se han leído mis cuentos, ya saben quien es Alan, así que no voy a repetir toda la historia de la amistad que tenemos.
Desde hace días quería hacerle una pregunta a Alan, pero cada vez que tenía la oportunidad, se me olvidaba. Hasta que decidí, escribirle para decirle que tenía que preguntarle algo, pensando que él seguro me lo recordaría la próxima vez que estuviésemos en contacto.


Le escribí por Facebook:
¿Alan estas ahí?
¿Quería preguntarte algo?


Mi pregunta no tenía urgencia, no era algo que me quitara el sueño, no era serio o personal, si no más bien una pregunta tonta, algo que pensé seguro Alan se va a burlar de mí, cuando le pregunte. Estuve tratando de resolverlo sola por un rato, pero no pude y sabía que él si tenia la respuesta y no dudaría en compartirla conmigo. Sí algo se de mi amigo, es que es un hombre muy generoso y le gusta compartir sus conocimientos con otros.


El mismo día Alan me escribió:
Acabo de llegar a casa Joha... Son las 16:30. Pregúntame lo que quieras. Besos


¡Yo pensé sí esta en casa, prefiero llamarlo por 0,50 céntimos el minuto y hacerle la pregunta antes que se me olvide nuevamente!
Alan me contestó el teléfono y me saludó muy alegremente, como es su carácter, sé que estaba sonriendo y lo escuche contento del otro lado del teléfono. Hablamos de lo típico, del trabajo, de lo que hacemos en casa, del clima, y los cuentos. Hasta que por fin le dije, te llamo por que quería preguntante algo. 
Pregúntame lo que quieras me dijo y permaneció callado después de eso.


Yo le hice mi pregunta y lo escuche reír aliviado mientras me decía y yo acá angustiado pensando ¿que sería lo que tenías que preguntarme?, y pensando en ¿como te iba a responder?, sí con sinceridad o con el corazón o ¡que sé yo como!
Ahora yo me reía con él, pensando en que le había causado a mi amigo una inquietud sin necesidad con mi forma de preguntar.
Yo le dije, ¡pues recuerda siempre responder a mis preguntas con sinceridad! y me reí con él.
Sé que lo que te pregunto es tonto, pero tú sabes la respuesta y yo no temo quedar como una tonta desde hace mucho tiempo, agregue.
No hay preguntas tontas me respondió Alan, ayudándome con mi dilema y resolviendo mi problema.
Hablamos unos minutos más y luego nos despedimos y quedamos en seguir en contacto.


Al rato reflexionando en sus palabras “pregúntame lo que quieras” pensé que sería un buen titulo para uno de mis cuentos.


¿Cuantos amigos tenemos que nos abren de par a par su corazón y confían en nosotros, que se preocupan por nuestro bienestar, que no temen responder a nuestras preguntas con sinceridad, cautela y respeto para no herir nuestros sentimientos con sus repuestas?
¿Cuantos amigos tenemos que no tratan de simplemente adivinar de lo que carecemos, pero escuchan nuestras necesidades, comprenden lo que queremos, nos dan consuelo con sus palabras y nos ponen a buscar las respuestas en nosotros mismos?
        

Yo aprendí que tengo un amigo a quien le puedo preguntar lo que quiera y el conmigo puede hacer lo mismo, yo no lo voy a marear con diferentes respuestas o más preguntas, ni misterios. Le voy a responder con aprecio, respeto y sinceridad, como a mi espejo, como todos merecemos que respondan a nuestras preguntas, con la verdad y sin rodeos.
Gracias Alan por la inspiración para este cuento.
………..Y Pregúntame lo que quieras que para eso estamos los amigos.

domingo, 25 de septiembre de 2011

Los Aldeanos – Quiero volverte a ver

Fuente: musica.com

QUIERO VOLVERTE  A VER DIME ¿PORQUE NO TE PUEDO TENER?
TE QUIERO Y NO TE QUIERO PERDER
INVITAME A OTRO AMANECER, TU ME HACES NACER
QUE TU ME HACES FELIZ PERDONA QUE LO DIGA PERO ESTAS EN MI
TE NECESITO SE QUE NO ESTOY BIEN SIN TI
QUISIERA QUE ESTUVIERAS AHORA MISMO AQUÍ
LAS COSAS ESTAN ASI


¿Y COMO FUE?  NO SE,
PARECE QUE ERA UN SUEÑO
EN EL QUE TE TENIA Y ERA DE TI TOTAL DUEÑO
ME SENTI COMO UN NIÑO PEQUEÑO
SI NO SABES EL CAMINO A MI
NO IMPORTA YO TE LO ENSEÑO
ME EMPEÑO EN EL OLVIDAR QUE EN MI CAMA TE TUVE
¿CAMA? PERDONA NO YO ESTABA EN UNA NUBE
NO SE SI TE PASO PERO YO SENTI QUE EL CIELO
ESTABA DIBUJADO EN EL OLOR DE TU PELO
VI TU CARA CARAMELO Y
VI QUE AQUÍ HAY BODA SIN VELO
LO QUE PASE ENTRE NOSOTROS
SERA CULPA DEL DESVELO
SI DIOS TE TRAJO AL MUNDO PA’
SER PARTE DEL MIO
SI TU NO ESTAS ME HUNDO
Y FUNCIONO VACIO
ME CASTIGA EL FRIO DE TU
CALOR AUSENTE
ME QUEDO DORMIDO CON TU IMAGEN EN LA MENTE
NO SE SI IGUAL QUE YO ESTO TU LO SIENTES
PERO DESPUES QUE TE BESE ME SIENTO DIFERENTE
Y AMAME SIN TEMOR, TOMAME COMO SOY
 ASI TAL CUAL
QUE SI TU NO VIENES
ENTONCES YO VOY, TE LO ASEGURO
TE JURO QUE SIN TI SOY ALGO MUERTO
MI FUTURO SABE A TU RECUERDO
NO SE PORQUE EN TUS BESOS ME PIERDO
Y EL CAMINO DE REGRESO NUNCA LO RECUERDO


QUIERO VOLVERTE A VER
DIME ¿POR QUE NO TE PUEDO TENER?
TE QUIERO Y NO TE QUIERO PERDER
INVITAME A OTRO AMANECER, TU ME HACES NACER
TU ME HACES FELIZ PERDONA QUE LO DIGA PERO ESTAS EN MI
TE NECESITO SE QUE NO ESTOY BIEN SIN TI
QUISIERA QUE ESTUVIERAS AHORA MISMO AQUÍ
LAS COSAS ESTAN ASI
APAGO LA LAMPARA
QUITO LA SABANA
TU ROPA ESTA DEMAS
NO HABLEMOS MAS BESAME YA
SIN TI SE VA LA VIDA
Y SE ASERCA LA MUERTE, FUE UNA BENDICION TENERTE
TU SANASTE MIS HERIDAS
SI TU NO ESTAS
YO TE INVENTO DERREPENTE
POR FAVOR AMAME SIEMPRE
QUE SIEMPRE SERAS QUERIDA


BIENVENIDA A MI PLANETA TU,
SOBRE TODO LO QUE ESTA A TU ALREDEDOR
DEJAME SER TU RESPLANDOR
Y HACER LO QUE ME PIDAS
NO HAY MEDIDA
QUE NO HAY UN NOMBRE
QUE DIFINA LO QUE SIENTEN
UNA MUJER Y UN HOMBRE
TU, TU , TU, TU, TU Y SOLAMENTE TU
Y SOLAMENTE TU, TU


Y ESTE TECHO
SE DA UN AIRE A TU PECHO
Y EN MI LECHO
ME SIENTO MAS SOLO Y DE MENOS TE ECHO
HE ECHO HASTA LO IMPOSIBLE
PERO HASTA TU AUSENCIA ES VISIBLE
TU BELLEZA IRRESISTIBLE
ES QUE SOLO ESTANDO PRESO EN TI
YO ME SIENTO LIBRE
LOS SEGUNDOS SON MESES
LOS MESES SON AÑOS
LOS AÑOS SON SIGLOS
Y LOS SIGLOS SIN TI UNA ETERNIDAD


TE QUIERO INFINITO ESTO ADENTRO NO ME CABE
TODOS LOS DIAS SON DE ENAMORADOS
FELICIDADES
ERES COMO EL VIENTO
NO ESTAS PERO TE SIENTO
YO TE RESPIRO EN TODOS LOS MOMENTOS


SI TE MIENTO
ME ENGAÑARIA
ES QUE TU SOY YO
ES QUE YO SOY TU
ES QUE SOMOS UNO CUANDO
YO SOY TUYO Y TU ERES MIA
TE ARRASTRARIA Y TE LLEVARIA
A UNA ISLA VACIA
DONDE EL SOL Y EL MAR NOS HAGA COMPAÑÍA
DONDE LAS GAVIOTAS ALEGRAN LA FORMA DE TU BOCA
DONDE EL TIEMPO SE DETIENE  Y LA ESFERA NO ROTA
NO SE PRESCINDIR DE TU OLOR
NO QUIERO VIVIR SIN TU AMOR
YO QUIERO MORIR A TU LADO
TUS OJOS SON MI MIRADOR


UH LA LA LA
NO ME DEJES PRINCESA QUE MUERO SIN TI
UH LA LA LA
GRACIAS A TUS CARICIAS ME ENCUENTRO YO AQUÍ
UH LA LA LA LA LA LA LA
EXISTES SI FALTAS YO MISMO ME MUERO


QUIERO VOLVERTE A VER
DIME ¿PORQUE NO TE PUEDO TENER?
TE QUIERO Y NO TE QUIERO PERDER
INVITAME A OTRO AMANECER, TU ME HACES NACER
QUE TU ME HACES FELIZ PERDONA QUE LO DIGA PERO ESTAS EN MI
TE NECESITO SE QUE NO ESTOY BIEN SIN TI
QUISIERA QUE ESTUVIERAS AHORA MISMO AQUÍ
LAS COSAS ESTAN ASI
LAS COSAS ESTAN ASI
LAS COSAS ESTAN ASI
LAS COSAS ESTAN ASI
AUNQUE NO LO CREAS
TIENES UNA VIDA
 Y MI VIDA
DISFRUTALA


"Los aldeanos son un grupo de rap cubano con sede en La Habana, Cuba; formado por Aldo Roberto Rodriguez Baquero ("El Aldeano") y Bian Oscar Rodriguez Galá ("El B"), ambos MC's, en el año 2003, se consideran creadores del rap cosciente cubano." Fuente: Wikipedia y musica.com

Pensando con el corazón


Hoy recordé el dicho „ Hay que pensar con la cabeza y no con el corazón”
Me encuentro hoy pensando poco con la cabeza y más bien concentrada y envuelta en las sensaciones que emite mi corazón con sus latidos.
Mientras más escucho a mi corazón más claro y fuerte él me habla.
Lleva hablándome desde hace algunos meses y todavía tiene mucho que contarme, no parece querer callarse.


Mi mente no analiza lo que dice mi corazón, ni siquiera se atreve.
Esta todo muy claro. Mi corazón sabe lo que quiere.
Antes pensaba todo con lógica y con razón, no le hacia caso alguno a mi corazón.
“Hay que pensar con la cabeza y no con el corazón” me decía a mi misma, haciendo listas de los pros y los contra, a ver cual lista tenía más a favor antes de tomar la decisión, sin importar lo que sentía mi corazón, sin importar si era feliz con la decisión.


Tantas veces callamos los latidos de nuestros corazones por temor a que nos hagan olvidar los propósitos de nuestras listas o nuestras metas.
Todo a favor de la lógica y la razón, ¡es de débiles escuchar al corazón!
Sí ser felices es lo que queremos,
¿Por que solo pensamos con la cabeza y no con el corazón?
¿No seria mejor pensar con los dos?


Todos tenemos metas y ambiciones, propósitos en la vida, algunos que creemos son más importantes que el amor. Otros que nada tienen que ver con el amor,
¡Muchos que te alejan por completo del amor!
La mayoría creemos que sí logramos los bienes materiales, tendremos más amor o conseguiremos el amor una vez que logremos todo lo que esta en nuestra lista de prioridades.


Lo gracioso es que al final de cuentas, todos
queremos lo mismo ¡AMOR!
¿Por que entonces seguimos
“pensando con la cabeza y no con el corazón”?.
¿Que se yo del tema de pensar con el corazón?
sí yo misma durante tanto tiempo mande a callar a mi corazón, me concentre en mis miles de metas que se suponían me acercarían al amor y a la felicidad, pensando que siempre habría tiempo para amar, y pensar con el corazón.


En mi experiencia una vez logrado los objetivos, las metas, las prioridades, nos damos cuenta que algo falta, que la alegría no es completa, y comenzamos nuevamente
a pensar con la cabeza, porque lo hacemos desde hace tanto tiempo, es lo que conocemos y ya es rutina.
Comenzamos con las listas de cosas a favor y en contra, ambicionando lo que queremos, preguntándonos ¿que nos hace falta?, ¿cuanta dinero necesitamos para
hacer nuestros sueños o metas realidad?
¿Cuánto cuesta el amor? ¿y donde lo compramos?, ¿en que estante del supermercado?
¿Será que esta agotado? ¡Cuando no lo sentimos o no lo encontramos!


En mi caso me hacia falta escuchar a mi corazón, dejarlo hablar y que el me dijera que era lo que el necesitaba.
Cuando pienso en tantas horas malgastadas pensando solo con la cabeza, me dan ganas de llorar. Mi corazón esta feliz desde que empecé a escucharle, y
mi cabeza le da la razón, ya no se siente tan confundida y no necesita de tantas listas o miles de teorías acerca del amor.


No es fácil escuchar al corazón, cuando no se tiene la práctica.
Es muy confuso entenderlo al principio, ya que el lenguaje que usa es muy distinto al nuestro. No usa palabras, usa latidos, que pueden ser lentos o rápidos, silenciosos o muy fuertes. Dependiendo de los latidos que siente mi cuerpo, comienza mi mente a traducirlos y mi piel a sentirlos.
A veces siento escalofríos, a veces ciento mucho sueño y me acuesto.
¡De a ratos siento mariposas en el estomago y me da risa el cosquilleo!
Casi todo el tiempo siento mucha energía, mucho positivismo, mucha fe, siento que todo va a estar bien, que lo que hoy pareciera no tener solución, en mi corazón ya esta
solucionado, y el esta feliz de saber que nada puede afectarlo.
Porque él ya me hablo con sus latidos y dio las respuestas a mis preguntas.
Solo era cuestión de detenerme a escucharlo y no mandar a callarlo.


Llevo algunos meses practicando diariamente, no ha sido fácil.
Recuerdo un día que no quise escucharlo, porque latía con tanta fuerza y tan duro que me tenía aturdida, sorda con sus latidos, sentía nauseas y fuera de control todo mi cuerpo. Me refiero a que sentía tristeza y alegría al mismo tiempo, calor y frío y lo más difícil de todo sentía amor en mi corazón, no tenia dudas de ese sentimiento, pero yo no quería sentir amor o que mi corazón me hablar de amor, no ese día y no al día siguiente. No me quedo más remedio que dejarlo hablar de amor y de lo que sentía cuando se ama a alguien con todo el alma, que nada ni lo imposible, el tiempo o la distancia parece asustarte, alejarte o detener ese sentimiento.
¡El amor es un sentimiento muy fuerte me dijo mi corazón y no podemos ignorarlo, podemos tratar, pero en algún momento va a regresar golpeándote con más fuerza y vas a desear no haberlo ignorado en primer lugar!


Fue así como comencé a escuchar nuevamente a mi corazón y siento que me he vuelvo más experta escuchándolo con cada día que pasa, ahora solo basta con hacerle una
pregunta directa y el me habla sin rodeos y con mucho sentimiento.
Cuando mi corazón tiene mucho que decir, he optado por escucharlo y escribirlo en poemas o cuentos para no olvidarlo, el esta feliz cada vez que lo hago y me lo deja saber con sus latidos que se convierten luego en suspiros cada vez que leo lo que el me dijo.


Durante un viaje mi corazón tenía tanto que contarme, se sintió tan inspirado que me hizo escribir cantidad de poemas y cuentos, yo le pedía un descanso ya no quería
seguir todo el día y toda la noche escribiendo del amor que había en su corazón, de todo el romance que hay en el arte, en la música y sobre un puente donde van los enamorados a pedir deseos y llevan candados y de eso tengo un cuento para más tarde.
¡Yo quería correr por toda la ciudad en tacones altos
y tomar fotos a los enamorados! ¡Tengo un corazón muy romántico!


 
Tengo un corazón tan romántico que no importa cuanto trate de alejarme del amor siempre lo pone en mi camino para que no lo olvide y él con sus latidos me lo recuerda a diario, en todo lo que hago, no me deja olvidarlo y me dice que lo lleva consigo a todas partes. ¡Vaya corazón valiente y enamorado, le digo!


Fue corriendo en tacones altos que me torcí el tobillo y mi corazón me dijo, ahí esta ¿Tú no querías un descanso?
Ahora siéntate, descansa tu tobillo y escribe un cuento del porque no puedes correr en tacones altos y de cómo tu tobillo esta conectado a tu corazón.
Cada vez que mi corazón esta intranquilo o triste por amor, yo me tuerzo el tobillo y no tengo más opción que dejar de correr, caminar o bailar y bajar la velocidad para concentrarme en sanar mi corazón y mi tobillo por igual.
Ese es el cuento, y punto le digo a mi corazón y no pienso decir más.
Siéntate y escribe todo el cuento, eso no es suficiente, me dijo.
¡Tengo un corazón muy mandón y quiere que cuente todos mis secretos!
El jura que todo gira en torno a él, que es mi motor, el que hacer mí sangre fluir, el manda más en mi vida, ¡mejor no sigo o lo voy a  hacer enojar y no me quiero torcer el tobillo hoy!  


Hay momentos en que me tomo un descanso, ya que si fuera por el se la pasaría hablándome todo el día, y yo escribiendo cuentos.
Yo le pongo música, canto y bailo un rato o por horas dependiendo lo que necesitemos en ese momento.
Mi corazón se ríe y es feliz y se toma su descanso.
A mi corazón le encanta la música y el baile, como a los santos de mi abuela en Maracaibo, que en paz descanse, hace muchos años.
Ella les echaba ron a los santos.
Yo tomo vino de vez en cuando, pero no soy ninguna santa, soy mas como un volcan.
Soy solo una mujer que escucha su corazón, que se pierde dentro del ritmo de una canción con todo y sus latidos y se hacen uno, por eso bailo con tanta pasión.
Mi cabeza no piensa cuando bailo, esta en otro mundo.
La música y el baile son mi maquina del tiempo.
Puedo ir atrás o adelante en el tiempo y el espacio, según las canciones y el ritmo.
¡Mi cuerpo lo sigue! Y ese es otro cuento para otro momento.


Cuando una tarde me rehúse a escuchar a mi corazón, porque tenía muchas dudas y temía terminar con el corazón roto.
Mi corazón se mantuvo muy silencioso, callado y me dejo caminar una tarde, observando todo a mí alrededor y por todos lados veía señales cosas que me recordaban de lo que mi corazón me había estado hablando.
Con razón se había estado tan quieto y callado, el muy travieso, pensé quería darme un lección para que no subestimara a mi corazón.
Los dos nos reímos esa tarde y yo prometí no dejar de escuchar lo que tenía que decir y no dudar más de sus motivos.


El corazón no pretende herirnos y si nos hacen daño, el es fuerte y puede recuperarse.
Hay que caer para levantarse me dijo esa tarde!
No temas caer, no temas creer, no temas amar, ten fe en las señales y no temas escuchar a tu corazón. Escucha los latidos de tu corazón, no temas preguntarle
directamente que necesita para ser feliz, muchas veces solo quiere música y baile.
Otras que escribas un poema, un cuento, algo que te motive a ti a creer que todo es posible o que a motive a alguien a escuchar a su corazón y a encontrar la felicidad en el amor.


 
Si bien es muy importante usar la cabeza para pensar, razonar, meditar y reflexionar antes de tomar las decisiones, también hay que escuchar lo que dice el corazón y
sentir sus diferentes latidos, que buscan guiarnos en nuestro camino y acércanos a nuestro amor y a la felicidad!
¡El corazón solo busca la felicidad, no lo ignores, déjalo que te hable!
¡Piensa con el corazón y ama con la cabeza, como dice una canción que escuche hoy!


“COMO TODOS HE REIDO Y HE LLORADO
COMO TODOS LA VIDA ME HA GOLPEADO Y ME HA DERRIBADO
MAS ME HE LEVANTADO, HE SEGUIDO Y APRENDI LA LECCIÒN
YA SE AMAR CON LA CABEZA Y PENSAR CON EL CORAZON”
 Los Aldeanos, “Soy ese”. Fuente musica.com